Botas de goretex de pesca

Disponer de un calzado adecuado a nuestras características y al tipo de pesca que vayamos a practicar, nos ayudará a pescar más cómodos y en definitiva, a disfrutar más de nuestra afición. Cada temporada, los fabricantes de botas se afanan por ofrecernos mejoras técnicas y de material, que garanticen un calzado cada vez más cómodo y con cualidades necesarias como impermeabilidad, transpiración, dureza...

Todas estas innovaciones dan como resultado un mercado muy amplio, que pone a nuestra disposición multitud de modelos para nuestra elección, cada uno de los cuales está pensado para cubrir unas determinadas necesidades.

Pero seguro que te preguntarás ¿existe la bota "para todo"? en nuestra opinión no. A pesar de que muchas botas tienen características muy similares que las puede hacer parecer iguales, lo cierto es que cada una de ellas ofrece cualidades particulares que determinarán si son o no adecuadas para cada caso.

Las características particulares del pie, el tipo de pesca que se practique, las horas que debes andar, el terreno sobre el que lo haces, la climatología reinante... son muchas las variables que deben tenerse en cuenta a la hora de comprar tus botas de pesca.

Las Características que debes tener en cuenta principalmente a la hora de elegir tus botas son:

Resistencia: evidentemente, todos queremos unas botas que sean capaces de aguantar largas horas caminando por diferentes tipos de terrenos. Conviene tener en cuenta que la resistencia de una bota de pesca viene marcada principalmente por el material en el que está fabricada: hoy en día la mayoría de fabricantes se decantan por la piel (principalmente el nobuck).

Impermeabilidad: si vas a pescar en jornadas lluviosas o por zonas húmedas, la impermeabilidad es una exigencia para tus botas de pesca. En este punto cabe destacar el uso del GORE-TEX, un tejido que cuenta con tres cualidades principales: cortaviento, impermeabilidad y transpiración. El resultado: la humedad no entra y el sudor se expulsa, o lo que es lo mismo, aunque llueva o aunque sude, sus pies se mantendrán siempre secos.

La suela: podemos decir que en una bota de agua "todo empieza por la suela" y es que ésta es la parte de la bota que pone en contacto a nuestro pie con el suelo y con todas sus posibles irregularidades...Por eso, conviene que a la hora de elegir tus botas exijas que su suela tenga: 1. Una correcta amortiguación (necesaria para absorber los impactos que se producen al caminar sobre diferentes superficies y, con ello, evitar posibles lesiones); 2. Una buena adherencia (para evitar los incómodos y peligrosos resbalones que pueden terminar por convertirse en peligrosos accidentes), 3. Estabilidad (que depende fundamentalmente del dibujo de la suela), 4. Resistencia al desgaste; y 5. Flexible (algo imprescindible para que la bota de pesca resulte cómoda).

Dicho esto conviene tener en cuenta que la mayoría de las botas de pesca llevan suela de goma o de caucho. El caucho es un material que garantiza una enorme adherencia, destacando en este sentido el caucho Vibram.

Las plantillas: Si hay algo que definitivamente pueda garantizar la adaptación de la bota al pie y por tanto la comodidad, son las plantillas que se utilicen. La plantilla es la parte de la suela que se va a mantener en contacto directo con el pie, de ahí que cumplan una importante función en cuanto a estabilidad del calzado y absorción de impactos. Al estar en contacto directo con el pie, es la zona donde más humedad se retendrá, de ahí la importancia de buscar unas plantillas que garanticen la eliminación del sudor. La mayoría de las botas de pesca se fabrican con plantillas anatómicas extraíbles, esto significa que se adaptan a la "anatomía" del pie y que cuentan con la ventaja de poder sacarlas con facilitad para lavarlas siempre que resulte necesario. En la actualidad muchas de estas plantillas son de EVA (Etil Vinil Acetato), una goma fácil de moldear y por tanto ajustable al pie, con la cualidad añadida de que puede ser lavada sin que se estropee.

La Horma: se trata de la parte superior del calzado, que cubre y envuelve el pie, ajustándose en el empeine. Una horma adecuada nos permitirá un mejor control del calzado, sea cual sea la situación en la que nos encontremos. Una horma no apropiada producirá rozaduras que a su vez supondrán un andar anormal para evitar el dolor, lo que terminará produciendo posteriores daños musculares o, aún peor, lesiones. En el calzado de pesca debemos dejar de lado la estética a favor del confort y trataremos de decantarnos por una horma de cuero, material que posee tres características importantes:

Firmeza para la sujeción.

Adaptación al contorno con el uso.

Porosidad que permite la ventilación del pie.

La Caña: como norma principal diremos que para sostener bien el pie y darle el apoyo necesario, la bota debe abarcar hasta más arriba de los tobillos. Si el terreno por el que vamos a andar es muy irregular resulta necesario que el cordón se ate por encima de los tobillos. Debe ser lo suficientemente alto para sujetar el tobillo pero permitiendo siempre un libre movimiento de flexo-extensión del pie.

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