Cómo aletear correctamente

Consejos

 

Sin duda estamos ante un tema complejo en el que entran muchos factores en juego, desde nuestra propia constitución física, el tipo de aletas que utilizamos o las condiciones de la inmersión que vamos a realizar, pero sin duda es un factor clave que nos puede ayudar a ahorrar aire en nuestra inmersión y a ser mucho más eficientes en nuestros desplazamientos.

Lo cierto es que en la mayoría de cursos de iniciación es un factor al que no se le da demasiada importancia y dedicación. Sin embargo, es una de las principales causas de los consumos excesivos, dolores de espalda y claro está, estabilidad y horizontalidad en el medio marino.

Con unos sencillos consejos podremos mejorar algunos detalles en nuestra forma de aletear que nos ayudarán a ser más eficientes, reducir el consumo de aire y realizar inmersiones más confortables reduciendo muchas de las habituales molestias musculares.

Pero además si somos capaces de controlar correctamente nuestros movimientos, podremos reducir el gasto de energía física e interferir lo mínimo posible en la vida subacuática.

En definitiva toda una serie de ventajas que mejorarán la calidad de nuestro buceo considerablemente. A continuación abordamos todas las claves sobre la técnica correcta de aleteo y que factores debemos tener en cuenta para mejorarla.

EL EQUIPO ADECUADO

De nada nos valdrá tener un material muy bueno si no sabemos cómo utilizarlo o no es el adecuado para lo que lo necesitamos. Nadie podrá aletear bien si no dispone de un equipo que se le adapte a la perfección; pero no por eso debemos pensar que si compramos el mejor equipo podremos nadar correctamente.

Aunque unas buenas aletas son muy importantes para conseguir buenos resultados, resulta obvio que no lo hacen todo y que, si no somos capaces de utilizarlas correctamente, de nada nos sirve tener el “último modelo de aleta de carbono más hidrodinámico que jamás se haya construido”.

Dicho esto, una correcta elección del material y en concreto de la rigidez de las palas en función de nuestra habilidad natatoria, resulta fundamental para conseguir buenos resultados.

En este sentido hay una cierta tendencia errónea en pensar que las mejores aletas son las más duras, especialmente los de la vieja escuela. Pero esto es totalmente falso.

La dureza de la aleta debe ser acorde a nuestro peso y musculatura del tren inferior. En caso de duda, es preferible optar por una aleta un poco más blanda que por una más dura. Podremos moverla correctamente y hacerla trabajar bien, obteniendo todo su potencial. Si optamos por una aleta demasiado dura, no vamos a ser capaces de moverla con una técnica adecuada. Esto causará que aleteemos mal y la aleta no trabajará bien. Al final, sólo vamos a desperdiciar energía.

Algunos tipos de aletas, como las partidas, reducen el esfuerzo de aleteo con un rendimiento adecuado. Lo mejor es que consulte con su instructor sobre el tipo de aletas que más pueden convenirle. No caiga en el error de utilizar un material al que no es capaz de sacarle todo el partido, por muy bueno que éste sea.

LA TÉCNICA

Utilizar un estilo de aleteo ineficiente, por ejemplo pedaleando como en una bicicleta, consumirá mucha más energía y por tanto gastaremos más aire. Un aleteo pausado o con un estilo de patada de rana puede reducir significativamente el esfuerzo y ahorraremos aire alargando nuestro tiempo de inmersión. Un buen movimiento de aleteo se regirá por los siguientes puntos:

El movimiento debe surgir desde la cadera.

La rodilla no debe estar flexionada ni tampoco deberá moverse en exceso, pero tampoco deberá estar bloqueada.

Debemos tener en cuenta que levantar demasiado las rodillas provocará un apoyo incorrecto: de delante hacia atrás.

Debemos mover la pierna entera, no a trozos.

Cada patada debe darse con amplitud, pero sin que suponga un esfuerzo.

Hay que evitar grandes golpes de aleta: el movimiento debe ser fluido, sin aceleraciones.

Haremos movimientos amplios, que favorezcan un apoyo en el agua más largo (un apoyo corto y brusco genera un gasto energético muy grande).

Ojo a la posición de la cabeza: resulta muy habitual que no respete la correcta alineación con el cuerpo.

Debemos tener en cuenta que es la parte superior de su cuerpo la que deberá dirigir el movimiento en todo momento.

Los buceadores recreativos han sido entrenados para usar una patada de aleteo fuerte (Patada de Crawl), sin doblar las rodillas y transmitiendo la fuerza desde las caderas. Si se realiza correctamente, esta patada transmite una gran fuerza, pero también crea grandes turbulencias ascendentes.

En aguas abiertas sin limitación de profundidad ni techos reales, no supondría más problema que un consumo excesivo y la falta de confort, sin embargo en lugares limitados en espacio, con exceso de sedimentación, limos o recorridos entre aguas o cercanos al fondo marino, podría suponer un problema e incluso poner en riesgo nuestra propia seguridad y la del resto de buceadores. Por ello resulta interesante conocer otras técnicas de aleteo que comentamos a continuación.

OTRAS TÉCNICAS DE ALETEO

Patada de Crawl modificada: Doblando las rodillas e impulsando la patada desde éstas, el buceador debe mantener el torso derecho y la cabeza baja mientras mueve las piernas, a fin que las aletas se mantengan hacia abajo.

El buceador deberá gestionar la fuerza de esta parada dependiendo del tipo de inmersión y los sedimentos sobre los que se desplace. Este tipo de patada crearía una turbulencia de agua ascendente, por lo que los sedimentos que se sitúan bajo nuestra línea horizontal permanecerían inalterables.

Patada de Rana: La patada de Rana es una de las modalidades de aleteo más efectivas para controlar la dirección del impulso, su movimiento es muy similar al que se realiza en la brazada de pecho.

En la patada de rana, siempre desde un punto de vista teórico, el empuje se produce únicamente con la suela de la aleta, que empuja el agua hacia atrás, con esfuerzo de los glúteos y de los biceps femorales, en un movimiento conjunto de ambas piernas se adelantan las aletas ofreciendo el canto a la columna de agua, lo que no genera apenas resistencia.

Si en la mayoría de aleteos se producen movimientos verticales, en el caso de la patada de rana, son completamente horizontales. Este tipo de parada puede ofrecer una gran potencia en inmersiones de fuertes corrientes, o por el contrario, menos potencia en el caso de entornos sin corrientes pero con fondos fácilmente alterables.

Las patadas de crawl de buceo y natación son similares, mientras que las de rana, varían en el buceo, realizándose el empuje con la planta y elevando los pies por encima del cuerpo del buzo.

Movimiento de punteras: En lugares especialmente complicados por desprendimientos de limos o en los que se requiera un desplazamiento lento y controlado, el buceador puede recurrir a este tipo de aleteo, en el que los tobillos realizaran todo el ejercicio, con movimientos cortos y repetitivos.

El movimiento de las puntas de las aletas que se transmite desde los tobillos, provoca pequeñas turbulencias y un desplazamiento muy lento, fácilmente controlable. El resto del cuerpo (rodillas, caderas y muslos deben permanecer inmóviles).

Conclusión: Analizando estas técnicas de propulsión, llegamos a la conclusión de que la patada de rana es más eficiente que la patada de crawl, además de generar un menor consumo de oxigeno y una mayor rapidez en los movimientos. Con esto, no queremos decir que a partir de ahora tengamos que prescindir del resto de técnicas de propulsión, todo lo contrario, debemos saber utilizar todo un arsenal de modalidades y conocer el medio y las condiciones en las que hacer uso de las mismas.

EL GOLPE DE RIÑÓN

El golpe de riñón es esencial para conseguir un buen descenso. Se dice que un buen golpe de riñón puede llevarnos a 3 ó 4 metros de profundidad sin gran esfuerzo y sin dar ningún golpe de aleta.

Para realizar este movimiento de la forma correcta, tenga en cuenta los siguientes consejos:

Lo más importante en el primer momento es que estemos bien equilibrados: esto es imprescindible para que después podamos descender en posición vertical.

El movimiento deberá ser rápido y dinámico.

Deberemos hacer emerger más de la mitad de nuestro cuerpo fuera del agua, para coger el suficiente empuje.

Las piernas se mantendrán juntas, totalmente en vertical, para que su peso nos impulse hacia el fondo.

OTROS CONSEJOS

Relájese: este consejo es siempre útil bajo el agua y también muy recomendable para mejorar nuestra técnica de natación. Sólo si estamos relajados podemos movernos de forma fluida y además esa relajación evitará un consumo excesivo e innecesario de reservas de oxígeno (que sin duda podremos utilizar durante el aleteo).

Hágase observar y analizar por sus compañeros: muchas veces resulta muy complicado que nosotros mismos nos demos cuenta de los movimientos erróneos que estamos realizando por eso conviene que nos dejemos aconsejar por nuestros compañeros: pídales que le observen y que hagan todos los comentarios que estimen oportunos. Admita las críticas de forma positiva: le ayudarán a mejorar.

Si tiene oportunidad: grábese en vídeo, eso le permitirá comprobar a usted mismo dónde está cometiendo los errores y sin duda le ayudará a corregirlos; y es que muchas veces no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo hasta que no nos vemos en “acción”.

Practique en la piscina: un buen entrenamiento es básico para conseguir buenos resultados, así que

siempre que pueda realice sesiones de entrenamiento en piscina con las que sin duda mejorará tanto la técnica como su resistencia.

Publicado en: Buceo, Consejos

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