El cuidado general del casco empieza por su limpieza, siendo una tarea de máxima importancia. En la gran mayoría de los casos, la falta de limpieza, junto con la utilización de grasas inadecuadas y camas excesivamente húmedas, son los principales causantes de los serios problemas que todos conocemos en los cascos de nuestros animales.
Otro aspecto importante es la alimentación, esta debe de ser variada y equilibrada. Manteniendo de esta forma la pared córnea del casco en óptimo estado. El exceso de selenio puede producir debilidad en los cascos, así como también tener bajos niveles de Zinc, Vitamina A, entre otros.
Se debe realizar la hidratación de forma correcta para evitar las fisuras, quebrantes o descomposición. Los terrenos duros, con barro, fangosos, con piedras y una cama de box permite que el casco propiamente se hidrate. Se debe de tener especial cuidado en productos como el aceite, que si bien es cierto son económicos, pueden producir deshidratación con el uso excesivo.
El herraje es otro aspecto relevante para el cuidado correcto de los cascos, este debe cuidarse minuciosamente. La herradura es como la suela que protege el casco del caballo, previene su desgaste excesivo y lo cuida del deterioro.
Algo fundamental sobre todo cuando el hombre utiliza al caballo para la competición o para el trabajo. También se debe considerar que los terrenos que no son excesivamente duros conllevan que el animal no precise de demasiada protección.
