Los caballos se caracterizan por ser animales muy sociales y comunicativos; por lo tanto si prestamos un poco de atención podremos descifrar fácilmente el estado de ánimo de nuestro caballo en cada momento.
Alzando la vista hacia sus orejas podremos detectar de forma sencilla si está triste, enfermo, cansado, temeroso… entre otros estados de ánimo.
Las orejas tienen seis posiciones fundamentales que conviene conocer ya que nos permitirá acertar con las emociones de nuestro equino; veamos a continuación:
- Estado de alarma natural: sus orejas están tiesas y en movimiento, es una posición normal en el caballo y no es signo de preocupación.
- Duda o confusión: una oreja hacia adelante y la otra hacia atrás, este detalle es importante cuando intentas enseñarle algo nuevo a tu caballo, te permitirá emplear otra técnica para que tu caballo pueda asociar mejor la información.
- Sumisión o temor: ambas orejas están hacia atrás, es más común en potros o caballos jóvenes, sobre todo cuando son montados las primeras veces.
- Tristeza, cansancio o sumisión: orejas caídas, dependerá del contexto en que se encuentre el caballo y lo familiarizado que estés con su comportamiento para determinar cuál de las tres es su estado anímico. Si tiene las orejas flojas y a la vez no tiene movimiento significa que está enfermo.
- Desconfianza: orejas bien erguidas hacia adelante, en estos casos se debe de ser precavido por si el caballo reacciona de forma agresiva e impredecible. Puede ser por la presencia de algo o alguien que no conoce o bien, que le genera desconfianza.
- Próximo al ataque: orejas pegadas a la nuca, agresividad muy probable frente a otro caballo, animal o persona.
