Elegir el plomo adecuado, una decisión de peso

Material

A ningún pescador se le escapa la gran importancia de la plomada para la consecución de resultados en la pesca a fondo. Ya sea a la espera o lanzando y recogiendo, cuando nos colocamos a la orilla del mar debemos saber cuál es la forma correcta para colocar los anzuelos en el fondo y con ellos los cebos y carnadas; es decir, qué tipo y cantidad de plomo necesitamos.
De nada servirá contar con el mejor equipo ni realizar los mejores lances, si esto no se hace bien; puesto que corremos el peligro de que el señuelo nunca llegue ni tan siquiera a ser visto por las ansiadas presas.
En esta sección hacemos un recorrido por los diferentes tipos de plomos que podemos elegir, determinando cuáles son los más adecuados en cada caso. Esperamos que le sea de utilidad.

Tipos de plomos

Aunque podríamos realizar gran cantidad de diferentes clasificaciones, principalmente podemos hablar de dos tipos diferentes de plomos:

  • Deslizantes: disponen de una pequeña perforación a lo largo de su cuerpo, utilizada para pasar el hilo. De esta forma se mueven libremente por la línea, algo que el pescador deberá controlar en función de la pesca que desee realizar o de sus gustos personales.
    Este tipo de plomo suele utilizarse con un aparejo en el que el anzuelo esté colocado en la parte final de la línea, mientras que el plomo se situará entre el anzuelo y la caña.
  • Fijos: se atan al sedal mediante una pequeña argolla (que si no tiene un diámetro excesivamente grande hará que el plomo actúe como deslizante).
    El aparejo utilizado habitualmente con los plomos fijos lleva el anzuelo colocado entre el plomo la caña.
    Además y según la forma del plomo, podremos hablar de los siguientes modelos:
  • Plomadas esféricas: suelen ser deslizantes, permitiendo un deslizamiento de la línea de forma lateral.
    Se utilizan fundamentalmente en fondos planos, teniendo en cuenta que en las zonas rocosas pueden quedar enganchados con cierta facilidad.
  • Plomadas redondas: llamadas ?reloj? o ?corona?, podemos encontrarlas con o sin puntas. Utilizados cuando se necesita anclar bien en un fondo de arena o de fango. Tienen el inconveniente de que su especial superficie plana opone una fuerte resistencia al aire, por lo que dificultan bastante el lanzado.
  • Plomadas cónicas: su especial forma de gota evita los molestos enganches, por lo que pueden ser utilizados en zonas de piedras sin problema alguno.
  • Plomadas tubulares: deslizantes o fijos, cuentan con la ventaja de ser muy económicos, si bien los atascos son más que comunes.
  • Plomadas ahusadas: los más utilizados por el pescador deportivo, puesto que su forma aerodinámica permite lanzamientos más largos.
  • Plomadas tipo pera: muy útil gracias a su gran versatilidad. Sirve para pescar tanto en fon dos de arena y como en los rocosos. Tiene el inconveniente de que suele rodar sobre si mismo en el momento en que aparece la corriente.
  • Plomadas con aletas: especialmente pensados para un buen lanzado, por lo que han sido dotados de esa espectacular forma aerodinámica con aletas que además les sirven para anclarlos en el fondo y conseguir que no opongan resistencia a la hora de recogerlos, al evitar los más que posibles enganches.
  • Plomos con ganchos: son sin duda una de las mejores novedades en este campo. Muchos modelos de plomos han sido dotados de estos ganchos que se entierran en la arena, impidiendo que el plomo se desplace. En el momento de recoger, los plomos se repliegan, para no oponer ningún tipo de resistencia. Por ello son adecuados para pescar en fondos de arena, pero también sobre rocas ya que su longitud impide el enganche.

La elección del plomo

Tuercas, tornillo, bujías… sin lugar a dudas el plomo es el material de pesca que más variables admite y donde el pescador se permite mayor ?creatividad?.
A pesar de que muchos utilizan estos materiales caseros, lo cierto es que las casas fabricantes se esfuerzan a diario por ofrecer plomos de diferentes pesos y formas, cada uno de los cuales parece mostrarse adecuado para un tipo de pesca, unas características meteorológicas, una zona… Con una simple ojeada al mercado de los plomos nos haremos una idea de la gran variedad existente y, en consecuencia, de la dificultad que supone una correcta elección.
Si hay dos variables a tener en cuenta a la hora de seleccionar el plomo más adecuado en cada caso, éstas son en primer lugar elPeso, que deberá calcularse en función de la profundidad a la que se desee pescar y teniendo siempre presente la línea a emplear en cada caso (un plomo pesado en una línea fina acabará por partirla; mientras que si usamos un plomo pequeño en una línea gruesa el lanzado será sumamente difícil de realizar, ya que el plomo no podrá vencer la resistencia de la línea en su desplazamiento por el aire).Y en segundo lugar, la Forma, que sin duda influirá en el comportamiento de nuestro aparejo.
Teniendo en cuenta estos dos factores, le recomendamos que siga las siguientes premisas a la hora de elegir sus plomos:

  • Si lo que buscamos es pescar a fondo, necesitaremos una plomada que sea capaz de mantener los anzuelos y por lo tanto la carnada, en el lugar en el que haya caído, sin miedo a que las corrientes o los vientos la muevan. Por lo tanto precisamos un plomo de tamaño considerable y con una fuerte base.
  • En caso de que el viento sople con fuerza, siempre resulta recomendable elegir plomos que dispongan de algún tipo de agarre, para que se aferre al fondo, evitando los incómodos y nada provechosos desplazamientos.
  • Si coincide en un día de poco viento, podremos optar por plomos de menor peso. En estos casos no será necesario que tengan bordes ni agarres, lo que sin duda nos facilitará conseguir nuestro objetivo en el momento del lance.

Además de estos pequeños trucos, siempre conviene tener muy presente el tipo de fondo en el que queremos pescar. En general podemos hablar de los siguientes fondos:

  • Arena fina: utilizaremos un plomo con forma de pirámide o de gancho. Este tipo de fondo no suele presentar problemas, por lo que prácticamente es válido cualquier tipo de plomo.
  • Arena fina entre rocas: el plomo de gancho será adecuado (no si estamos lanzando y recogiendo, puesto que este tipo de plomos se sujeta con fuerza al fondo, por lo que la fuerza necesaria para recuperarlo es muy grande).
  • Recubierto de algas: plomos de palangre o de lágrima; su especial forma hace que las algas pasen sin engancharse.
  • Piedras de canto (redondas): plomos de corona o de grapas.
  • Rocas: plomos de araña.

Además de todo esto, existen otros factores que también deben tenerse en cuenta en la elección del plomo:

  • La distancia de lanzamiento: fundamental a la hora de seleccionar el peso de nuestro plomo (que en ningún caso sobrepasará la potencia de la caña).
    Debemos tener en cuenta que, muy al contrario de lo que muchos piensan, no conseguiremos aumentar la distancia incrementando simplemente el peso del plomo. Sólo moviéndonos dentro del margen que nos da nuestra caña conseguiremos buenas distancias y lanzados correctos.
  • El movimiento del mar o de la corriente: estos movimientos pueden provocar que nuestra línea sea devuelta a la orilla nada más caer al agua; por eso en estos casos debemos utilizar plomos con peso suficiente en función del coeficiente de marea.
    Buena idea será asimismo decantarnos por plomadas con elementos de fijación que puedan mantenerlos en el fondo.

El tipo de pesca

En función del tipo de pesca que vayamos a practicar, deberemos decantarnos por una plomada u otra:

  • PESCA CON FLOTADOR: el flotador se coloca para mantener el señuelo a una cierta profundidad del agua, sin llegar al fondo y para que sirva de indicador para las pic adas. Este tipo de aparejo coloca el cebo a media agua, permitiendo así que el anzuelo se mueva libremente.
    El pescador que utiliza esta técnica muchas veces prescinde de utilizar plomada, si bien puede ser útil para ayudar a que el flotador se mantenga en una misma área (sobre todo en los días de viento).
    Para esta pesca existen numerosos tipos de plomos, pero sin duda los más prácticos son los de oliva intercambiables mediante eje, los cuales podremos encontrar en gran variedad de pesos.
  • PESCA A FONDO: el objetivo de este tipo de pesca es el de colocar el señuelo en el fondo del lugar en el que practicamos esta actividad. Para ello será necesario utilizar plomada (en ocasiones incluso varias a una misma vez).
    Dependiendo de las condiciones del fondo, utilizaremos diferentes formas de plomadas y elegiremos el lugar exacto en el que deben colocarse sobre la línea.
    Sobre todo para la pesca a la espera, resulta fundamental que los plomos se mantengan siempre en el mismo sitio, puesto que cualquier movimiento supone el peligro de enredo de anzuelos y armada entre ellos.
  • PESCA AL LANZADO: para la pesca al lanzado deberemos buscar plomadas aerodinámicas que vuelen limpiamente por el aire, siendo capaces de quedarse fijas en el fondo cuando haga falta, contrarrestando el efecto de las corrientes y de las olas.
    La gran mayoría de las cañas de playa tienen una potencia nominal para el lanzamiento de plomos de 115 y 170 gr., de cualquier manera los mejores resultados se obtienen con plomadas de 150 gr., por lo que los plomos de este peso se han convertido en los más comunes para la pesca desde la playa. Sin lugar a dudas, cualquiera que desee practicar a lanzar a larga distancia, debe hacerlo con plomadas de 150 gr.
  • PESCA DESDE EMBARCACIÓN: la gran mayoría de los cebos utilizados para el lanzado podrán ser usados con idéntico éxito en la pesca desde embarcación. Si pescamos con línea fija, ya sea a grandes fondos o con fuertes mareas, deberemos utilizar el plomo pirámide o el tipo corona, que sin duda son los más eficaces.
  • PESCA AL CURRICÁN: lo más adecuado será decantarse por plomos espirales de un peso que vaya desde los 100 a los 400 gramos.
Publicado en: Pesca, Material

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