HEMORRAGIAS: CÓMO ACTUAR

Salud y seguridad

Entendemos por hemorragia o sangrado la pérdida de sangre, que puede ser más o menos abundante y por tanto más o menos preocupante.

Aunque los motivos pueden ser muchos, la hemorragia se produce cuando se rompe un vaso capilar de cierta importancia.

Existen diferentes tipos de hemorragia, que se diferencian claramente sólo con observar el modo en el que fluye la sangre:

  • Hemorragia capilar: la sangre se presenta a modo de puntos de pequeño tamaño.
  • Hemorragia venosa: la sangre sale de manera continuada, como en sábana.
  • Hemorragia arterial: la sangre fluye a borbotones, coincidiendo con los latidos del corazón.

La hemorragia puede ser, además, externa o interna.

Ni que decir tiene que, en función de qué tipo sea, se actuará de una manera u otra.

 HEMORRAGIA EXTERNA: los pasos a seguir son los siguientes:

  • Tumbar al accidentado.
  • Hacer presión sobre la herida. Para ello conviene utilizar gasas estériles siempre y cuando se encuentren a nuestra disposición, si no es así, tendremos que buscar cualquier otro elemento “similar” que nos sirva para esta tarea.

En este punto conviene tener en cuenta que, en caso de que mientras aplicamos la presión directa el apósito se empape de sangre, éste no deberá ser retirado ya que de hacerlo así destruiríamos el coágulo formado y provocaríamos un aumento de la hemorragia. Si esto sucede, la forma correcta de actuar es colocando más apósitos encima y, por supuesto, continuar apretando.

  • En caso de que la hemorragia se produzca en una extremidad, ésta deberá elevarse por encima del nivel del corazón. Esto sólo se hará tras comprobar que no existe fractura, ya que, de presentarse ésta. No deberemos mover la extremidad.
  • Colocar un vendaje compresivo sobre la zona para evitar posibles infecciones.

 HEMORRAGIA INTERNA: ni que decir tiene que los riesgos de una hemorragia interna son, por lo general, mucho mayores que los de la externa. El motivo principal es que no podemos apreciar a simple vista la dimensión de la hemorragia y, normalmente, poco podemos hacer con los medios que tendremos a nuestra disposición.

¿Cómo saber que una persona está sufriendo una hemorragia interna? Los síntomas suelen resultar bastante evidentes:

  • Piel pálida, fría y sudoración, principalmente en la cara.
  • Pulso débil, pero muy rápido.
  • Respiración rápida y superficial.
  • Inquietud y ansiedad que, poco a poco, se convertirá en somnolencia.

En cualquier caso, conviene acudir cuanto antes a un centro médico para revisión por parte de especialistas.

Publicado en: Buceo, Salud y seguridad

New Account Register

¿Ya tienes una cuenta?
Log in instead Or Reiniciar contraseña