Vértigos

Salud y seguridad

Durante la inmersión resulta hasta cierto punto común que se presenten vértigos, la mayoría de las veces provocados por problemas con los oídos: un simple catarro puede afectar al oído, provocando una mala compensación.
La zona afectada es la del oído interno, incapaz entonces de realizar correctamente su función, lo que supone que estamos privando al cerebro de recibir las impresiones sensoriales que nos ayudan a localizarnos en el espacio; las consecuencias: pérdida de orientación y del equilibrio.
Estos desequilibrios no se hacen evidentes cuando ambos oídos permanecen en un mismo plano, pero si por cualquier motivo nos vemos obligados a mover o torcer la cabeza, un oído quedará a un nivel superior al otro y las señales que recibe el cerebro son contradictorias.
Si esto sucede, el individuo percibirá un fuerte silbido, seguido de una ceguera total de corta duración. Ante esto lo más normal es tratar de ascender, tarea que resultará prácticamente imposible debido a que literalmente habremos perdido la capacidad para saber dónde nos encontramos. En esta situación no es difícil entrar en un estado de pánico del que es muy difícil poder salir sin la ayuda de un compañero.
Lo que deberemos hacer en caso de notar este silbido es cerrar inmediatamente los ojos y, así, tratar de ascender a la superficie (por supuesto, a una velocidad adecuada y realizando las correctas respiraciones).
Ni que decir tiene que nunca nos lanzaremos a bucear si tenemos los oídos delicados o afectados por un catarro.

Etiqueta: Salud buceo
Publicado en: Buceo, Salud y seguridad

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