EJERCICIOS DE RELAJACIÓN PARA EL CABALLO

Cuidados del caballo

Un caballo relajado es mucho más paciente, lo que le ayudará a realizar mucho mejor los ejercicios, además entenderá mejor nuestras señales al estar mucho más concentrado.

Una serie de signos, muy visibles, nos ayudarán a determinar si nuestro caballo está o no relajado.

Un caballo sin estrés llevará la nuca más baja que la cruz, con el cuello relajado, su trote o galope será alegre, con ritmo uniforme.

Pero no sólo eso, cuando el caballo comienza a relajarse, saca el aire de sus pulmones, emitiendo un ruido similar al que hacemos los humanos al suspirar. Por el contrario, cuando el caballo está tenso por algún motivo, no utiliza la totalidad de su caja torácica para respirar, lo que sin duda se notará en su capacidad para realizar ejercicio.

Dicho esto, nunca está de más que realicemos algunos ejercicios de relajación antes de montar a nuestro caballo. Se trata de algo similar a unos “estiramientos”, que servirán para preparar al caballo tanto física como mentalmente.

 

Estos ejercicios se practican a la cuerda larga y con aires lentos:

1.- Estirar la columna vertebral: para ello haremos que el animal ponga la nariz en el suelo. Se practica con el caballo en contraincurvación (mirando hacia fuera), para que pueda equilibrarse bien.

2.- Estirar el cuello y las costillas: con la cabeza girada hacia dentro, buscando la incurvación en el círculo.

3.- Estirar la espalda: el caballo deberá andar en círculo poniendo su mano interior ligeramente adentro y el pie exterior ligeramente hacia el exterior del círculo. Deberemos llevar la tralla por delante en lugar de por detrás y posicionándonos más frente a la cabeza del caballo.

De esta forma, “empujaremos” al caballo en línea recta a partir de una flexión en el círculo.

 

Además de lo comentado, podemos recoger algunos consejos básicos que nos permitirán mejorar el estado de relajación de nuestros caballos:

  • Antes de montar, dedícale un tiempo a tu caballo: habla con él, camina un poco junto a él… eso le ayudará a ganar en interacción y le ayudará a relajarse un poco.
  • Siempre que puedas, muéstrale tu cariño: acarícialo, háblale despacio.
  • Premia su buen comportamiento con golosinas.
  • Utiliza tus manos con suavidad: si ejerces tensión la probabilidad de poner nervioso al caballo aumenta.
  • Intenta no reaccionar de forma rígida o con dureza.
  • Sobre todo al principio, efectúa giros amplios, vueltas y ochos.

 

Y, por supuesto, no estará de más que aprendas a realizar masajes a su caballo, es uno de los mejores métodos para tranquilizarle.

Otro método que puede utilizarse para los casos más complicados es la acupuntura, que por supuesto debe dejarse en manos de especialistas.

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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