Detectar que nuestro caballo cojea es una de las mayores preocupaciones para cualquier cuidador.
Los motivos de la cojera pueden ser muchos y muy diversos, teniendo diferentes causas y consecuencias, pero nunca debe pasarse por alto. Aunque inicialmente no parezca muy preocupante, una cojera siempre tiene el riesgo de ir a más o de estar encubriendo una dolencia mayor. Por eso hay que indagar hasta tener la seguridad de haber detectado el origen del problema.
Pues bien, una de las causas más comunes de cojera crónica en caballos es la dolencia conocida como “Síndrome Navicular”.
Creemos que todo cuidador debería conocer esta dolencia, por eso a continuación hablamos más a fondo sobre el Síndrome Navicular.
QUÉ ES EL SÍNDROME NAVICULAR
El síndrome navicular, también conocido como enfermedad navicular o enfermedad del hueso navicular, es una afección en los caballos que afecta al hueso navicular.
El hueso navicular es un pequeño hueso que se encuentra en la región palmar (parte posterior) del pie del caballo, justo detrás de la tercera falange (hueso distal o tercera falange) y debajo de las estructuras del casco.
Esta enfermedad es una de las principales causas de cojera crónica en caballos, y se presenta más comúnmente en caballos de trabajo y deporte.
La etiología exacta de la enfermedad navicular no está completamente clara, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, biomecánicos y ambientales.
SÍNTOMAS
Lo más importante para evitar que lo que empieza siendo una dolencia leve termine convirtiéndose en un problema crónico es que seamos capaces de localizar el problema lo antes posible.
Para eso debemos conocer cuáles son los síntomas de este síndrome navicular.
En primer lugar conviene saber que estos síntomas pueden variar en cada caballo, pero generalmente incluyen:
- Cojera intermitente en uno o ambos miembros anteriores.
- Rigidez al caminar
- Dificultad para avanzar en superficies duras o irregulares
- Resistencia al ejercicio
- Existe una postura muy característica del animal que sufre de síndrome navicular, en la que el caballo trata de aliviar la presión en los cascos afectados.
DIAGNÓSTICO
Siempre que observemos alguno de los puntos antes comentados, conviene que consultemos cuanto antes al veterinario.
Es a él a quien corresponde dar el diagnóstico definitivo de la enfermedad navicular. Para ello deberán realizarse diferentes pruebas: una combinación de examen clínico, pruebas de bloqueo nervioso y técnicas de imagen, como radiografías y, en algunos casos, resonancia magnética (RM).
Solo el veterinario puede determinar que lo que realmente está padeciendo nuestro caballo es Síndrome Navicular y, en consecuencia, ofrecer el tratamiento adecuado.
TRATAMIENTO
Como hemos dicho, el Síndrome Navicular es una dolencia que se convierte en crónica si no se trata de forma adecuada.
El tratamiento del síndrome navicular puede ser complicado y puede incluir una combinación de terapias y enfoques, como:
- Descanso: Es fundamental permitir que el caballo descanse y reducir su nivel de actividad para aliviar la presión en los cascos afectados.
- Herraje adecuado: Un herraje adecuado puede ayudar a mejorar la distribución del peso y aliviar la presión sobre el hueso navicular.
Deje el herrado siempre en manos de profesionales.
- Antiinflamatorios y analgésicos: Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor asociados con la enfermedad.
Por supuesto todos estos medicamentos deberán ser recetados por un profesional tras analizar las características concretas y el estado de salud de cada animal.
- Terapias alternativas: Algunos propietarios de caballos buscan tratamientos complementarios, como acupuntura o terapia láser, para ayudar a aliviar el dolor.
Algunas de estas terapias pueden resultar adecuadas para reducir el dolor, pero nunca deberán considerarse como un sustituto de la medicación y del seguimiento establecido por el profesional veterinario.
- Tratamiento médico específico: En algunos casos, se pueden utilizar tratamientos médicos más específicos, como la inyección de medicamentos directamente en la región navicular.
Nuevamente es el veterinario quien deberá determinar qué tipo de tratamiento es el más adecuado para cada animal.
- Cirugía: Únicamente recurriremos a la cirugía en los casos más graves y refractarios. Existen diferentes opciones de cirugía, como la neurectomía palmar digital, que consiste en cortar el nervio palmar digital para aliviar el dolor.
Para terminar, una vez más queremos resaltar la importancia de realizar un seguimiento exhaustivo de nuestros animales, que nos permita percatarnos cuanto antes de cualquier posible dolencia. Siempre que haya algo que nos haga dudar del buen estado de nuestro caballo deberemos consultar a un veterinario especializado en equinos para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento adecuado para cada caballo afectado.
En el síndrome navicular, como para cualquier otra dolencia, las necesidades pueden variar según la gravedad y la progresión que haya tenido la enfermedad en cada caso.
El profesional deberá detectar el problema, aportar la solución más adecuada y hacer un correcto seguimiento para asegurarse de que la evolución es la correcta.
