La carpa es uno de los peces más astutos que se conocen y eso la convierte, sin duda en un reto para cualquier pescador.
Un digno contrincante que, además, cuenta con el valor añadido de alcanzar unas longitudes y pesos realmente excepcionales, lo que siempre hace que la acción de pesca resulte aún más excitante.
LA CARPA
La carpa es un pez omnívoro de agua dulce, perteneciente a la familia de los ciprínidos.
Se alimenta de gusanos, algas, peces, insectos y materia orgánica.
Puede llegar a pesar 37 kg y alcanzar los120 cm largo.
Para comer toda esta variedad de alimentos, dispone de una gran boca con 4 barbillas sensoriales, que es donde se encuentra su sentido del gusto, al tiempo que le sirve para orientarse y buscar alimento en zonas oscuras.
Las carpas viven en aguas dulces, tranquilas y cálidas.
LOS TIEMPOS DE LA CARPA
A finales de la primavera, cuando se eleva la temperatura del agua, las hembras sueltan sus huevos en zonas de poca profundidad y mucha vegetación, como praderas inundadas por el agua de los embalses, y suben a la superficie para alimentarse de semillas e insectos, por lo que sin duda es un momento ideal para su pesca. Para ello, se puede utilizar un señuelo de casi cualquier tipo, ya que como su alimentación es tan variada, se acercarán atraídas por los colores. Se recomienda colocar una mosca emergente, o una imitación de algún insecto propio del lugar donde estés pescando, cerca de donde se estén moviendo para buscar alimento.
Pero sin lugar a dudas, la temporada estrella para la pesca de la carpa es el otoño. En esta época la temperatura del agua todavía no habrá descendido hasta el punto que lo hará en invierno, cuando de forma general las carpas entran en letargo debido a las bajas temperaturas. En otoño las carpas se muestran especialmente activas, puesto que necesitan alimentarse de cara a estar perfectamente preparadas para cuando llegue el frío.
CUÁNDO Y DÓNDE PESCAR
Las mejores jornadas de pesca son las de tiempo estable o tras algún día de lluvia. El motivo es sencillo: la lluvia ayuda a oxigenar y a que se muevan las aguas y con ellas el alimento que persiguen las carpas.
Los primeros días de buen tiempo después de unas jornadas de lluvia son sin duda los más adecuados para la pesca; pero tras varios días de sol no es de esperar una buena jornada porque las carpas ya habrán buscado alimento, pero los días peores serán los días fríos, cuando las carpas entran en letargo.
Cuando llega el otoño y comienza a bajar la temperatura del agua, las carpas dejan de moverse en la superficie y se sitúan a una profundidad media, de cinco a diez metros, en zonas recogidas.
Si nos encontramos con un día de viento buscan zonas resguardadas como las reculas de los embalses, y se mueven en sentido contrario al viento.
Todo esto en cuanto a cuándo pescar, si hablamos del “dónde” y aunque parezca que otras cuestiones son más relevantes, lo más importante para pescar es elegir la zona correcta de pesca, y para ello hay que observar el agua y zonas de rocas, y dedicar tiempo al sondeo para decidir el lugar donde dejar los cebos.
Otro dato para su pesca, es que en caso de pesca en zonas de corriente, es recomendable colocar el cebo de forma que la corriente lo lleve de modo natural por la trayectoria que la carpa está siguiendo en sentido contrario.
EL MATERIAL DE PESCA
Empezando por la caña, en el mercado encontraremos numerosos modelos específicos para la pesca de la carpa. Únicamente un consejo: conviene que sea de fibra de vidrio, ya que las cañas de grafito suelen romper con el peso de peces grandes.
De este modo, el sedal también debe ser fuerte, de monofilamento o trenzado. Por su parte, los anzuelos de uso más recomendable son los anzuelos con púas, aunque no está permitido su uso en algunas zonas.
En todo caso, el anzuelo no tiene que ser muy grande, ya que eso hará que mordisqueen la carnada y no la cogerán.
Una curiosidad, es que a las carpas les gusta mucho el maíz dulce de lata, por lo que muchos pescadores lo utilizan como carnada.
Otro elemento fundamental para conseguir buenos resultados en la pesca de la carpa es preparar el cebo para conseguir capturas de gran tamaño. En este sentido, se recomienda preparar una bolsa de PVA, esto es, una bolsa hecha de alcohol polvinílico que se deshace en contacto con el agua. La preparación consiste en introducir dentro de la misma el anzuelo y llenarla hasta la mitad del cebo que se utilice, preferiblemente alimentos proteicos como micro pellets o boilies de cangrejo o halibut, incluso añadiendo aceite. Cuando esté llena hasta la mitad hay que colocar el plomo, y continuar llenando la bolsa hasta tres cuartas partes. Después esta bolsa hay que atarla con hilo de PVA, doblar las esquinas humedeciéndolas y pegándolas hacia arriba para eliminarlas, y finalmente con una aguja hay que pincharla por diferentes zonas para que no flote.
Otra opción, si no se quiere preparar este cebo, es emplear sticks mix, que son bolsas que ya vienen preparadas. Este tipo de cebo llama la atención de las carpas, por lo que las atraerá.
Ante el uso de este tipo de cebos, los montajes tienen que ser adecuados para que el cebo se sitúe sin llegar al fondo, y fijarse en la dirección del viento o de la corriente para situar el cebo en esta dirección, como si fuera arrastrado como un elemento más arrastrado por el agua o el viento.
Por último, la agilidad moviendo el cebo hará que se tenga éxito en la pesca o no, ya que las carpas se asustan con cualquier ruido o al detectar movimientos bruscos, por lo que huirán de la zona donde se ha dejado el cebo.
Teniendo en cuenta lo anterior, para una jornada de pesca de la carpa en otoño exitosa, se debe elegir un día de tiempo estable, no hay que restar tiempo a buscar el lugar adecuado para la pesca, hay que preparar los cebos que hagan que las carpas se acerquen, dejar que el cebo se acerque de forma natural a las carpas para que no se asusten, y realizar movimientos con cuidado para evitar su huida.
