Caballo desnutrido, cómo actuar

Cuidados del caballo

Algunos caballos tienden a perder peso con bastante facilidad, a otros les cuesta mantener su peso ideal, y en algunos casos extremos el caballo presenta síntomas de desnutrición.

Sin duda, una pérdida de peso excesiva acarrea al mismo tiempo pérdida de fuerza, tono muscular y energía y en casos más extremos pone en riesgo grave la salud del équido.

Cuando el problema es grave, sin duda es todo un reto conseguir una recuperación satisfactoria por lo que es fundamental prevenir, controlando de forma regular el peso del caballo y midiendo su contorno con una cinta métrica para hacernos una idea de como están de peso nuestros animales.

Lo ideal si detectamos una pérdida de peso importante es que acudamos cuanto antes a nuestro veterinario de confianza y tomar cartas en el asunto cuanto antes. A continuación abordaremos las principales claves nutricionales y de salud a tener en cuenta.

REVISIÓN INICIAL

Si podemos observar las costillas muy visibles, es una de las principales señales de que un caballo se encuentra al borde de la desnutrición y por supuesto no debemos dejar que esto ocurra. Este será el momento para empezar a modificar sus hábitos alimenticios.

En primer lugar debemos descartar que exista algún problema adicional de salud. Para ello lo ideal es una visita al veterinario que deberá de realizar un análisis exhaustivo, incluyendo análisis de sangre, cultivos del sistema respiratorio e índice de peso corporal para determinar qué problemas puede tener el caballo.

Lo mejor es que todo este proceso se realice previamente con el caballo aislado de los demás equinos. Esto se debe a que si un caballo se encuentra desnutrido, es más que probable que tenga multitud de parásitos y le pueda contagiar al resto, teniendo que pasar por un proceso de desparasitación.

De igual forma, habrá que analizar las causas de su delgadez. Puede ser por falta de una buena alimentación o también por algún tipo de enfermedad, algo que los análisis dictaminarán. Además de esta falta de una buena alimentación, los caballos pueden tener problemas de carácter respiratorio y un sistema inmunológico claramente dañado.

ALIMENTACIÓN DE UN CABALLO DESNUTRIDO

Una vez que el veterinario determine que no hay complicaciones añadidas al problema de desnutrición es hora de trabajar sobre la dieta del caballo, tomando medidas muy concretas para recuperar el peso del équido.

Es importante destacar que el organismo del caballo es muy complejo en lo referente a una correcta alimentación, incluso estando sano, por lo que hay que tener todavía más cuidado en estas situaciones. Simplemente no basta con darle toda el agua y comida que pida ya que seguramente surgirán problemas de digestión. Debemos de actuar poco a poco para que el organismo, sobre todo hígado y riñones se vayan adaptando bien.

Si la situación es muy grave igual es necesario administrarle antibióticos para recuperar la flora intestinal del animal. Por supuesto debe contar con mucha agua en todo momento y empezar con heno suave o pienso para caballos mayores para que se vaya recuperando poco a poco.

Un caballo delgado necesita que su nueva dieta le aporte progresivamente mucha energía para lograr el correcto funcionamiento de todos los órganos y la construcción de los depósitos de grasa. Estamos hablando de la energía física potencial que puede tener un pienso para alimentar las funciones del cuerpo.

El aumento de peso, grasa corporal y muscular en el caballo, puede atribuirse a la proteína y/o la cantidad de grasa. Cuando un caballo no tiene suficientes calorías o proteínas en la comida y esto se hace una rutina, el cuerpo puede llegar a quebrar su propio tejido muscular y agotar la mayor parte del tejido adiposo.

Cuando la dieta tiene una carga importante de calorías, el cuerpo va a construir las reservas musculares y adiposos. La solución más obvia pero, al mismo tiempo, la más sana y adecuada es aumentar el contenido de calorías de la dieta sin olvidar agregar el contenido de proteínas adecuada. Básicamente, los tres nutrientes que pueden proveer de la energía, necesaria para aumentar el contenido calórico de la dieta en el caballo son la fibra (pulpa de remolacha) el almidón (arroces y cereales) y la grasa (aceites vegetales).

LOS NUTRIENTES

La Fibra: Una de las tres principales fuentes de energía es la fibra y también es la más segura. La fibra es el componente principal del heno. Algunos caballos pueden mantener su peso sobre las fuentes de fibra por sí sola, pero esto dependerá de cada caballo. La fibra ideal la podemos encontrar en la fresca hierba de la primavera. Sin embargo, aún mejor es la alfalfa, cuando se compara el contenido de energía que tiene frente al heno de hierba. Claro, está debe ser una alfalfa de excelente calidad.

Cambiar la paja por la alfalfa es una buena decisión si lo que buscamos es engordar al caballo. Contiene más nutrientes. Le podmeos dar pienso (mezcla de granos y otros alimentos) por la mañana y por la tarde, y por la noche alfalfa y paja, y de vez en cuando ofrecerle unas zanahorias que tienen una buena carga de vitaminas y que además a los caballos les gustan mucho.

Las Grasas: Casi todos los caballos tienen algún tipo de grasa añadida a su dieta, a través de la inclusión de aceites como el de maíz, salvado de arroz, semillas de lino o una alimentación rica en grasas comercial. Una dieta alta en buenas grasas es una excelente fuente de energía y se ha demostrado que es muy positivas a la hora de engordar a un caballo que se encuentra muy delgado. Esto, siempre y cuando, el tubo digestivo del caballo pueda tolerar esos alimentos.

Los equinos, normalmente, no tienen ningún problema para digerir la grasa, siempre que se esta sea introducida poco a poco en la dieta. La grasa funciona mejor cuando está apoyada por el grano y otras fuentes de fibra altamente digeribles, como por ejemplo, la pulpa de remolacha.

Una alimentación rica en proteínas y calorías es también muy recomendable, en especial cuando buscamos que el caballo gane peso. Le podemos dar pienso especial para caballos que contenga altos niveles de energía y que sea de buena calidad. Una cantidad adecuada sería entre 400-700g por cada 100 kg de peso corporal. Se puede mezclar con un volumen igual de paja, cebada o salvado de arroz laminado.

Los aceites son muy buenos y sanos para los caballos, tanto para ganar peso como para ayudar a la digestión de los demás alimentos. Comenzaremos incluyendo 1/4 de taza de aceite a la dieta de nuestro caballo al día, y al pasar una semana aumentaremos a otra 1/4 taza. Los mejores aceites son el de maíz, cánola o el aceite vegetal.

LAS CANTIDADES ADECUADAS

Debemos consultar con el veterinario para saber cual es la meta de peso ideal y confirmar cuales son las cantidades adaptadas directamente a la condición de nuestro caballo. De forma general podemos seguir las siguientes pautas:

  • Será necesario pesar la cantidad de comida para ser lo más exactos posibles. Evita usar cucharones, ya que son inexactos y podríamos sobrestimar la cantidad adecuada.

  • Un caballo con peso promedio necesitará ingerir entre un 2% y un 2,5% del peso corporal en comida, incluyendo suplementos, sorpresas y premios. Esto se traduce en que un caballo en buen estado y peso necesita entre 8 kg y 10 kg de alimento por día. Si lo que buscamos es que el caballo aumente de peso, podemos subir la cantidad de alimentos entre un 2,8% y un 3,5% del peso corporal para que sea un aumento lento y gradual y no golpee con los procesos internos y externos del cuerpo y organismo de tu caballo.

LIMPIEZA Y CUIDADOS ESPECIALES

Por último junto a las posibles enfermedades que hay que paliar lo más rápidamente posible, es evidente que las condiciones de limpieza y de su cuidado deben de ser mucho más consideradas. El caballo desnutrido tiene el sistema inmunitario mucho más débil, por lo que puede enfermar con mayor facilidad.

Hay que tener especial atención con dos partes del caballo y que se pueden haber visto muy afectadas: sus dientes y sus cascos.

Los dientes necesitan de una revisión, ya que son fundamentales para que vuelva a alimentarse como es debido. En cuanto a los cascos, su fragilidad ha podido hacer que su ángulo haya variado considerablemente, teniendo que corregirlo. De ser así, conviene que no haga demasiados movimientos hasta que se restablezca.

Con estos consejos, es posible que consigáis recuperar al caballo, aunque otras veces, por desgracia, no hay mucho que hacer. Recordad seguir siempre las pautas del veterinario. ¡Ah! Y puede que al principio se sienta desconfiado, pero es algo muy normal, al haber sido abandonado a su suerte.

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