Hablamos de uno de los instrumentos más importantes de una embarcación, su función es ofrecer una sujeción en el fondo marino. Es fabricada con hierro y con independencia de los diversos tipos, siempre tendrán ganchos que sobresalen de una barra recta. Permite mantener la embarcación estática en un punto del mar. La cantidad de anclas dependerá del tamaño de la embarcación, si es pequeña bastará con una sola. Si es más grande, deberá de disponer de varias anclas ubicadas en sitios diferentes, distribuidas en la proa y en la popa.
Lo más recomendable es tener dos anclas, la principal y otra secundaria en casos de emergencias o inconvenientes. Todas las anclas cumplen con su función, lo importante es determinar cuál es la correcta para nuestra embarcación y cuántas se necesitan en realidad. Así como también definir el peso de estas. Veamos a continuación los tres tipos de anclas más utilizadas:
- Ancla de arado: es una de las más populares, gracias a su polivalencia en distintos tipos de fondos marinos. También permite elegir dentro de su amplia gama de modelos, como puede ser el Bruce, siendo la más moderna del mercado, también está la Q.R., empleada mayormente por veleros y siendo considerada muy confiable. Y la Delta, siendo la más recomendada para embarcaciones de más de ocho metros de eslora.
- Ancla Danforth: se caracteriza por ser poco pesada, siendo plana y con un óptimo agarre del suelo marino, incluso los fangosos, lodosos o arenosos, siendo los más complejos. Su tamaño es bastante grande y no debería de utilizarse para el fondeo en marcha. El ancla Fortress es muy similar, con la peculiaridad de estar construida con aluminio.
- Ancla de arpeo: está especialmente diseñada para usar en fondos marinos rocosos y para las embarcaciones pequeñas. Se compone de cuatro uñas, cuatro brazos y una caña. También es llamada ancla de rezón y grampín.
