USO DE LA BRÚJULA O COMPÁS

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar un compás o brújula es que la lectura siempre deberá realizarse con el aparato en posición horizontal.

El máximo de inclinación que permite la consulta oscila entre los 20º y los 40º. Si superamos este límite el disco se puede atascar, dando una lectura totalmente incorrecta.

Durante la inmersión deberemos mantener la brújula totalmente alejada de otros objetos metálicos, puesto que pueden provocar distorsiones en la aguja imantada.

Conviene además que cada cierto tiempo comparemos nuestra brújula con otras de los compañeros de inmersión, ya que eso nos ayudará a garantizar así la correcta alineación.

Por otro lado, nunca utilizaremos una brújula que sospechemos que puede estar estropeada o dañada.

Para evitar que esto suceda, conviene seguir dos sencillas y básicas reglas de mantenimiento:

– Evita los golpes. Si tu brújula sufre un golpe revísala con precaución antes de volver a utilizarla.

– Lava la brújula con abundante agua tibia después de cada uso.