Se trata de rifles de repetición, en los que tras armar manualmente el primer cartucho y producirse el disparo, el propio rifle expulsa la vaina y se rearma introduciendo el cartucho nuevo en recamara.
Al igual que el rifle doble (Express) tiene un homólogo en las escopetas de dos cañones, el semiautomático lo tiene en las escopetas repetidoras.
No debe confundirse este tipo de rifle con los automáticos, en los cuales se producen disparos continuos mientras se mantenga el gatillo apretado. En el semiautomático lo único que es automático es la realimentación, siendo el disparo, tiro a tiro, siempre manual.
Los procedimientos que emplean este tipo de rifles, para su armado automático, son de distinta naturaleza (gases de la combustión, inercial, muelles), pero el principio básico es aprovechar parte de la energía sobrante que se produce como consecuencia del disparo.
Una de las ventajas indirectas del rearmado automático, es la
absorción parcial del retroceso, lo que, conjuntamente con la casi disponibilidad inmediata de carga, permite realizar disparos sucesivos sin desencarar, situándolo a la par o incluso en ventaja con los rifles dobles (Express) sobre todo si tenemos en cuenta los precios de ambos.
Debido a la relativa debilidad de sus mecanismos, los calibres que se fabrican son de tipo medio, con alguna excepción el el segmento mediano de los Magnum.
Uno de los principales problemas que se le achacan, son los fallos del automatismo, que se obvian generalmente con una adecuada limpieza, que debe realizarse siempre después de su uso. Su otro handicap es lo precario del sistema de seguridad con bala en recamara, en relación con rifles de otros mecanismos de acción.
El depósito de cartuchos esta limitado a dos, por ley, en nuestro país.
En resumen, se trata de un rifle que puede resultar muy adecuado para uso en monterías y modalidades afines.
Ventajas:
- Muy práctico para el gancho y la batida, en cualquier terreno.
- Válido para la caza mayor errante (“Guerra Galana”).
- Al no exigir acción manual de recarga, permite al cazador concentrarse en la puntería y rectificación del tiro, con más rapidez.
Inconvenientes:
- Riesgo de encasquillamiento del mecanismo de repetición.
- De envejecimiento más rápido (mecánicamente hablando).
- Menor precisión balística que los de cerrojo, por lo que no se suelen utilizar para tiros a distancias de más de 100 m., por lo que nos son válidos para el rececho.
