Un vendaje bien hecho suele ser muy beneficioso para el desarrollo de la actividad, y para ello no se debe dejar ni muy flojo ni muy apretado ya que ambos errores son una fuente de problemas.
Pasos a seguir:
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Para vendar a un caballo, lo primero que hay que hacer es posicionarnos con cuidado cerca de la extremidad, y posteriormente colocarnos en cuclillas o agachados. Solo si el caballo está tranquilo iniciaremos la operación de vendaje.
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Tendremos a mano la venda, alguna almohadilla y algodón para recubrir la zona que vamos a vendar. Así nos aseguraremos de que la presión sobre la articulación es más uniforme.
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Una vez recubierta, procedemos a vendar la zona en cuestión, empezando justo por debajo de la rodilla o corvejón. Enrollaremos la venda alrededor de la extremidad, manteniendo una tensión uniforme y regular.
Una vez llegue a la corona, comenzamos a vendar hacia arriba, de forma que el cruce quede por delante, justo encima de la corona. Continuaremos vendando hacia arriba, hasta llegar al punto de inicio.
Las cintas deben colocarse y atarse en la parte exterior o interior de la extremidad, y no por delante, donde presionaría sobre el hueso, o por detrás, donde lo haría sobre los tendones.
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Si el vendaje lo utilizamos para proteger las extremidades mientras el caballo trabaja, debemos saber que las vendas tienen que ser de crepé u otro material sintético y deben ceder sin ser demasiado elásticas. Es conveniente vendar sobre algún trapo almohadillado y con cuidado de mantener una tensión constante. Un exceso de presión podría acarrear problemas de circulación.
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Si el vendaje es de primeros auxilios, debemos seguir las siguientes indicaciones: Comenzamos a limpiar la herida por el centro con un algodón limpio e impregnado con alguna solución antiséptica. Limpiaremos la herida desde dentro hacia fuera. Una vez limpia la herida,envolvemos una almohadilla alrededor de la pata. Posteriormente, aplicamos la venda sobre esa almohadilla, siguiendo los pasos del tercer apartado, con la salvedad de dejar un borde de la almohadilla en las partes superior e inferior.
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Después de una larga jornada de trabajo, también conviene proteger la articulación, para una correcta recuperación del tendón Conviene aplicarle greda (una especie de arcilla) refrescante. Entre esta sustancia y la venda conviene colocar un plástico fino que ayudará a la limpieza posterior.
La colocación de los protectores
A la hora de colocar unos protectores deberá tener en cuenta lo siguiente:
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Cuando compre sus protectores podrá comprobar que normalmente se venden de cuatro en cuatro; deberá apreciar las diferencias existentes entre ellos: los que se utilizan para las patas delanteras son algo más cortos y habitualmente tienen una correa de sujeción menos.
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A la hora de colocarlas, verifique que la correa de sujeción queda orientada hacia atrás, salvo en el caso de las rodilleras y los protectores de corvejón.
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Además las correas de sujeción quedarán por la parte de fuera para que no se toquen con las del lado opuesto, lo que podría terminar en un accidente.
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En el momento de la colocación, deberá cerrar primeramente la correa central, de manera que evitemos que el protector se deslice hacia abajo si el caballo se mueve antes de terminar de colocar la protección.
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Mucho cuidado al apretarlas: lo haremos lo suficiente como para que no caigan pero nunca tanto como para que puedan llegar a resultar molestas para el animal. La presión deberá ser siempre uniforme a lo largo de toda la superficie protegida.
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Verifique que el velcro está perfectamente limpio antes de ponerlo. Si no es así no apretará bien, corriendo además el riesgo de que se vaya soltando o de que se abra.
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Para quitarlos, empezaremos siempre desde abajo.
