Cuchillos, cómo elegir el correcto

Material

En nuestros días el cuchillo ha dejado de ser un “arma” para convertirse en un “instrumento” básico del equipo de buceo.

Lejos quedan aquellos cuchillos de hoja grande con los que muchos trataban de impresionar a los posibles enemigos que podían encontrarse bajo el mar; en nuestros días las prioridades y los gustos son muy diferentes.

Sin dejar de ser un elemento imprescindible en el equipo de todo buceador, el cuchillo cumple ahora unas funciones diferentes.

Pero ¿cómo saber qué cuchillo es el adecuado a cada necesidad? A continuación haremos un recorrido por las características más importantes que debe cumplir el cuchillo ideal, para que pueda elegir el adecuado según sus necesidades.

El material

Ante la compra de un cuchillo lo primero que todos tenemos en cuenta es el material en el que está realizado.
Hace años ningún buceador se atrevía a adquirir un cuchillo que no fuera de acero inoxidable ¡¿el material perfecto?! Esto está muy lejos de ser cierto.
Efectivamente, el acero inoxidable cuenta con la innegable ventaja de la no oxidación, algo imprescindible para el buceador, pero debemos ser conscientes de que cuanto más resistente sea el cuchillo a la oxidación, más frágil resultará y, además, será sumamente difícil conseguir que el filo esté siempre afilado.
Es decir, sacrificamos dos cosas fundamentales en cuchillo: robustez y corte a cambio de que no se oxide ¿resulta rentable? Lo cierto es que cada vez más buceadores pensamos que no; y sobre todo teniendo en cuenta que a la larga el óxido siempre termina por aparecer si no realizamos un correcto uso y cuidado del cuchillo.
Por todo esto en nuestros días el material “estrella” es el titanio, que reúne todas las características exigibles: es duro, es ligero y es sumamente resistente…¡perfecto! ¿no?, bueno tiene una única e importe pega: su precio.

Las partes del cuchillo

Cada parte del cuchillo cumple una labor específica que conviene tener muy en cuenta para conseguir el “cuchillo perfecto”.
A saber:

  • El Mango: lo principal que debemos pedirle al mango es que nos resulte cómodo, de manera que nos permita trabajar bien con el cuchillo. Ni grande ni pequeño, debemos poder cogerlo con facilidad.
    Actualmente muchos cuchillos presentan los llamados “mangos anatómicos”, con forma ajustada a las de nuestras manos. También hay modelos con muescas con la forma de nuestros dedos, que facilitan el agarre.
    Busque además aquellos con “antideslizante”, que garanticen la mayor seguridad para no perderlos. Algunos modelos están fabricados con “bimaterial”, para un agarre más seguro.
    Debemos tener en cuenta que el mango es el elemento de unión entre el cuchillo y nuestra mano, si nos resulta incómodo de coger no trabajaremos a gusto con él.
  • El Filo: en pocas ocasiones nos veremos obligados a cortar gruesos cabos ¿para qué entonces necesitamos un gran filo de sierra?. Resulta mucho más recomendable decantarnos por un cuchillo que nos ofrezca varias prestaciones: existen modelos con hojas multi-función con capacidad para cortar, serrar, cortar hilos…
  • La Punta: puede ser redondeada (punta roma) o afilada, en principio lo más recomendable es lo primero, puesto que para nada queremos que la punta esté muy afilada y nos puede dar más de un “susto” (pinchazos o, peor, rotura del traje o chaleco).
    Según la longitud de la hoja del cuchillo éstos se dividen en dos categorías: primarios y de reserva. Entendemos por primarios aquellos cuchillos cuya hoja supera los 7,5 cm., en tanto que se considera de reserva a aquellos cuya hoja está por debajo de esa longitud.

La funda

Aunque puede parecer algo “secundario”, lo cierto es que la funda es un elemento a tener muy en cuenta a la hora de decantarnos por un cuchillo u otro.
Busque siempre una funda fuerte, que no se raje, puesto que lo que empieza como un pequeño descosido puede terminar convirtiéndose en un agujero por el que se cuele el cuchillo y que, con facilidad, provocará su pérdida. Para evitar este tipo de problemas, muchos cuchillos se comercializan ya con fundas rígidas (que además facilitan enormemente la extracción del cuchillo).
Además y con el objetivo también de evitar pérdidas accidentales, nos descantaremos por aquella funda que posea un dispositivo con el que asir el cuchillo con seguridad.
Existen fundas rígidas con sistema de bloqueo, para evitar la liberación accidental.
Por supuesto la funda deberá tener un buen cierre. Muchas cuentan con un seguro que permite ser abierto con la misma mano con la que después cogeremos el cuchillo.
Además, para evitar pérdidas involuntarias, resulta conveniente vigilar el estado de las gomas y de los sistemas de cierre de la funda.

Algunos consejos útiles

Además de todo lo comentado, existen una serie de puntos que deben ser tenidos en cuenta para la elección correcta del cuchillo:

  • Busque el tamaño adecuado: no se ciegue con grandes cuchillos que luego resultan sumamente incómodos de manejar bajo el agua. Trate de definir el tamaño adecuado a sus características y necesidades.
    En general una hoja de aproximadamente 12 cm. resulta más que suficiente.
  • Polivalencia: busque un cuchillo que le ofrezca varios servicios. En el mercado encontrará cuchillos con filo y con cortacabos, una función que puede serle de gran utilidad.
    Existe cuchillos con filo plano (para el corte de sedales o hilos) y con borde serrado (para cortar cuerdas más gruesas).
  • Decántese por la punta redondeada o punta roma, le ayudará a evitar accidentes innecesarios.
  • Con agujero para cuerda: aunque parezca algo secundario, puede resultar muy útil que el cuchillo disponga de un pequeño agujero por donde poder pasar una cuerda, con la que asegurar el cuchillo a nuestra muñeca.
  • Algunos modelos se comercializan con un kit de fijación para la pierna o el brazo que suele resultar muy cómodo.

Por último y relacionado con la conservación del cuchillo, si quiere que permanezca por mucho tiempo como el primer día, siga los siguientes pasos:

  • Aclárelo en agua dulce después de cada uso.
  • Séquelo bien.
  • Aplíquele un poco de silicona antes de volver a guardarlo en la funda.

Por supuesto, trate siempre de mantener bien afilado el cuchillo, para poder hacer uso de él en cualquier momento.

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Publicado en: Buceo, Material

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