Brújula o compás?

Material

Aunque algunos consideran que la brújula es un elemento complementario del equipo, en nuestra opinión se trata de uno de los más básicos, que todo buceador debería llevar consigo en cada inmersión, sean cuales sean las características de la misma.
Brújula o compás, para muchos son una misma cosa y lo cierto es que cumplen una misma función, pero de diferente modo…

UTILIDAD
Tanto la brújula como el compás, cumplen la fundamental misión deorientarnos en nuestras inmersiones.
En la gran mayoría de las ocasiones en las que realicemos un descenso, resulta necesario que el punto de ascenso a la superficie coincida con el lugar elegido para el comienzo de la inmersión. Ya sea una embarcación o cualquier punto en la costa, deberemos regresar al lugar donde nos esperan nuestras ropas y compañeros.
Alcanzar una zona desconocida no tiene porqué suponer ningún peligro, siempre y cuando se haya controlado perfectamente la inmersión pero ¿qué sucedería en caso de que nos encontremos con el mar picado, con corrientes o con mal tiempo? Sin duda resultará necesario, casi vital, que la costa o la embarcación se encuentre lo más cerca posible para poder alcanzarlos sin demasiadas dificultades.
El uso de la brújula (utilizando esta palabra en sentido genérico) resulta vital en cualquier inmersión, aunque la consideremos muy sencilla o sea en una zona en la que hemos estado mil veces y creamos conocer a la perfección.
Pues bien, para que esto sea así bajo cualquier circunstancia, precisamos disponer de una brújula o de un compás ¿cuál elegir? Es una decisión personal que conviene meditar.

BRÚJULA DE INMERSIÓN
Todos conocemos las utilidades de una brújula, sin duda uno de los elementos más importantes para la orientación terrestre y marítima. A través de la punta de su aguja imantada nos señalará en todo momento el norte magnético de la Tierra, dato básico para poder trazar los diferentes rumbos a lo largo del mar y de la tierra.
Pero ¿qué sucede cuando debemos orientarnos bajo el agua? Disponemos de la denominada “Brújula de inmersión”, que nos ayudará a seguir un rumbo previamente fijado, localizar nuestra situación, determinar el lugar al que queremos llegar… resulta por tanto básica como elemento del equipo (sobre todo si no disponemos de referencias válidas).
El problema se encuentra en saber cómo interpretar correctamente la información que nos da la brújula. Efectivamente, esto que tan sencillo nos parece cuando nos encontramos en la superficie resulta sumamente difícil de conseguir bajo el agua; de hecho hay muy pocas personas que sepan realmente leer una brújula de inmersión.
Existen también las denominadas “Brújulas de agua”, una opción más barata y en consecuencia algo menos fiable. Dispone de una aguja pivotante cuyo extremo es atraído por el polo norte magnético; pero puede sufrir de forma más acusada los efectos de la presión al estar llena únicamente de aire.
Para usarla adecuadamente deberemos en primer lugar girar el bisel hasta que consigamos que el rumbo deseado coincida con la línea de rumbo. Después sólo tendremos que mantener la aguja siempre sobre el norte del bisel.

COMPÁS
Podríamos decir que el compás es el elemento que surge como “sustituto” de la brújula ante la enorme dificultad para su utilización bajo el agua.
Aunque genéricamente se le conoce también como “brújula”, lo cierto es que el compás es mucho más. La diferencia fundamental entre ambos es que el compás dispone de una pantalla de visión lateral que nos informará de forma directa sobre el rumbo a tomar en cada momento. Por lo tanto no es preciso girar nuestro eje para colocar la aguja magnética como deberíamos hacer con la brújula, proporcionándonos una lectura mucho más sencilla y rápida.
Entre los diferentes compases que podemos encontrar en el mercado sin duda el más utilizado es el de “disco móvil”. Éste modelo dispone de un disco o placa flotante que incorpora una escala de rumbos. La lectura se realiza directamente observando la línea de rumbo (la que pasa por el centro de la brújula, alineándose con nuestro sentido de avance); lo cual resulta mucho más cómodo.
Este tipo de compás está lleno de un líquido con el que se consigue reducir los efectos de la presión, lo que garantiza la fiabilidad de la aguja.
Su cómoda lectura, su fiabilidad y su coste asequible convierten a este tipo de compases en los más utilizados en la actualidad.
Por supuesto también disponemos de los modelos “digitales”, que ponen al alcance del buceador todas las novedades tecnológicas, lo que se traduce en una gran cantidad de prestaciones: almacenamiento de diferentes rumbos, copia del camino de vuelta, cronómetro… Ni que decir tiene que todo esto hay que pagarlo y que, por supuesto, para utilizarla convenientemente se requiere de cierta experiencia.

SU USO
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar un compás o brújula es que la lectura siempre deberá realizarse con el aparato en posición horizontal, teniendo en cuenta que el máximo de inclinación que permite su consulta oscila entre los 20 y los 40º. Al superar este límite el disco se puede atascar, dando una lectura totalmente incorrecta.
Durante la inmersión deberemos mantenerla constantemente alejada de otros objetos metálicos, puesto que pueden provocar distorsiones en la aguja imantada.
Conviene además que cada cierto tiempo comparemos nuestra brújula con otras, para garantizar así la correcta alineación.
En cuanto a su cuidado, sólo dos reglas básicas:

  • Evitar los golpes.
  • Lavarla con abundante agua tibia después de cada uso.

FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA COMPRA DE UN COMPAS O BRÚJULA
Cuando precise adquirir un compás o brújula, resulta imprescindible que tenga en cuenta una serie de consideraciones que a continuación le indicamos:

  • Compruebe que la estanqueidad está perfectamente garantizada.
  • Busque un modelo de fácil lectura: una esfera amplia y luminosa resulta siempre más fácil de leer, incluso con poca iluminación. No se olvide de que existen modelos con esferas fosforescentes.
  • Revise que los materiales en los que está fabricados sean resistentes.
  • Si se decanta por un compás digital compruebe que dispone de mandos fáciles de manipular. Tenga en cuenta que en el agua llevará guantes y eso puede dificultar enormemente el manejo.
  • Existen brújulas con burbujas de aire en su interior, si el modelo elegido la tiene deberemos comprobar que no interfiere en su correcto funcionamiento, de tal forma que la lectura sea la correcta. En caso de que esta burbuja sea muy grande, resultará recomendable desechar esa brújula y buscar otro modelo.

Ni que decir tiene que, una vez adquiramos la brújula que nos acompañará en nuestras inmersiones, deberemos practicar con ella hasta que dominemos totalmente su uso. Una duda bajo el agua puede convertirse en un serio riesgo.

Publicado en: Buceo, Material

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