La ósmosis es el proceso que sufre la resina al descomponerse, producto de la absorción de agua que realiza el casco de la embarcación, teniendo como resultado la pérdida de la homogeneidad, alterando sus propiedades mecánicas. Podemos detectar y tratar a tiempo la ósmosis, devolviéndole la vida a nuestro barco, simplemente con revisar de forma periódica la humedad localizada en el casco.
En el caso de los barcos de PRFV, presentan una capa externa del gelcoat, con la finalidad de proteger el laminado de los agentes que se encuentran en el mar. Sin embargo, en algunos casos esta capa externa puede actuar como una membrana semipermeable y deja pasar agua al interior del laminado. De esta manera, poco a poco se va formando la ósmosis.
Para evitar que este fenómeno dañe la embarcación, es importante determinar a tiempo la cantidad de humedad en el casco, evitando que esta penetre en el estratificado empleando resinas y gelcoats altamente impermeables. En dado caso de necesitar un tratamiento, es recomendable realizar un chorreo de arena en dos fases:
- Eliminar el antifouling: dejando al descubierto el gelcoat para poder realizar un buen lavado con agua y dejamos secar muy bien.
- Eliminar la capa de gelcoat: así como también las demás zonas que se encuentren en mal estado.
Posteriormente para el mantenimiento, es recomendable realizar un control continuo de los niveles de humedad, así como también de la temperatura en el interior y exterior del casco. También se debe de colocar un tratamiento con dos capas de imprimación con alto contenido de resina epoxy con elevado espesor.
La ósmosis se puede presentar en tres grados, siendo los siguientes:
- 1er grado: cuando la humedad es superior a lo normal, hemos iniciado la primera etapa donde el agua ha logrado filtrarse en los tejidos de poliéster debajo de la capa del gelcoat.
- 2do grado: se observan ampollas de unos 5 mm de diámetro, estas contienen una solución ácida y se disponen en la superficie del gelcoat.
- 3er grado: ampollas de un centímetro o más de diámetro, indicando que la ósmosis se ha instalado en los tejidos, necesitando con urgencia el tratamiento.
