Cuando hablamos de material para la práctica de buceo y/o snorkel, lo primero en lo que pensamos es en el traje de neopreno.
Esto, que no deja de ser normal porque sin duda el traje es fundamental para poder practicar esta actividad con comodidad y seguridad, no puede hacer que nos olvidemos o dejemos de lado otros elementos del equipo que, por más pequeños o “económicos” no dejan de resultar igualmente imprescindibles.
Y es que, en realidad, las partes de nuestro cuerpo más sensibles al frío son las manos y los pies… por lo tanto, si cubrimos ambas partes de forma adecuada estaremos garantizando en gran medida un buceo más seguro.
Resulta absolutamente necesario que cubramos nuestras manos con unos guantes que eviten la pérdida de calor, nos protejan de posibles rasguños o abrasiones y que consigan una mejor estanqueidad del traje a la altura de las muñecas.
Para conseguir unos guantes que cubran todos estos requisitos, es imprescindible tener en cuenta diferentes factores como son: el material de fabricación, el grosor, la libertad de movimiento que ofrecen, los cierres, el estilo, la talla adecuada y, por supuesto, el precio que queremos o podemos permitirnos según el nivel de actividad.
A continuación tratamos de analizar todos estos factores, con el objetivo de ayudar a elegir los guantes de buceo adecuados.
MATERIAL DE FABRICACIÓN
El material más utilizado para fabricar los guantes de buceo es el neopreno.
El motivo es sencillo: el neopreno es un material impermeable especialmente diseñado para entornos acuáticos y es muy flexible, duradero y de alta calidad.
El neopreno es el material principal, pero además los guantes suelen llevar refuerzos en zonas concretas, con el objetivo de aumentar su funcionalidad. Es el caso del amara, un cuero sintético utilizado en la palma del guante que tiene como propiedades un mayor agarre y sensibilidad táctil. Otro ejemplo es el kevlar, un material recomendado por su elasticidad y resistencia y que evita la abrasión y el deterioro de los guantes en las zonas de más uso.
GROSOR
El grosor adecuado de los guantes se determina por dos factores principales: la temperatura del agua y la tolerancia al frío de la persona que los usa.
Evidentemente, en aguas frías se requerirá un mayor grosor que para aguas templadas o cálidas.
De forma orientativa éstos serían los grosores recomendados, según la temperatura del agua:
- En aguas cálidas (+27ºC): Un espesor entre 1 y 2mm debería ser suficiente. En estos casos se recomienda un refuerzo en la palma para evitar posibles abrasiones.
- En aguas tibias (entre 16ºC hasta las 27ºC) lo ideal pueden ser guantes de entre 3 y 4mm de espesor.
- Para aguas más frías (-16ºC) se necesitan guantes más gruesos, entre 5, 6 o 7mm. Se deben considerar guantes secos si la temperatura es muy baja.
Conviene tener en cuenta que a medida que el grosor aumenta, tanto la flexibilidad como el movimiento disminuyen, pero la protección y el aislamiento son mayores.
Los guantes más finos son más agradables, cómodos de usar y fáciles de quitar y poner; los guantes más gruesos son más difíciles de quitar y poner pero son necesarios para proteger las manos de las bajas temperaturas.
LIBERTAD DE MOVIMIENTO
Los guantes más gruesos aíslan mucho mejor, pero permiten menos movilidad, lo que se traduce en mayor incomodidad tanto a la hora de manipular el equipo como para ponerlos y quitarlos.
La libertad de movimiento es algo fundamental a lo que no deberíamos renunciar (puede suponer un serio problema bajo el agua), por eso es aconsejable utilizar los guantes más finos que sea posible, siempre que protejan de la manera adecuada.
En consecuencia, si las condiciones ambientales y tu tolerancia al frío te permiten utilizar unos guantes de 3mm, siempre será mejor que utilizar unos de 4mm.
EL CIERRE
Uno de los factores clave a la hora de elegir un guante es el sistema de cierre, ya que afecta tanto a la comodidad en el momento de quitarlos y ponerlos, como al aislamiento y la cantidad de agua que puede entrar en las manos.
En este sentido conviene saber que existen tres tipos de cierres fundamentales:
– El primero es la cremallera, utilizada en guantes de gama media. Suele venir acompañada de un tirador que facilita el accionamiento y colocación con la otra mano.
– El segundo es el velcro, sin duda fácil y rápido de usar; aunque corre el riesgo de sufrir un mayor y más rápido deterioro.
– El tercero es la muñeca flexible, este sistema de cierre es el más popular ya que es muy cómodo y hace que la parte de la muñeca quede cerrada sin problemas.
TIPOS DE GUANTES DE BUCEO
A grandes rasgos podemos hablar de dos tipos de guantes:
– El diseño más popular es el guante de cinco dedos. Esto te permite mantener el movimiento habitual de la mano.
– Otra opción son los guantes tipo manopla que, aunque no son utilizados habitualmente, pueden resultar una buena elección sobre todo en aguas frías y en aquellos casos en los que no se necesite manipular mucho el equipo
ELEGIR LA TALLA
Para que los guantes realicen su función correctamente es fundamental que queden bien ajustados. Un correcto ajuste es la única forma de garantizar que no existe circulación de agua por dentro del guante y que retención de la temperatura se realiza de forma correcta.
Para garantizar que la talla elegida es la correcta, existen unas sencillas normas:
- Comprueba que los espacios entre los dedos tocan la mano
- Comprueba que al cerrar el puño el guante no queda demasiado tirante no demasiado holgado
CONSEJOS PARA EL MANTENIMIENTO DE LOS GUANTES
Para que los guantes duren el máximo tiempo posible en condiciones óptimas, te recomendamos que sigas los siguientes consejos:
- Acláralos con abundante agua dulce y limpia después de cada inmersión: esto es imprescindible para eliminar la sal, principal culpable del daño en los distintos materiales.
- No los metas en la lavadora ni utilices detergentes para lavarlos. Algunas personas utilizan sustancias de lavado específicas, pero un jabón neutro sería más que suficiente (de hecho se recomienda no usar nada).
- Déjalos secar en un lugar fresco, seco y con corriente. Debes evitar que queden bajo el efecto directo del sol, ya que eso aceleraría el envejecimiento del neopreno.
