La pesca con cucharilla es, sin lugar a dudas, una de las técnicas de pesca más sencilla en cuanto a ejecución y también en cuanto a material necesario; pero eso no debe llevarnos a la confusión, un buen pescador de cucharilla necesita grandes dosis de intuición y de un perfecto conocimiento del lugar a rastrear; a lo que se une la innegable precisión en los lances de la que sólo pueden presumir los más aventajados en esta técnica.
A pesar de todas las novedades en señuelos que han ido saliendo al mercado, la cucharilla sigue siendo el señuelo del que no se puede prescindir, ya que es muy fácil de utilizar, y en la pesca de la trucha el resultado que se obtiene es muy bueno.
La pesca con cucharilla supone una técnica de “acoso y derribo” que pocos pescadores manejan con total corrección.
VENTAJAS DE LA PESCA CON CUCHARILLA
Si la cucharilla ha venido utilizándose de manera habitual por multitud de pescadores a lo largo de la historia, por algo será… son sin duda muchas las ventajas que nos ofrece esta modalidad de pesca, incluso dejando de lado la enorme satisfacción que siempre supone la captura de un pez con este señuelo.
Por destacar alguna diremos:
– Posibilidad de realizar lances en lugares donde el espacio sea reducido (algo sin duda inconcebible con otras modalidades de pesca como la mosca).
– El poco peso de la cucharilla, facilita que la podamos lanzar a posturas lejanas sin necesidad de realizar grandes esfuerzos.
– Cuando el viento sopla, la cucharilla es también una magnífica opción, permitiendo al pescador experimentado realizar lances certeros.
LA CUCHARILLA
La cucharilla es un señuelo metálico, que tiene una acción ondulante o giratoria, que emite brillos y vibraciones que atraen a la trucha.
Existe una gran variedad de modelos de cucharilla, por lo que es muy importante conocer las características para así poder encontrar la más adecuada para los días de pesca.
En primer lugar, existen dos tipos de cucharillas para pescar en agua dulce:
– Giratorias: Cuentan con una paleta de metal giratoria, asentada sobre el cuerpo de la cucharilla, que es movida por la corriente del agua. Se distinguen de paleta fina y alargada, que imitan a un pez, y de paleta ancha y redondeada, que imitan a un insecto, ofreciendo cuanto más ancha, mayor resistencia en el agua. Recomendada para truchas pequeñas y medianas.
– Ondulantes: Adecuadas para la pesca en lagos y embalses, donde hay poca corriente. La forma ondulada ayuda a aumentar la distancia de lanzamiento y a que la inmersión sea más rápida. Recomendada para truchas grandes.
Por otro lado, las cucharillas varían también en tamaño y peso.
En este sentido, lo más recomendable es optar siempre por la cucharilla más ligera, ya que una cucharilla pesada hace más ruido al caer, y un señuelo pesado es más propenso a soltarse, pero existen circunstancias en las que es necesario añadir peso.
Para elegir el peso correcto de la cucharilla a utilizar en cada caso, debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
– Profundidad del río: Para las zonas profundas se usan cucharillas pesadas, del número del 3 al 5. Sin embargo, para ríos poco caudalosos se recomiendan los números 1 y 2.
– Tamaño de la captura: Para truchas de gran tamaño, deben utilizarse cucharillas de los números 3, 4 y 5. Por el contrario, si la pesca es en ríos montañosos, donde las truchas son más pequeñas, deben utilizarse cucharillas de los números 1 y 2.
– Corriente del río: Existen cucharillas especialmente diseñadas para corrientes fuertes. Si la corriente es fuerte, debe utilizarse una cucharilla con forma de hoja de oliva. En cambio, para lagos y demás zonas sin corriente, debe utilizarse una cucharilla de pala normal.
Otro factor que influye en la elección de la cucharilla es el color. La elección del color adecuado de la cucharilla depende de:
– Clima: En función de si el día está nublado o despejado, el color del agua es distinto. Así, para días claros debe usarse una cucharilla con fondo dorado, y para días nublados una cucharilla con fondo plateado, que ayuda a producir algún destello. Existen también cucharillas cobre, que son una buena opción para días que cambien de soleado a sombra, ya que el cobre produce destellos, pero de una manera más moderada.
– Profundidad del agua: También varía el aspecto del agua en función de si se trata de aguas poco profundas, un fondo arenoso u otro con vegetación. Si el fondo es pedregoso o arenoso, se recomienda el uso de cucharilla dorada, o de cobre para controlar los destellos. En cambio, si el agua se ve clara, la cucharilla más adecuada para la pesca de la trucha es la negra con puntos amarillos o rojos.
– Colores: La elección adecuada del color para una cucharilla depende de dos factores fundamentales que están relacionados: la climatología y el tipo de aguas en las que vamos a pescar.
En días nublados el color del agua es muy distinto que en una jornada soleada, pero también son muy distintas las características de luz en agua somera de poca profundidad que en una poza, o en un fondo arenoso que en otro con vegetación.
Factores a tener en cuenta para elegir el color de tu cucharilla:
– Climatología: como norma general, en días claros usaremos cucharillas con fondo dorado; pero si el día está nublado, se recomiendan las cucharillas de fondo plateado.
– Época del año: a principios de temporada, los ríos suelen bajar mucho más altos de agua y además los días suelen estar más nublados, lo que, según lo dicho anteriormente, la cucharilla a seleccionar será grande y plateada. A medida que se acerca el verano, el caudal del río va a menos y los días son más claros, deberemos cambiar a cucharillas más bien doradas.
– Las cucharillas doradas también se deben utilizar si nos encontramos ante fondos pedregosos o arenosos.
– Las cucharillas negras deben ser utilizadas cuando el agua es muy clara. Se suele decir que las negras que tienen puntos amarillos o rojos son las más adecuadas para la pesca de la trucha.
– Las cucharillas plateadas son sensacionales en primavera, especialmente porque las aguas suelen estar tomadas y necesitamos un plus, el de los destellos que ofrecen este tipo de cucharillas. En este tipo de cucharillas debemos englobar aquellas, como las clásicas de trucha, con distintas “pintas” (rojas, azules…) descartando las que cubren con su color la mayoría de la cucharilla.
– Las cucharillas cobre son muy versátiles, para días en los que alterne el sol y la sombra y especialmente para los fondos rocosos y arenosos. Con el cobre conseguimos un aspecto intermedio, controlando destellos de más.
LA TÉCNICA DE PESCA
Es un pensamiento muy extendido que la pesca con cucharilla es muy sencilla, y que basta con lanzarla y recogerla para conseguir un buen día de pesca.
Sin embargo no todo es tan fácil como lo pintan… sí existen aspectos a tener en cuenta, referentes a la técnica a desarrollar si queremos obtener buenos resultados:
– Es absolutamente necesario que seas capaz de colocar la cucharilla en un punto y en el momento justo: para la pesca de la trucha, mejor cuanto más cerca del fondo.
Sin duda alguna, para conseguir esta precisión serán necesarias horas de práctica.
– Pescar aguas arriba: si quieres capturar truchas pescando con cucharilla lo más recomendable es pescar aguas arriba, lanzando en sentido contrario a la dirección de la corriente. De esta forma, la propia fuerza de la corriente ayuda a que la cucharilla baje al fondo.
A pesar de esto, muchos pescadores pescan aguas abajo ya que el manejo de la situación puede resultar más fácil; sin embargo no es lo más adecuado, ya que corremos el riesgo de asustar a los peces y además la cucharilla no bajará bien al fondo.
– El lance debe hacerse más arriba de donde se intuye la pesca: así damos tiempo a que la cucharilla alcance la profundidad adecuada y no pase por encima de la trucha.
– Recoger lo más lento posible: en este sentido deberemos poner atención en la tensión del hilo, que nunca debe estar flojo, y después recoger lentamente para que las palas giren. Además, si una trucha está siguiendo la cucharilla y se hace un movimiento brusco, no será posible pescarla.
– Ten en cuenta la climatología: efectivamente, el lance debe adecuarse a la época del año y al clima que encontremos en el momento de pesca: en invierno o en los días de bajas temperaturas, cuando las aguas están más frías, los peces suelen permanecer más pegados al fondo. Con la llegada del buen tiempo y el aumento en la actividad del ecosistema, aumentan las posibilidades de localizar la captura a prácticamente cualquier profundidad.
– Pesca en río: te recomendamos que pruebes en cualquier posible remanso que puedas encontrar a los lados del río.
– Pesca en embalse: son mejores las zonas profundas, y conviene probar con lances tipo abanico, esto es, el pescador se sitúa en un punto fijo y lanza varias veces variando el ángulo de lanzado cada vez 30 grados.
