Problemas dentales más frecuentes en el caballo

Cuidados del caballo

A continuación hacemos un repaso de los principales problemas dentales que se pueden presentar en nuestro caballo. La enfermedad bucal equina más común es el desarrollo de sobrecrecimientos dentales agudos causando laceraciones de las mejillas y la lengua durante la masticación, evitando el normal funcionamiento lateral de la mandíbula. Comparado con los molares, los desórdenes de los incisivos son poco comunes y se pueden visualizar fácilmente, aunque sean problemas menores. Las principales patologías que nos podemos encontrar son las siguientes:

Presencia del diente de lobo: Se trata de un diente muy pequeño ubicado delante de los premolares, mas común en la arcada superior. Está presente entre un 70 a un 90% de los caballos. El problema de este diente es que puede contactar con el bocado y generar molestias al movimiento de la rienda, que pueden ser leves o severas. La solución es la extracción de esta pieza, evitando el dolor y molestias con el bocado. La recomendación es extraer el diente de lobo en equinos que están iniciando un proceso de doma, mejorando así su contacto con el bocado.

Gancho en segundo premolar, acompañado de úlceras en las mejillas: Este problema corresponde a un sobrecrecimiento dental que puede ser derivado de alteraciones hereditarias o adquiridas por mal contacto. Generalmente impiden una buena masticación de lado a lado, además de excesivo desgaste en las piezas opuestas y daño al tejido blando.

La solución a esta alteración es el desgaste mediante equipo motorizado, devolviendo así la funcionalidad masticatoria necesaria y evitando el daño al tejido blando (paladar, mejillas y encías).

Rampas: Están definidas como una altura excesiva en los premolares, generalmente los inferiores. Se producen mas comúnmente cuando quedan premolares de leche retenidos, impidiendo un normal crecimiento del premolar definitivo. Producen mala masticación de lado a lado impidiendo un correcto desgaste dental, lo que puede causar problemas con el bocado. La solución de este problema consiste en desgastar mediante equipo motorizado el exceso de altura molar, en relación a las necesidades del caballo.

Sobrecrecimiento de Incisivos: Se producen por falta de desgaste en los incisivos debido a mala oclusión, la que puede ser de tipo hereditaria, o sea que el equino nace con el problema (muy frecuente encontrarlo con caballos “pico de loro” o “sobremordida”)o adquirida producto de ganchos o rampas en piezas premolares. A consecuencia de esto el caballo no mastica libremente de lado a lado y causa molestias con el freno o bocado. La solución es reducir y balancear los incisivos con equipo rotarorio, de acuerdo a las necesidades de la boca de cada caballo en particular.

Oligodontia: Corresponde a un alteración del desarrollo en la que las piezas dentales (incisivos, premolares o molares, etc) no están presentes en la boca del equino, generalmente por fallos en su desarrollo embrionario. Producen mala oclusión debido a que las piezas contralaterales tienden a crecer mas de lo normal, llevando a una mala masticación. La solución es realizar desgastes periódicos a las piezas que van a crecer más de lo normal para que no produzca mala masticación o tratar mediante implantes o restauraciones las piezas que faltan.

Puntas de Muela: Corresponden a puntas de esmalte dental, el cual se produce en forma normal en todos los caballos, debido a la forma de masticación (lateral) y a la conformación de la boca (Anisognatia: maxilar más ancho que la mandíbula), sin embargo, pueden producir dolor e incomodidad cuando son excesivamente grandes y afiladas, erosionando la mucosa oral.

PROBLEMAS DERIVADOS DEL USO INCORRECTO DE EMBOCADURAS

Equivocarnos en la elección de la embocadura supone, en ocasiones, la aparición de algunos problemas en la boca de nuestro animal o incluso que éste rehuse el bocado; problemas que conviene conocer:

Cortes o llagas en las comisuras de los labios: deberemos vigilar que el tamaño del hierro sea el adecuado, ni muy grande ni muy pequeño. El roce podrá evitarse colocando unas gomas al filete.

En caso de que el caballo sacuda la cabeza al ser montado, debemos analizar el correcto ajuste de la cabezada.

Si el caballo evade la acción del filete al abrir la boca y mantener la mandíbula rígida, convendrá utilizar una muserola alemana que no deberá ajustarse demasiado baja.

Existen caballos que no se acostumbran a utilizar la embocadura, para esos casos se recomienda el uso de la cabezada sin embocadura, conocida como Hackamore. Éste actúa sobre las fosas nasales del caballo, mediante un sistema de palanca como en el bocado, haciendo presión tanto sobre la nuca como sobre la zona sensible por encima de los ollares del caballo. Esta solución únicamente es válida para jinetes expertos.

Si un caballo rehusa el bocado, no deberemos embridarlo a la fuerza. Existe un sencillo truco con el que podremos conseguir nuestro objetivo: untar el bocado con miel, de tal forma que despertaremos en el animal el deseo por saborearla, consiguiendo que acepte el bocado hasta con cierto placer.

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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