Cuidar de nuestra embarcación es una tarea necesaria e importante para mantenerla en buen estado, funcional y permitir que dure muchos años en las mejores condiciones.
Y dentro de esos cuidados, pintar es una de las actividades principales que debemos realizar y que cambiará el aspecto general del barco, hacia un aspecto más nuevo y sin duda estéticamente llamativo. En el presente boletín te daremos los consejos y técnicas necesarias para que puedas pintar tú mismo la embarcación, recordando de antemano que muchas veces “lo barato sale caro” y por lo tanto, escatimar en dinero, en la preparación del sustrato, en el tiempo dedicado… suele desencadenar problemas a futuro que tendrán como consecuencia un gasto adicional de dinero.
Dicho esto, iniciamos este artículo con una recomendación fundamental: invierte de forma inteligente en tu barco, compra una pintura de calidad, así como los demás materiales que necesitarás y, por último, tómate el tiempo necesario para darle un acabado de nivel.
PREPARAR LA SUPERFICIE DE LA EMBARCACIÓN
El primer y más importante punto de todo el proceso de pintado del barco es este: preparar la superficie.
Y es que, para conseguir el acabado perfecto, es fundamental partir de una superficie bien preparada, en la que habremos arreglado los daños con masilla y los habremos lijado perfectamente hasta conseguir que esté totalmente uniforme.
En función del tamaño de la embarcación, puede que lo más aconsejable sea distribuir la actividad por zonas, para ir abarcando cada una de ellas con la intensidad y concentración que requiere. También es recomendable confirmar que las capas de imprimación se hayan adherido y lijado de forma correcta, teniendo una superficie uniforme y lisa, sin marcas ni defectos. Esto lo recalcamos, porque de lo contrario, al aplicar la pintura estas marcas o desperfectos serán visibles y no permitirá que el acabado final esté prolijo.
Para acabar el trabajo realizado, con una lija de grano mediano, se debe de lijar la superficie para obtener de esta forma un anclaje efectivo de la pintura sobre el barco. Hecho este paso, podemos limpiar y desengrasar con un trapo toda la superficie. Te aconsejamos utilizar alcohol metílico, acetona u otro producto similar para empapar el trapo.
La última etapa de este proceso consiste en retirar las capas de pinturas que estén en mal estado o que ya tenga cierto relieve sobre la superficie de la embarcación. Tendrás que valorar la necesidad de eliminar todas las capas, considerando que algunas son realmente difíciles de quitar. Lo mejor es intentar enfocarnos en aquellas zonas con pintura antigua en mal estado, manteniendo así la uniformidad en toda la embarcación. Para realizarlo, puedes utilizar un decapante o bien, si eres experto puedes emplear una pistola de aire caliente. De cualquier manera, deberás tener especial cuidado para no causar daños en el gelcoat o al laminado subyacente, en ocasiones, las capas anteriores se encuentran en buen estado, si es así, únicamente bastará con desengrasar y limpiar.
LAS CAPAS DE PINTURA
Dependiendo del tiempo que quieras disponer y el deseo de obtener un barco prolijo, las capas de pintura varían.
Para dejarlo impoluto, lo mejor es aplicar dos capas de imprimación, luego tres capas de fondo y por último, dos capas de acabado.
En algunos casos puede necesitar una capa adicional. Esto dependerá del color que hayas elegido, por ejemplo, si es diferente al anterior o un tono más claro que el anterior.
Los instrumentos que utilices también causan un efecto en el acabado, ya sea con brocha, rodillo o con pistola, este último suele dejar capas bastante finas, por lo tanto requiere de más capas de pintura. El beneficio que tiene esta técnica, es su secado rápido. La elección de cualquiera de estos tres instrumentos es a gusto de cada persona.
MÉTODO DE APLICACIÓN
Dependiendo del nivel que tengas como pintor de tu barco, podrás optar por un método u otro. Estos métodos van de la mano con la elección del material e instrumento a utilizar, tal como lo mencionamos anteriormente puedes elegir entre pistola, brocha o rodillo. También utilizar diferentes instrumentos para distintas áreas del barco.
Independientemente de los materiales que elijas, te recomendamos que le dediques tiempo y pienses bien cuál es el mejor lugar donde pintar el barco, teniendo en cuenta que e l clima puede causar efectos negativos en el trabajo que estás realizando mientras estás en el proceso de pintura.
Tienes la opción de cubrir el barco con plástico tensado, este lo colocas en una estructura bien de metal o de madera, dejando suficiente espacio para colocar la lona y mantener el barco protegido.
Veamos a continuación los métodos para pintar el barco:
- Pintura a pistola: es el método elegido comúnmente por los profesionales, así como también por aquellos que suelen esmerarse un poco más al momento de cuidar su embarcación. Esta técnica puede tomarte algo más de esfuerzo, ya que requiere de varias capas y se debe de tener especial cuidado al pintar para no alcanzar objetos u otras embarcaciones.
- Brocha y rodillo: teniendo el rodillo para las zonas más amplias y la brocha para las más pequeñas o bien, para eliminar punteados de pintura que haya dejado el rodillo. En este caso recomendamos un trabajo en equipo, con dos personas será suficiente. La dinámica para un acabado casi profesional, será la siguiente; una persona aplica la pintura teniendo un rodillo de diez centímetros y la otra persona pasa la punta de la brocha ancha de manera cuidadora pera eliminar el punteado del rodillo.
Con respecto a las demás partes de la embarcación como las cubiertas, bañeras y el techo, es similar al de la obra muerta, pero con la diferencia de que necesitarás algo más de tiempo. Ya que deberás de colocar la cinta de pintor, determinar el tipo de pintura más adecuado de acuerdo con los materiales con los que se han construido cada zona y también afecta el hecho de no poder utilizar una lijadora grande. Algunas podrán ser pintadas con rodillo, pero gran parte de estas zonas al ser más pequeñas tendrán que ser a brocha.
BARNIZAR LA EMBARCACIÓN
Viene siendo la tarea más exigente de todas, ya que cualquier imperfección se notará mucho más con el acabado final. El barniz tiene la tendencia a deteriorarse por heladas y por la luz solar, a diferencia de la pintura, pero sin duda dejará el barco estupendamente.
El barniz se debe aplicar siempre con brocha y en tres etapas, la primera en sentido de la veta de madera, estirándolo con la brocha y manteniendo un ángulo de 90 grados; para finalizar, eliminamos la marca de la brocha con un ligero movimiento en dirección de la veta.
Es importante determinar el tipo de barniz que necesitamos así como el tipo de diluyente a utilizar. Debes de tener una cinta especial para proteger las superficies y recuerda q ue no deben de permanecer mucho tiempo en el sol.
Si barnizas durante el día, debes prestar atención a la temperatura, esta no puede ser menor a cinco grados ni mayor a veinte grados, trabajando preferiblemente en la sombra. Si decides barnizar de noche debes de tener precisado el nivel de humedad, ya que no puede ser mayor a 65% porque afectará al brillo. Existen infinidades de trucos y técnicas para aplicarlo, determinando que la más eficiente, es la paciencia y dedicación.
ANTIFOULING
Anualmente es necesario aplicar el antifouling, el cual consiste en realizar una limpieza profunda del casco de la embarcación, para posteriormente aplicar una capa de pintura especial denominada anti-incrustante, cuya función principal es evitar el crecimiento y proliferación de organismos marinos en el casco.
Esto además de prolongar la vida útil de tu embarcación, te permitirá navegar mucho mejor, haciendo de forma correcta las maniobras y permitiendo que el viento sea utilizado de mejor manera, propulsando la embarcación con mayor fuerza.
Si no se realiza el antifouling, estos organismos marinos pueden apoderarse de tus quillas, timones y hélices, ocasionando graves problemas en tu embarcación y peor aún, pudiendo comprometerte en alta mar, atravesando una situación de alto riesgo por fallo de hélices o de timón.
