Protege tu embarcación durante una borrasca

Meteorología

Tener una embarcación supone la necesidad de tener en consideración toda una serie de cuidados y prevenciones durante la temporada en la que no se esté utilizando, ya que sólo si la cuidamos correctamente podremos preservar su longevidad y disfrutar de ella por mucho tiempo.

La mayoría de los patrones son perfectamente conocedores de los cuidados que se debe realizar a la embarcación justo antes de zarpar, así como los posteriores: el mantenimiento del motor, la limpieza de las cubiertas, entre otros.

Sin embargo, no todos tienen presente la necesidad de cuidar la embarcación cuando el tiempo meteorológico no ayuda: proteger el barco ante una borrasca o tormenta importante es fundamental si queremos que no sufra daños.

Y no estamos hablando únicamente de amarrar bien el barco, no podemos quedarnos sólo en eso, hay otros muchos consejos que se deben considerar y que conviene tener presente.

Hoy en día conocemos muchas borrascas por su nombre: recientemente sufrimos el azote de Filomena, que nos dejó unas estampas nevadas como nunca habíamos visto en muchas partes de nuestro país… Otras borrascas, sin embargo, no tienen un impacto de tal magnitud, pero pueden provocar daños en tu embarcación si no las tienes en cuenta como es debido.

En este artículo te daremos a conocer los aspectos más relevantes de este tema, para que dispongas de las herramientas necesarias y logres proteger tu embarcación en todo momento.

LA INFORMACIÓN ES LA CLAVE

Como suele decirse: “Más vale prevenir que curar”; y para poder prevenir es imprescindible disponer de la información necesaria.

Estar al tanto del clima que va a reinar en la zona donde tengamos amarrada nuestra embarcación, aunque nosotros estemos lejos es vital para tomar las acciones pertinentes a la hora de proteger nuestra embarcación. En nuestros días resulta muy fácil estar al tanto de todos los cambios que se producen en meteorología.

Existen diversos canales informativos, así como medios de comunicación para determinar la magnitud del impacto que tendrá la borrasca en caza zona en particular.

Incluso, puedes apoyarte en aplicaciones fiables para determinar con mayor exactitud la llegada de la borrasca (incluso con exactitud horaria). De esta forma, podrás planificar los pasos a seguir para colocar tu embarcación en un lugar seguro o bien, reforzar la protección. Recordando que las tormentas se pueden saber con antelación y que, comúnmente, existe un margen de tiempo que podemos utilizar a nuestro favor.

CUIDADO DE LA EMBARCACIÓN

En España es más común utilizar la embarcación de forma recreativa y mayormente en verano.

Si no vas a utilizar tu barco durante un largo periodo de tiempo, te recomendamos que lo pongas a invernar; siempre que sea posible es conveniente sacarlo del agua y mantenerlo en un lugar protegido de las inclemencias.

En caso de que esto no sea posible (y somos conscientes de que casi nunca lo es), deberemos asegurarnos de que el lugar donde vamos a dejar nuestro barco durante los largos meses de invierno cumple con las condiciones adecuadas para preservar su buen estado en caso de temporal.

Así, lo más importante es que seamos capaces de evaluar los riesgos por impactos producto de vientos fuertes y oleaje.

También hay que vigilar la situación de los barcos que van a estar a su alrededor, ten en cuenta que el error o la dejadez de otro patrón puede perjudicar la integridad de tu embarcación, aunque tú lo hayas hecho de forma correcta.

EL REMOLQUE COMO OPCIÓN

En aquellos casos donde la borrasca o el temporal sean muy fuertes, y amenacen gravemente la costa, convendrá que tengamos en cuenta la opción del remolque. En este sentido, debemos intentar remolcar la embarcación lo más lejos del mar que nos resulte posible.

Para realizar este remolque, revisa previamente que todo esté operativo, revisa los neumáticos, ten todo el material a la mano, entre otros. Si es una embarcación pequeña, tú mismo puedes realizar el remolque.

Lo ideal es guardar la embarcación en un garaje o en algún otro lugar donde pueda permanecer bajo techo, pero si esto no fuera posible, ten en cuenta que siempre será preferible que esté alejada del mar cuando se acerque un temporal. Si no encuentras un lugar cerrado para dejar la embarcación y estás obligado a dejarlo al aire libre, debes de asegurarte de no tener árboles u objetos de buen tamaño alrededor, ya que con el viento fuerte pueden caer y hacer gran daño en el barco. Un consejo que puede ayudarte si tienes que dejar la embarcación al aire libre, es colocar bloques de madera entre el bastidor del remolque y los resortes, así tendrás un soporte que ayudará a mantener la estabilidad durante los fuertes vientos.

Importante: si tienes un motor intraborda debes de drenarlos para evitar daños.

En el caso de necesitar contratar un servicio profesional para remolcar el barco, consulta las opciones que ofrecen, en caso de tenerlas, para la protección durante la borrasca. Así podrás tener total tranquilidad, incluso, algunas empresas cuentan adicionalmente con un seguro propio contra daños para este tipo de situaciones.

Y algo fundamental: intenta siempre realizar esta labor con tiempo suficiente, remolcar el barco no es una tarea sencilla y si tienes que hacerlo en pleno temporal, puede complicarse mucho más y puede poner en riesgo no sólo a la embarcación sino también a las personas que realicen la labor de remolque.

EL AMARRE

Existen diversos tipos de muelles, algunos disponen de más espacio entre embarcaciones y otros son más estrechos. En caso de mal tiempo, el barco podrá permanecer sin problemas, pero en el caso de una borrasca de magnitud alta, lo más recomendable es que realices el remolque.

Si no tienes más opción que dejarlo en el muelle, deberás valorar los riesgos para accionar de la mejor manera y prevenir un gasto económico por los daños de la embarcación.

Para realizar un amarre correcto, asegúrate de que tienes pilares resistentes, el lugar debe de estar lo más refugiado posible del agua abierta, así la fuerza de las olas no afectarán gravemente la embarcación. Cuando procedas al amarre, dobla todas las líneas, manteniendo la holgura necesaria y evita a toda costa forzar ciertas partes del barco.

Es recomendable utilizar anclas en lugares específicos, como en los extremos.

Disponer de guardabarros es esencial para proteger aquellas zonas donde consideras que el barco puede sufrir mayor daño, estos servirán como amortiguadores.

También es buena idea colocar una lona de calidad y correctamente ajustada para nuestro barco: con ella evitarás que entre agua a la embarcación.

DAÑOS DE LA EMBARCACIÓN POR BORRASCA

Existen diversos daños que pueden sufrir las embarcaciones, esto dependerá no sólo de la fuerza de la borrasca sino también, de la protección que le hayas dado para enfrentarse a ella.

Dentro de los daños más comunes tenemos los siguientes:

  • La inundación por embate de mar produce el hundimiento de la embarcación, así como también el naufragio de esta. Sucede cuando el mar sobrepasa el nivel del muelle, provocando con su fuerza la rotura del amarre. Por esta razón es importante asegurarnos que las fijaciones son resistentes, así como la distancia del muelle con el agua abierta.
  • El viento también es un agente que provoca daños, específicamente en los toldos y las velas, provocando la rotura de estas.
  • Durante el bamboleo de las embarcaciones por el mar agitado, pueden colisionar eventualmente y repetidas veces, provocando daños en los pantanales y en sus defensas. También se pueden tener daños en la obra muerta del casco.

En general, dejar el barco en el muelle resistiendo las inclemencias de una borrasca puede traer consecuencia fatídicas. Desde el hundimiento, hasta daños importantes y sumamente costosos en la embarcación. Por lo tanto, recomendamos ubicar el barco en una zona protegida y segura, aunque esto signifique invertir un poco más en su protección.

Publicado en: Náutica, Meteorología

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