EL CUIDADO DEL CHALECO SALVAVIDAS

Material

Si es importante mantener en perfecto estado todas las partes de nuestra embarcación, cuánto más lo es prestar atención a todas aquellas relacionadas con materiales de seguridad.

No basta con comprar y guardar el material que la ley nos exige en cada caso, sino que deberemos revisarlo y realizar los oportunos cuidados por si en alguna ocasión los necesitáramos.

Estamos seguros de que, en caso de necesitarlos, en un momento de urgencia, no querremos acordarnos de lo que deberíamos haber hecho y no hicimos…

 

A continuación hacemos un breve resumen de los puntos más importantes a tener en cuenta en el cuidado de los Chalecos Salvavidas y Flotadores:

– Hay que lavarlos cada cierto tiempo. Para ello utilizaremos abundante agua dulce, junto con un jabón neutro. Muy importante: antes de guardarlos hay que comprobar que están totalmente secos.

– Si dispones de chalecos inflables, conviene comprobar que no existe ninguna pérdida de aire. Para ello deberás inflarlos y dejarlos inflados durante un mínimo de 24 horas, tras las cuales comprobaremos que se mantienen en el mismo nivel de inflado inicial.

Hay que comprobar también la válvula de inflado, ya que ésta suele atascarse debido a la falta de uso. En caso de que fuera así, deberemos proceder de inmediato a su cambio.

– En caso de que sea necesario colocar algún parche, será preferible encargarlo al fabricante para que realice una revisión.

– Un punto débil de cualquier chaleco, y donde por tanto debemos poner especial cuidado son las cremalleras y cierres automáticos, que pueden atascarse fácilmente debido a la salitre.

Ten en cuenta que un chaleco o un flotador que no puedan cerrarse correctamente no servirán para nada.

Para conseguir que una cremallera atascada por la sal vuelva a funcionar bien, deberás lavarla adecuadamente con abundante agua dulce; en caso de que esto no funcione, deberá aplicar un líquido especial para desatascar cremalleras, que dejará actuar durante toda una noche. Si aun así persiste el problema, deberemos eliminar la corrosión rascando con la punta de una navaja o cuchillo, al tiempo que pondremos más cantidad de líquido. Una vez desatascada, frota los dientes con un cepillo fino de alambre y aplica producto desatascador.

Repetiremos todo el proceso con los cierres automáticos si fuera necesario.

Por supuesto, después habrá que comprobar que todo funciona bien y que el estado del chaleco no se ha visto afectado.

– Por último, conviene recordar que resulta imprescindible revisar el resto de elementos de los que disponga el chaleco: luces de seguridad, silbatos, bandas reflectoras… todo debe funcionar a la perfección si queremos que el chaleco cumpla con su función.

Publicado en: Náutica, Material

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