Este verano ha sido especialmente caluroso… hemos “disfrutado” de muchas horas de sol, lo que sin duda nos ofrece la posibilidad de contar con más tiempo para disfrutar en el mar, pero también supone un serio riesgo para las velas de nuestra embarcación.
Aunque todos esperamos la llegada del astro rey para garantizar una navegación placentera, lo cierto es que mientras nuestro barco permanece en puerto resulta conveniente tener una serie de precauciones cuando el sol brilla, puesto que pocas cosas pueden resultar tan perjudiciales para las velas como la acción del sol directo.
A nadie se le escapa que el sol es uno de los elementos que más dañan las velas, conviene por tanto que sepamos cómo protegerlas si queremos garantizar su duración.
Para ello, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:
– Utiliza fundas protectoras siempre que vayas a dejar su mayor colocada en la botavara. Existen bandas de protección solar muy útiles para tal fin (por supuesto si vas a permanecer semanas sin navegar, lo mejor será que saques la mayor y la guardes convenientemente).
– Las velas de proa siempre deben estar correctamente plegadas y estibadas en su correspondiente saco (que deberá estar marcado, para que no exista ningún tipo de equivocación).
En caso de que eso no sea posible y las velas deban permanecer en la proa, convendrá que las enrollemos con una banda de tejido protector contra la radicación solar de un ancho tal que cubra toda la vela en cada vuelta de enrollador hasta el final; para hacerlo más cómodamente, comenzaremos por coser este tejido en la baluma y en el pujamen de la vela.
