CUIDADOS ESPECIALES DEL CABALLO DURANTE EL INVIERNO

Cuidados del caballo

Los caballos son animales que están perfectamente preparados desde el punto de vista genético para afrontar las inclemencias del invierno, de hecho toleran mejor el frío que el calor. Sin embargo, eso no elimina la necesidad de aportarle ciertos cuidados especiales con los que podremos ayudarles a pasar mejor la estación fría.

En el boletín de este mes resumimos los puntos más importantes a cuidar para que nuestro caballo pase el invierno de la mejor forma posible.

 

 

EL CUIDADO DE LOS CASCOS

Si hay una parte del caballo que no debemos descuidar durante el invierno esos son, sin duda alguna, los cascos. En esta época el suelo suele presentar mucha más humedad que durante el resto del año y eso puede provocar el reblandecimiento de los cascos, con todos los problemas y complicaciones que eso lleva aparejado.

En caso de que camine sobre nieve, debemos tener en cuenta que los restos de ésta que queden en los cascos pueden convertirse en hielo y eso terminará por formar una bola que puede provocar lesiones al andar.

Por eso es fundamental que los cascos se mantengan siempre limpios e impermeabilizados.

Por eso, no está de más que antes de que lleguen las temperaturas más bajas, hagamos una visita al herrador para que nos aconseje convenientemente.

Si el caballo se mueve de forma habitual en un prado o por una zona concreta, no estará de más que intentemos asegurarnos de que dicha zona esté en buenas condiciones y que no haya objetos que puedan quedar ocultos por la nieve o el barro, provocando un accidente que podrá tener diferentes consecuencias. Por eso, antes de que lleguen las nevadas convendrá revisar la zona y limpiarla todo lo que resulte posible.

 

ESQUILAR O NO ESQUILAR

Como suele decirse, la Naturaleza es sabia, y la llegada de las bajas temperaturas provoca cambios en el caballo para garantizar su salud. Uno de esos cambios, quizás el más destacado, es la aparición del conocido como “pelo de invierno”.

Todos los cuidadores coinciden en señalar que esta capa es el mejor aislante para el animal ya que, aunque nieve, ese pelo levantado y largo, evitará que los copos puedan llegar a traspasar su piel.

No todos los caballos echan el mismo pelo de invierno, éste dependerá de múltiples factores como la raza, su estado físico, su dieta, el trabajo realizado… En caso de que se el pelo sea de calidad, podrá proporcionar un abrigo incluso mejor al que son capaces de dar muchas de las mantas especiales para esta época.

Sabido esto la duda es obvia: ¿esquilar o no esquilar? Pues bien, para que dar respuesta a esta consulta deberemos considerar las condiciones particulares de cada caballo.

Lo más importante es tener en cuenta la actividad que desarrolle el animal durante los meses de invierno, así, si está obligado a trabajar a diario, lo más normal es que el caballo sude y el aumento de pelo no le beneficiará, ya que secarlo resultará mucho más complicado y el riesgo de resfriado aumenta notablemente; en estos casos realizar un esquilado es más que conveniente.

Sin embargo cuando el caballo tenga que pasar largas temporadas en el box y su actividad sea reducida, lo más recomendable será no esquilarlo y dejar que el pelo de invierno realice su labor.

Muchos cuidadores optan por realizar un esquilado parcial del caballo, que consiste en esquilar sólo la parte de la manta, cortándole las zonas inferiores del abdomen y del cuello. Esta opción es quizás la más adecuada, ya que nos permite mantener una correcta higiene del animal, facilitando su secado.

Si optamos por esquilar, debemos tener en cuenta que, aún dentro del box, la montura esquilada deberá estar protegida del frío con una buena manta, sobre todo durante las noches.

Aquellos que se decidan por no esquilar a su caballo, deberán tener especial atención a su pelaje, ya que un pelo sin cortar favorecerá la proliferación de parásitos de todo tipo. Para evitarlo, es totalmente necesario que sigamos una estricta rutina de limpieza. Además, deberemos tener muy presente que el animal no esquilado transpira fácilmente, por lo que habrá que tener especial cuidado para que no coja frío, sobre todo cuando regrese mojado tras el trabajo (tanto por la transpiración como por la lluvia).

 

EL USO DE LAS MANTAS

Estén o no esquilados, algunos caballos necesitan utilizar mantas durante el invierno.

Dependerá de cada ejemplar en particular y de su sensibilidad al frío, pero por lo habitual deberemos prestar atención especial a todos los caballos que presenten alguna de estas características:

– Edad avanzada.

– Animales que sufren algún tipo de dolencia.

– Provenientes de climas cálidos.

– Caballos que permanecen a la intemperie, sin zonas donde cobijarse.

En el mercado encontraremos mantas específicas para el invierno, pensadas principalmente para proteger al animal del frío, de ahí que estén realizadas en materiales de abrigo. En el mercado encontrará mantas polares, colchadas, de lana… La selección del material dependerá del uso que se le desee dar y, sobre todo, de la climatología reinante en la zona.

Si se trata de un lugar húmedo o el caballo va a tener que estar bajo la lluvia, convendrá seleccionar una manta impermeable, una propiedad que permitirá mantener seco al animal. Existen mantas impermeables acolchadas, lo cual además de protección contra la humedad, ofrece abrigo, convirtiéndose en ideales para los inviernos más crudos.

Si ha esquilado al animal en esta época el uso de la manta no es sólo aconsejable sino totalmente necesario. En esos casos la manta tendrá un doble fin: el de protección y el de impedir al pelo un crecimiento inmediato.

 

PREPARAR EL BOX PARA EL FRÍO

Durante el invierno las horas de luz se reducen, por lo que lo normal es que el animal pase menos tiempo fuera. En consecuencia, se verá obligado a pasar mucho más tiempo en el box, por lo que convendrá que éste se encuentre en las mejores condiciones posibles para hacer más agradable esta estancia.

Uno de los temas más importantes es la temperatura interior, que deberá rondar entre los 10 y los 15ºC.

Para conseguir mantener esta temperatura uno de los puntos más importante es el del correcto aislamiento del box contra el frío y para verificar que el aislamiento sea el correcto, convendrá vigilar que:

  • Es necesario que se revisen canalizaciones, abrevaderos y cualquier otra estructura conductora del agua que pueda sufrir daños con las heladas; habrá que realizar tratamientos para evitar la congelación.
  • El box deberá poder evitar filtraciones de aire, de modo que sus puertas y ventanas cuenten con un buen cerramiento.

Por otro lado, para garantizar que el caballo está cómodo, al tiempo que evitamos infecciones y problemas de todo tipo, deberemos limpiar la cama, a poder ser, una vez al día. Es conveniente retirar las zonas sucias y con restos de orín, sustituyéndolos por producto fresco y nuevo. No está de más que también y una vez al mes, vaciemos por completo el box y lo desinfectemos, rascando bien el suelo para tratar de eliminar cualquier posible resto, sin olvidarnos de las paredes, por supuesto.

  • Otra zona muy importante a vigilar es la de los pasillos de la cuadra, donde con cierta asiduidad pueden formarse placas de hielo que resultan sumamente peligrosas tanto para el caballo como para el cuidador. Lo más adecuado en estos casos es echar unas cuantas paladas de sal gruesa.

 

CABALLOS EN EL EXTERIOR

A pesar de las bajas temperaturas, cualquier caballo agradecerá salir al exterior unas cuantas horas.

Para garantizar que estas salidas se realizan de forma segura, te recomendamos que le proporciones siempre un sitio adecuado para resguardarse: en esta época puede que el caballo busque más a menudo un buen refugio para ciertos momentos, por lo que siempre deberemos tenerlo a su disposición.

Los puntos más importantes que deberá cumplir este refugio serán:

  • Orientación: deberá estar orientado hacia la zona más resguardada de la finca.
  • Tejado resistente: para evitar posibles accidentes por la caída de lluvia, nieve, ramas… En muchas ocasiones el propio box se convierte en el lugar de refugio, si es así, deberás tratarlo a conciencia antes de la llegada del invierno: límpialo, ventílalo bien y trate de convertirlo en un lugar cómodo y agradable al que regresar.
Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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