ORIGEN: La historia del Pura Sangre Lusitano nace de la mano del pura Raza Español, hace ya más de cinco mil años. De hecho, se considera que el Lusitano es la forma más pura de una raza hoy seleccionada y que se ha ido desarrollando durante todos estos siglos.
En el segundo milenio antes de Cristo se tiene constancia de un “caballo ibérico”, domesticado, que sería el pariente más lejano del Pura Raza Español y del Pura Sangre Lusitano.
Este caballo era altamente valorado para la guerra y eso le sirvió para mantenerse inalterado con el paso del tiempo, a pesar de las distintas invasiones que sufrió la península. De hecho, los únicos que sí aportaron algo a la raza fueron los caballos árabes, con quienes con seguridad compartían orígenes.
La Reconquista sirvió para aumentar notablemente el prestigio de la raza por toda Europa, pero si hay algo que realmente marque la historia del caballo ibérico es su llegada a Latinoamérica, donde se convertiría en progenitor de una gran cantidad de diferentes razas.
La independencia de Portugal respecto a España trajo también la “independencia” del caballo lusitano, conformando su diferenciación definitiva.
El Rey Joao V, en 1756 estableció un Real Decreto según el cual la cría del Lusitano se mantendría por la “Coudelaria”, un primer Stud diseñado y que funcionaría bajo la supervisión de un noble designado por el propio rey. De ahí surgirían los Lusitanos “Alter Real”.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS:
- Capas principales: zaína.
- Altura a la cruz: de 1,50 a 1’60 m.
- Gran fuerza.
- Grupa alta.
- Cabeza pequeña, de orejas también pequeñas.
- Cola de inserción baja.
- Extremidades muy largas.
CARÁCTER:
Si hay algo que define a esta raza es el corazón y esfuerzo que pone en toda actividad que realiza. Es uno de los pocos caballos capaz de “darlo todo” por agradar a su cuidador.
De movimiento elevado, es sin embargo un caballo sumamente dócil, sensible e inteligente. Es rápido y muy equilibrado.
Temperamento noble y dócil, de andares ágiles proyectados siempre hacia el frente, lo que ofrece al jinete una gran comodidad.
APTITUDES MÁS DESTACABLES:
- En sus inicios, el caballo “ibérico” fue muy valorado como caballo para la guerra.
- Los Alter Real fueron consideramos mucho tiempo como los mejores caballos para la Doma Clásica y los aires de Alta Escuela. Aún continúa la tradición con la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre, que sólo utiliza estos caballos para sus exhibiciones en el Picadero Real.
- Igualmente resultan ideales para el Enganche.
