LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO DEL ACERO INOXIDABLE

Consejos

Ya sea de motor o de vela, un barco lleva acero inoxidable en muchos puntos, sobre todo en el exterior: cubierta, herrajes, cables, tensores de obenques, protectores… este material es utilizado en múltiples zonas de una embarcación que son, sin duda, algunas de las más visibles…

Mantener en buen estado todos estos elementos es importante no sólo desde el punto de vista estético, sino también por propia seguridad, puesto que muchos de ellos sujetan partes vitales del barco o permiten evitar serios accidentes.

Si algo destaca en el acero inoxidable, además de su resistencia, es sin duda la sencillez de su mantenimiento.

Debido al hierro que siempre está presente en el inox, con el tiempo estas superficies pueden tornarse de color dorado.

Debemos saber que la resistencia de este acero no varía por tener aspecto oxidado o sucio (puesto que será algo superficial), pero la corrosión sí afectará a su resistencia.

Ni que decir tiene que si seguimos una rutina adecuada de limpieza de todas las superficies de inox, no alcanzaremos nunca los extremos de corrosión y podremos mantenerlas como nuevas por mucho tiempo. Con una limpieza adecuada y rutinaria, mantendremos inalteradas sus características originales, preservando su belleza, higiene y durabilidad. El secreto de esta limpieza está en el uso de productos y procedimientos apropiados y en un cuidadoso manejo del producto.

Una limpieza periódica, el aclarado con agua dulce sin medios ni herramientas agresivos y con jabones neutros a ser posible, son la mejor forma de hacer brillar el inox durante meses y años. Así lo primero que deberemos hacer cuando apreciemos alguna mancha en una superficie de acero, será proceder a su limpieza con un jabón neutro y agua dulce. En caso de que con el jabón normal las manchas no desaparezcan, deberemos probar con polvos de fregar, que deberán ser lo más finos posible, hechos con piedra pómez o alúmina, sin óxidos de hierro.

Incluso podemos optar por limpiadores con sosa cáustica de uso doméstico. Si las manchas fueran de cola, pintura o productos grasos, deberemos utilizar disolventes (aguarrás, beceno…), lavando posteriormente la superficie con detergente y abundante agua limpia. Las manchas de dedos se eliminarán con alcohol, al igual que si existieran restos de etiquetas.

La limpieza para la eliminación de partículas ferrosas también puede hacerse con ácido nítrico, disuelto en agua, hasta un máximo del 50%. Optaremos por esta solución cuando el resto de los métodos de limpieza hayan fallado. Para limpiar deberá aplique el material con un paño suave o con una esponja de nylon fina, aclare con abundante agua dulce y a continuación seque utilizando un paño suave.

Nunca utilices estropajos de acero, pues pueden dejar residuos sobre la superficie del acero inoxidable, comprometiendo de esta manera su resistencia a la corrosión. Por supuesto tampoco deberán utilizarse cepillos, muelas, discos… que habitualmente se usan con el hierro. La típica reacción de coger un cuchillo o navaja para rasgar una superficie en la que ha quedado pegada un resto de etiqueta resulta totalmente contraproducente.

Para el mantenimiento de los productos de acero inoxidable, conviene utilizar siempre el método de limpieza más ligero posible; hay que ser paciente y, antes de llevar a cabo procedimientos más agresivos, repetir la operación un número razonable de veces.

En caso de que resulte imposible la limpieza y el grado de oxidación sea importante, podremos optar por el uso de ácido sulfúrico.

Publicado en: Náutica, Consejos

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