Navegando con temporal

Meteorología

Nos enfrentamos a vientos de fuerza diez, tenemos que atravesar la mar agitada por un fuerte temporal, navegando a doce nudos y con el agua entrando por doquier.

Es una situación que siempre es mejor evitar, pero que hay que tener presente que puede sucedernos y, por tanto, debemos saber cómo reaccionar correctamente para conseguir que toda la tripulación salga ilesa.

Todos somos conscientes de que antes de zarpar hay que conocer con exactitud la meteorología que nos podremos encontrar durante toda la ruta elegida. Sin embargo, en ocasiones los temporales empiezan a formarse y nos encuentran en medio del mar. Recuerda que, cuando el mar se agita y libera su energía, la situación puede tornarse insostenible en sitios con poco fondo.

Queremos ofrecerte los mejores consejos para que estés preparado para cualquier situación, siempre partiendo de la premisa de que todo plan se debe cancelar si existe riesgo de temporal.

PREPARACIÓN PREVIA

Partiendo del hecho de que no existía ningún pronóstico climático que indique algún riesgo en el mar; vemos a lo lejos un temporal que se aproxima; ¿qué hacemos?

Teniendo en cuenta que la tripulación siempre debe tener conocimiento, aunque sea básico, de todo lo relacionado con los instrumentos de seguridad y salvamento. Damos inicio a la preparación previa antes de que el temporal alcance al barco, a continuación te ofrecemos las recomendaciones a tener en cuenta:

  1. Informar al personal altamente capacitado para reaccionar con la responsabilidad y conocimientos apropiados a la situación. Todos los tripulantes deben de tener a mano los chalecos, también contar con los arneses y la radiobaliza.
    Nos aseguramos de que las líneas de vida se han dispuesto de forma correcta. Recuerda que, cuando las olas alcancen su punto, será muy difícil buscar cualquier objeto de importancia. Asegurar la vida de todos es lo principal ante la llegada del temporal.
  2. Mantener la calma y designar las actividades correspondientes, el patrón del barco debe de tener seguridad en todo lo que haga y por supuesto, tomar la decisión de correr el temporal o bien, capearlo. Esto lo detallaremos con mayor precisión más adelante. También se debe de anotar en el cuaderno de bitácora la posición exacta, así como en las cartas de navegación y en los dispositivos electrónicos. Estos datos nos servirán en caso de necesitar al Salvamento Marítimo.
  3. Se debe de tener especial cuidado con los mareos, es recomendable tomar la medicación que amortigüe los estragos de una tormenta. Una persona mareada y aparte, asustada, no reacciona de forma correcta ni coherente. Pudiendo poner su vida y la de otros tripulantes en peligro.
  4. Tener pleno conocimiento del tipo de embarcación que se tiene, no reacciona igual ante un temporal un barco de motor que un velero. Se entiende que el barco de motor alcanza una velocidad ideal para poder salir de ciertas situaciones más rápido, más sin embargo; el velero de esloras se comporta mucho mejor en el mar con mal tiempo.

CAPEAR O CORRER EL TEMPORAL

Para tomar la decisión, se deben valorar una serie de detalles previamente y por supuesto, actuar de forma rápida. Siempre es mejor planificar una estrategia solo por prevención y únicamente se tendrá que poner en práctica si se presenta la situación en el mar.

Capear el temporal es enfrentarlo con la proa y correr el temporal se refiere a correrlo desde la popa. Se trata de dos maniobras totalmente diferentes, con sus características propias y se debe de basar en el conocimiento pleno del tipo de embarcación que manejas.

Debes tener en cuenta la condición o el nivel en que se encuentra el mar en ese momento de temporal, así como también la posición del barco, la fortaleza de la embarcación y por supuesto, la capacidad de la tripulación, lo cual engloba sus conocimientos, destrezas y experiencias. Analizar la distancia en la que estamos de la costa y valorar el nivel del temporal. También es muy recomendable para prepararse ante este tipo de situaciones, el practicar diversas técnicas en cualquier día de navegación con buen día, mejor si tiene vientos fuertes pero que podamos controlar. Así iremos desarrollando nuestro propio método, estaremos ganando confianza y tomaremos mejores decisiones si llegase a suceder.

CAPEAR EL TEMPORAL A VELA

El principal punto a tener presente, es disponer de las velas apropiadas.

En segundo lugar, se debe de valorar la fuerza del viento, si este es muy fuerte se debe de reducir el velaje, así se disminuye la exposición al viento, teniendo como resultado menor movimiento de la embarcación durante el capeo, ya que de lo contrario, serán más violentos de lo normal. Considera la vela mayor de capa, ya que es mucho más resistente que la vela mayor.

En el momento de hacerle frente al temporal, lo ideal es que la embarcación esté detenida. En este sentido, cuando el movimiento lo realice el viento, el barco cortará el oleaje con la proa, evitando recibir un choque de magnitud. Recuerda que el barco debe de cortar las olas sin chocar con ellas y por supuesto, cuidando los costados, ya que son la zona más vulnerable.

CAPEAR EL TEMPORAL A MOTOR

Sabemos que disponer de velocidad con ayuda del motor puede alejarnos más fácilmente de una situación de peligro, sin embargo, se debe de emplear este beneficio de forma razonable y siempre midiendo las consecuencias.

Para empezar, ajustamos la potencia del motor para poder controlar el banco todo el tiempo posible, evitando un choque contra las olas.

Evalúa el consumo de combustible, ya que enfrentarse a un temporal puede ser una verdadera batalla. Y muy atentos a la velocidad que se utilice, esta debe ser la misma tanto para atravesar el temporal como para controlar el barco.

CORRER EL TEMPORAL

Dependiendo de tu posición, evitar la batalla contra el temporal a veces es la mejor maniobra que puedes hacer. Sobre todo si se trata de un velero de gran tamaño. Ten en cuenta que puede correrse de forma libre o con estachas. Si eliges la primera, tendrás que pasar el temporal a una velocidad constante, sin detenerte durante toda la travesía. De esta manera tendrás siempre el control y a mayor medida que pierdas velocidad, perderás control.

En el segundo caso, correr con estachas, es una técnica que indica largar por la popa algunos cabos, alrededor de 30 a 50 metros, teniendo distintos elementos pesados atados a la punta. La idea de esta maniobra es que el barco deje las olas en la popa, contando con frenos que disminuyen la velocidad. Es la más apropiada en casos donde nos encontremos en mar abierto y el viento tenga mucha fuerza, hablando de un temporal de nivel.

Publicado en: Náutica, Meteorología

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