Como buceadores tenemos pleno conocimiento de aquellas especies peculiarmente venenosas de las cuales debemos de cuidarnos, tal es el caso del pez león. Este pez se puede encontrar en todos los mares, ya que ha evolucionado para sobrevivir e incluso, está catalogado como “plaga” ya que carece de depredadores naturales siendo una amenaza para los ecosistemas locales. El pez león lo podemos reconocer fácilmente por sus rayas verticales y sus aletas con espinas venenosas.
Si bien es cierto, la picadura de pez de león pocas veces mata, únicamente si se es alérgico a sus toxinas. Sin embargo, produce dolorosas heridas que pueden necesitar cuidado médico.
Dentro de los síntomas que produce su veneno se encuentran las náuseas, fiebre, vómitos, entre otros. Produce de forma inmediata un edema con hemorragia subcutánea y es muy, muy doloroso; puede durar varias horas y la hinchazón pasa dentro del segundo o tercer día después de la picada.
Si llegase a ocurrir que te pica un pez león mientras buceas, lo más importante es mantener la calma pese al dolor, evitando dentro de lo posible que tu respiración se agite. Se debe de informar inmediatamente al guía o al compañero, para subir a la superficie de forma segura, con la velocidad de ascenso normal y haciendo las paradas de descompresión.
Cuando estemos en la superficie, se deberá enjuagar bien la herida y eliminar los restos de espinas que estén en la piel, en algunos casos se puede producir sangrado.
Cuando esté desinfectada la zona, se aplica calor, preferiblemente con agua caliente a 40ºC como máximo durante un periodo de tiempo de 50 minutos. Se puede aplicar un vendaje si hubo sangrado o bien, si se está más cómodo cubriendo la zona. Por último, se debe de ir a urgencias para que se aplique el tratamiento específico para estos casos.
