La presión a la que está sometido un submarinista, surge de dos fuerzas:

• El peso del agua sobre el submarinista.
• El peso de la atmósfera sobre la superficie del agua.

Podemos diferenciar los siguientes tipos de presión:

• Atmosférica: Conjunto de fuerzas que actúan perpendicularmente sobre una superficie ejerciendo un esfuerzo repartido uniformemente sobre dicha superficie. Esto nos lleva a que, todo cuerpo con masa situado sobre la corteza terrestre (al nivel del mar) soporta un peso equivalente a una columna de aire que gravita sobre él y cuyo valor aproximado es de un kilo por centímetro cuadrado.
• Hidrostática: actuación del agua sobre cualquier cuerpo, actúa en todas direcciones. Es el mismo caso que antes, pero en unas proporciones mucho más grandes ya que el agua es unas 800 veces más densa que el aire. La progresión lineal de este tipo de presión es de 1 atmósfera por cada 10 metros de profundidad alcanzada.
• Absoluta: suma de las dos anteriores, actúa en un cuerpo en inmersión.

La Ley de Gravitación, formulada por Isaac Newton dice lo siguiente:

“Todos los cuerpos con masa se atraen mutuamente con una fuerza directamente proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias”.

La fuerza (concepto que en física significa toda causa capaz de modificar el estado de reposo o movimiento uniforme de un cuerpo con masa) de la gravedad es la responsable de la masa pesada de los cuerpos (de su peso). Todo cuerpo con masa abandonado en el espacio, se moverá en la dirección que prescribe el campo gravitatorio, y cerca de la superficie de la tierra lo harán en dirección vertical hacia el centro del planeta.

Los componentes que forman un gas son incapaces de mantener una forma o volumen, por lo que se reparten uniformemente por todo el volumen de su contenedor; de ahí que la densidad de los gases suela estar en una milésima parte de la densidad de líquidos o sólidos.

Existe gran cantidad de diferentes gases, si bien a efectos de buceo los que nos interesan son:

• Los que componen el aire atmosférico: Nitrógeno, Oxígeno y Anhídrido Carbónico.
• Los que pueden resultar perjudiciales: Monóxido de Carbono y Oxígeno de Nitrógeno.