Todo inicio hace referencia en algún momento a errores cometidos, es algo normal cuando se comienza una nueva actividad, se aprende algo nuevo o iniciamos algún deporte.
El buceo no es la excepción, todo buceador experto empezó siendo novato y cometió alguna torpeza o error del que seguramente se acuerde a la perfección.
Hemos querido resumir para ti los errores más comunes que se tienden a cometer en las primeras experiencias bajo el agua; siempre orientando la información para intentar apoyarte para que tu camino como buceador sea lo más divertido y seguro posible.
Si eres capaz de identificar determinados errores, tendrás también las herramientas para corregirlos, encaminándote cada vez más para ser un excelente buzo.
CONTROL DE LA FLOTABILIDAD
Un error particularmente peligroso, es saltarse el control. Aunque ya lo hayas hecho varias veces, aunque las condiciones sean (o parezcan ser) las mismas que la vez anterior; siempre, siempre se debe realizar el chequeo de flotabilidad, este chequeo es el único medio para evitar que realices la inmersión sobresaltado o poco lastrado. Recuerda que en la profundidad debes tener un peso ideal para que el movimiento sea el mínimo y evites exaltarte. Si no haces un correcto chequeo de flotabilidad corres el riesgo de cansarte más, consumir más cantidad de aire y, en el caso más extremo, incluso podrías sufrir una subida descontrolada y, desde luego, nada agradable.
El chequeo completo de flotabilidad debe de hacerse siempre que hayas perdido o ganado peso, aumentado o disminuido la masa muscular, si tienes nuevo traje de buceo, si cambias de agua salada al agua dulce, si llevas otro equipo… entre otros factores.
Y de cualquier forma, siempre es recomendable realizar un “repaso”, aunque sea más rápido.
CONOCER TUS CAPACIDADES
Un detonante de accidentes en el buceo es el desconocimiento de nuestras propias capacidades.
El buzo novato debe ser consciente de su capacidad de dar una respuesta correcta a las condiciones en las que se encuentra bajo el mar. Es normal que tras las primeras inmersiones sientas una curiosidad latente y quieras ir de expedición hacia las cuevas y pecios, pero para esto, debes ser consciente de que se requiere de una formación específica. No es lo mismo sumergirse que adentrarse en una cueva.
Si empiezas a conocer tus capacidades y límites, entonces podrás ir desarrollando mejores conductas que sólo se consiguen formándote, practicando y con el tiempo.
COMUNICACIÓN CON COMPAÑEROS
Esto es algo que debe existir siempre, aunque seas un buzo experto, la comunicación con el resto del grupo debe de ser constante, efectiva y asertiva.
Tu compañero de inmersión puede ser un conocido, amigo, familiar o una persona nueva que te ha asignado el guía. Antes de realizar la inmersión, debes de tener bien claro quién es tu compañero, así como asegurarte de que él también esté enterado.
Es recomendable que repaséis juntos los procedimientos, las señales, lo que debéis hacer si os encontráis separados del grupo… entre otras cosas.
Conviene que mantengáis el contacto visual en todo momento, debéis formar un equipo en el que ambos estéis atentos de la distancia que existe entre los dos, del aire que le queda a cada uno, del estado de ánimo… entre otras cosas.
ATENCIÓN AL ENTORNO
Uno de los fallos más comunes y comprensibles es la falta de atención al entorno por parte de los buceadores novatos. Esto sucede porque en definitiva, al principio hay que estar atento al equipo, a la técnica de respiración, a los procedimientos, al guía, al compañero… demasiadas cosas.
Y por si fuera poco, seguramente la máscara se moverá un poco de sitio y un pez nos distrae al pasar, mientras una corriente imperceptible nos arrastra. En este punto, si no somos conscientes de esa corriente, en el peor de los casos nos alejamos mucho del grupo o bien, nos perdemos.
Otro aspecto importante del entorno, es tratar de ser lo más consciente posible de la profundidad en la que nos encontramos. Existen corrientes que empujan hacia dentro del mar, pudiendo llevarte a profundidades que rompen los niveles del buceo recreativo. Una recomendación a tener en cuenta es bucear siempre con ordenador, así podrás saber en todo momento la profundidad en la que te encuentras y siempre manteniendo las referencias de tus compañeros.
CONTROL DEL CONSUMO DEL AIRE
Otro de los errores más comunes es el de no estar atentos al indicador de presión de aire, siendo esto vital para cualquier buceador. Es comprensible que al principio cueste dominar todo el equipo y compaginarlo con la increíble experiencia de estar bajo el agua. Sin embargo no hay excusa para no mantenerse constantemente atento a este indicador y conocer en todo momento cuánto aire te queda.
Es vital en cualquier inmersión.
Al final de cada inmersión calcula cuánto aire te quedó, de esta forma podrás tener un rango del valor aproximado de lo que consumes en un tiempo y profundidad determinada.
INFLADO DEL JACKET
Recuerda siempre inflar el jacket lo suficiente para que, cuando estés en la superficie, puedas flotar, relajando las piernas y evitando el cansancio. El equipo de buceo puede ser incómodo al principio, por lo tanto, se recomienda mucha práctica para aprovechar sus beneficios al máximo.
Algunos al llegar a la superficie olvidan que tienen el chaleco y el jacket, dedicándose a nadar moviendo brazos y piernas para mantenerse a flote. Ten presente que vienes de una inmersión y aunque el gasto de energía debe de ser el mínimo, sigue siendo una actividad física en la que debes de cuidar toda tu energía hasta el final.
COMPENSACIÓN TARDÍA
Una de las prioridades que tienen la mayoría de las escuelas de buceo de nivel, es enseñarles a los buzos novatos la importancia de la compensación. Pero, suele olvidarse y posteriormente eso derivará en pinchazos de dolor o presión.
Las fases del buceo deben seguirse siempre y no esperar a las consecuencias para tomar acción.
Una vez que la presión o el dolor entre en tu cuerpo, compensar es casi imposible, arruinando por completo tu momento de buceo. Nunca debes forzar los oídos o aguantar la presión, esto puede traer consecuencias para tu salud e incluso impedir que bucees por un tiempo.
Lo ideal es ir compensando cada medio metro mientras bajas, los diez primeros metros son esenciales. En algunos casos, aunque compenses desde el principio puedes sentir una leve molestia, si es el caso, tómate el tiempo necesario y sube un poco más para que tu cuerpo vaya adaptándose.
DEPENDENCIA DEL GUÍA
Sin duda alguna, el guía es nuestra brújula y debemos confiar enteramente en él. Pero, también conviene que intentes ser consciente por ti mismo de todo lo que sucede; ten en cuenta que puede que no estés tu solo con él, puede haber otros compañeros que quizás tengan tu mismo nivel y que, por tanto, también requerirán de la atención del guía.
En el camino que recorres entre ser un buzo novato y uno experto, deberás de ir tomando independencia sobre tus actos, el lugar donde te encuentras, la profundidad que tu cuerpo soporta, entre otros detalles. Presta toda la atención en el briefing de la inmersión, participa lo más activo que puedas, fíjate en el trayecto, la zona exacta donde van a bucear, todos los tips que da el guía… en general, prestar atención a todos los detalles es básico para poder avanzar de forma sólida en tu camino hacia buceador experto.
EN CONCLUSIÓN
Cuando comenzamos una nueva actividad, es normal cometer errores, lo importante es identificarlos, ser conscientes de nuestros actos y así poder ir mejorando. Nuestro principal objetivo es ofrecerte todos los datos importantes para que, con estas herramientas, logres hacer un correcto seguimiento de tus pautas y actividades. Gracias a un control, podrás no sólo mejorar, sino también conocer tus límites, fortalezas y destrezas. De esta manera irás trabajando con datos reales que te apoyarán en tu desarrollo como buzo.
