Surfcasting nocturno

Técnicas de pesca

La noche nos proporciona la tranquilidad que durante el día no encontramos, sobre todo en los meses de verano en los que el surfcasting nocturno es nuestra única opción si queremos pescar en la playa. Somos muchos los que estamos esperando a que el frío nos ofrezca una tregua con la que podamos apostarnos a la orilla de cualquier playa y aprovechar la oscuridad para intentar sacar el mayor provecho de cada uno de nuestros lances.

Lo cierto es que las playas constituyen ambientes de pesca cada vez más exigentes, en los que no resulta sencillo obtener buenos resultados de manera regular, o al menos, con la frecuencia que nos gustaría. Pero por la noche tendremos mejores opciones de pesca. Son las horas preferidas para que a las orillas se acerquen provenientes de mar adentro multitud de especies.

Si el mar está movido, esas horas nocturnas son las mejores para el sargo y la lubina, que aprovechan para depredar sobre el alimento que las olas desentierran.

A continuación abordamos las principales claves para afrontar con garantías una jornada de pesca de este tipo.

ELECCIÓN DEL PUESTO

En primer lugar hay que destacar que por la noche la elección del puesto ideal puede ser más complicada si no hemos hecho un estudio previo de la zona y de las condiciones climáticas presentes en la jornada. Lo ideal es traer los deberes hechos y conocer bien la playa a la que nos enfrentamos.

La acción de las corrientes, la fuerza de los vientos dominantes, la influencia de las mareas e incluso, el efecto de la actividad humana son factores que debemos de tener estudiados de antemano.

Haremos a continuación un repaso por las zonas de pesca que mejores resultados pueden ofrecernos en esta pesca nocturna durante la primavera:

EL REBALAJE:

Entendemos por “rebalaje” la zona de mar batida que se extiende sobre la costa, después de que una ola haya roto. Pues bien, la franja que va desde el rebalaje hasta la orilla es donde los sargos pueden encontrar más fácilmente su alimento, así que se convierte en uno de los mejores lugares para conseguir resultados, siempre y cuando lo trabajemos de forma concienzuda, “barriendo” cada zona.

Trabajaremos caña en mano, dejando reposar el aparejo un poco y moverlo después en tramos de un par de metros, poco a poco, trabajando cada rincón.

La ventaja que tiene esta técnica es que resulta prácticamente imposible perder el pez si éste entra a

comer el cebo, puesto que notaremos claramente la picada y será relativamente fácil de levantar (teniendo siempre en cuenta que estamos enfrentándonos al voraz y escurridizo sargo).

PLAYAS ENTRE ROCAS:

Puede que éste sea el escenario más propicio para la pesca nocturna del sargo, que deberemos trabajar, además de en el rebalaje, de otras tres formas:

  • De punta de la roca a punta de la roca: si existe alguna corriente de fondo, los sargos no entrarán a la playa, sino que se encontrarán en ese lugar que estará más o menos entre 20 y 30 metros de la costa. Si esto sucede, olvídese de pescar en ningún otro lugar, porque los sargos estarán sólo allí.
  • En curva: los sargos pueden entrar desde un roquedo, desarrollando después una especie de semicírculo para acercarse al rebalaje y después salir (en la misma curva) por la otra punta.
  • Camino rectilíneo de mar adentro hacia la orilla: el sargo entrará buscando las pozas y los remolinos que se producen al cruzarse algunas olas.

 

POZAS Y CANALES:

Optaremos por la pesca en pozas y canales durante las noches de calma.

CAÑOS:

Los caños en playas de arena presentan un formidable potencial para la pesca del sargo, siempre conviene explorarlos concienzudamente cuando conozcamos la existencia de alguno.

LOS CEBOS

Hay que destacar que el arenal es un sitio propicio para probar con infinidad de carnadas sin que sea obligatorio aferrarnos siempre a un cebo fijo. Si bien es cierto que todos tenemos un cebo favorito no debemos dejar de probar otras opciones que pueden resultar igualmente válidas.

En este sentido a la hora de realizar la selección de cebos conviene tener siempre a mano cebos duros y blandos, un surtido tipo incluiría al menos dos tipos de gusanos (uno más duro tipo americano o tita y una opción más blanda como la rosca o la coreana) y una o dos carnadas a prueba de morralla, como pueden ser el choco, navaja, calamar o cangrejo entre otros.

Lógicamente, la correcta conservación así como la posterior presentación de los cebos resulta imprescindible a la hora de obtener buenos resultados. Por último destacar que debemos de pensar en la especie que pretendemos tentar a la hora de decantarnos por un cebo u otro.

Veamos a continuación algunos ejemplos para las principales especies que tentaremos desde la playa:

Sargo

Las titas medianas y los moluscos de concha como la navaja suelen ser el cebo estrella para esta especie.

Lubina

Carnadas golosas para la lubina pueden ser la tita pequeña y mediana, el gusano americano, y si la morralla se presenta podemos decantarnos por tiras de choco o calamar o la tradicional sardina.

Dorada

crustáceos vivos como cangrejos, galeras o ermitaños son un manjar para las doradas, tampoco debemos descartar las navajas y en cuanto a anélidos el gusano americano y la tita.

El decantarnos definitivamente por uno u otro cebo dependerá de múltiples factores que cada pescador deberá valorar personalmente en el momento de pesca. Sin duda el tono y el estado del agua son dos de los condicionantes más importantes, teniendo en cuenta que si el agua está muy movida o vamos a pescar en una zona de rompientes, deberemos optar por cebos duros (como el calamar), que aguanten bien las embestidas del agua y no los perdamos a la primera de cambio. Por otro lado, si las aguas están oscuras deberemos intentar tentar a los peces a través del olfato.

MONTAJES

En cualquier escenario de pesca y por supuesto en el que nos ocupa, la concepción y ejecución de los montajes que vamos a usar está directamente relacionada con tres factores básicos: Tipo de especies en el que ponemos nuestras miras, condiciones meteorológicas del pesquero y la clase de sustrato sobre el que vamos a pescar.

Lógicamente, en lo que respecta a la naturaleza del fondo, en los arenales puros no vamos a encontrar obstáculos por lo que si las condiciones meteorológicas lo permiten podemos arriesgar con montajes discretos y naturales, que resulten sutiles y esperamos que efectivos. De este modo, salvo que tengamos en mente la captura de especies especialmente combativas, como es el caso de la anjova por ejemplo, podremos permitirnos el lujo de pescar muy fino, un aspecto que repercute no sólo en la distancia de lance, sino también a la hora de vencer los recelos de aquellos peces que si ya de por sí son desconfiados, se mueven además en entornos en ocasiones muy “pescados”.

Priorizaremos los montajes corredizos, con plomada en derivación, o con plomo con grapas si las condiciones del oleaje o corrientes lo requieren.

Para los terminales, brazoladas cuanto más largas mejor, de flourocarbono y anzuelos adaptados al tipo de cebo que vayamos a usar.

Respecto a los accesorios, resultan especialmente interesantes las perlas, empleadas en muchos casos como elementos atrayentes. Muchos aficionados coinciden a la hora de señalar cómo las perlas fluorescentes colocadas en el terminal justo antes del cebo, despiertan la curiosidad de numerosas especies y contribuyen a aumentar significativamente el porcentaje de picadas.

COMPLEMENTOS IMPRESCINDIBLES

Normalmente solemos ir a la playa cargados con gran cantidad de enseres y útiles de pesca es muy recomendable contar con un carro de pesca donde transportar todo cómodamente. En muchos casos resulta la única herramienta que nos garantiza cierta movilidad a la hora de llevar a cabo una prospección inicial del terreno o en el momento de alcanzar el puesto de pesca con comodidad.

Para mantener nuestras cañas en acción de pesca debemos usar picas,o soportes los cuales nos mantendrán la caña perpendicular al mar,con lo cual notaremos mejor la picada.

Serán muchos los complementos que podemos llevar, eso lo dejamos a gusto de cada uno,a continuación detallamos lo más primordial y que no debe faltar en nuestro equipo: Agujas para cebos, hilo elástico o licra para asegurar los cebos, plomos y anzuelos variados, torniquetes o quitavueltas, tijeras, cortauñas, linterna frontal de cabeza e indicadores de picada (luminosos o sonoros a gusto del pescador) para las cañas.

Tengamos igualmente presente que hay una serie de inconvenientes que conviene valorar, como es el frío y la humedad reinantes a altas horas de la madrugada, por ello un termo con alguna bebida caliente y ropa de abrigo en consonancia con las temperaturas esperadas serán nuestros mejores aliados para mantenernos despiertos y atentos en el arenal.

Etiqueta: Surfcasting
Publicado en: Pesca, Técnicas de pesca

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