Con la que está cayendo, estamos completamente seguros de que el titular que acabas de leer te habrá animado para seguir leyendo este artículo.
Efectivamente, con el combustible en máximos históricos, una de las mayores preocupaciones para echar a navegar nuestra embarcación es la de ahorrar combustible, intentando alargar al máximo cada depósito.
Más allá de los motivos puramente económicos, ahorrar combustible es también fundamental desde un punto de vista ecológico, si queremos cuidar del medio ambiente.
Por todo esto hemos creído tan importante dedicar un artículo especial a recopilar los mejores consejos y trucos que te permitirán ahorrar combustible en tu embarcación. Esperamos sinceramente que te sea de ayuda.
CONSEJOS BÁSICOS
Puede que algunos de los siguientes consejos, por básicos, ya los conozcas, aun así creemos que no está de más recordarlos, puesto que a pesar de conocerlos no siempre los tenemos presentes cuando iniciamos una navegación:
– Velocidad: A mayor velocidad, mayor consumo de combustible. Este es un principio básico para cualquier vehículo a motor. Si aumentamos la velocidad estaremos exigiendo un mayor rendimiento al motor y con ello estaremos aumentando el consumo. Por lo tanto, tenlo bien presente: si quieres reducir el consumo, baja la velocidad.
– Resistencia: El barco ofrece una resistencia al navegar; cuanto mayor sea esta resistencia, más combustible necesitará para su movimiento. Es importante por tanto que seamos capaces de reducir la resistencia de nuestra embarcación; para hacerlo existen algunas opciones que conviene conocer y considerar:
* Mantén el casco lo más limpio posible: Si el casco de la embarcación está limpio y sin elementos incrustados, cuando esté en contacto con el agua se deslizará mejor, por lo que necesitará menos combustible para funcionar. Se estima que el consumo de combustible en un barco con el casco limpio, frente a otro con el casco sucio, puede suponer un ahorro de ¡¡hasta un 30%!!
* Ajuste de los flaps y trims de lanchas motoras: Los flaps y los trims de las lanchas motoras deben estar bien ajustados para que la posición del asiento sea adecuado, mejorando la aerodinámica y reduciendo el consumo de combustible.
* Correcta distribución del peso: También se recomienda distribuir el peso en la embarcación para mejorar el equilibrio, y de esta manera reducir la resistencia, y por tanto el consumo. Éste no es tampoco un punto menor: un barco bien equilibrado reducirá notablemente la resistencia y navegará de forma mucho más fluida, lo que sin duda se notará el en consumo.
– Planificar la ruta de navegación: Antes de salir a navegar, se recomienda planificar la ruta que se va a seguir. Esto nos permitirá no perder tiempo navegando sin rumbo, o pasar tiempo con el motor encendido mientras se toma una decisión de hacia dónde dirigirse.
Aunque parece algo muy básico, lo cierto es que requiere de una planificación previa lo más detallada posible, no basta con elegir el destino, hay que saber bien la ruta a seguir para alcanzar el destino, así como intentar recabar la máxima información que nos pueda servir de utilidad durante el trayecto: climatología, tiempos de desplazamiento…
– Maniobras: Más allá de la habilidad de cada patrón para realizar el mínimo número de maniobras posible, siempre resulta recomendable que pongamos el motor en marcha solo cuando resulte realmente necesario.
– Fondeado: Si vas a permanecer fondeado, lo recomendable será apagar los circuitos eléctricos innecesarios, desde el molinete de anclas hasta los aparatos de navegación, es la única forma fiable de evitar que se siga consumiendo combustible.
– Encendido: Debes intentar mantener el motor encendido el mínimo tiempo posible. Así, cuando vayas a salir con la embarcación del puerto, es suficiente con tener el motor encendido unos minutos, sin tenerlo encendido durante un periodo prolongado de tiempo.
– Revisión del motor: Quizás este debería ser el primer punto a tener en cuenta, porque para que un motor consuma poco lo primero y más importante es que su estado sea el más adecuado posible. Para conseguirlo, hay que ser constante en el mantenimiento del motor para que su funcionamiento sea óptimo y no se estropee, de forma que su rendimiento sea el mejor. Si el motor no se revisa, puede tener diferentes problemas que hagan que se pierda combustible y que, a largo plazo, puede traer consecuencias como tener que sustituir por completo el motor.
– Limpieza del filtro de aire: La suciedad en el filtro de aire perjudica al motor, provocando que su rendimiento sea menor.
– Motor de gasolina o diésel: A nivel general conviene tener en cuenta que los motores que funcionan con gasolina a largo plazo suelen tener un rendimiento menor, en cuanto a combustible, que los motores que funcionan con diésel.
– Revisión de inyectores: No cabe duda de que otro punto importante para que el motor funcione correctamente es el estado de los inyectores. Quizás aquí ya nos metemos en palabras mayores y la revisión de estos elementos los dejaríamos en manos de un mecánico especialista que sea capaz de comprobar que todo es correcto.
– Circuitos de refrigeración y eléctricos: Para el funcionamiento adecuado del motor, es necesario que mantenga una temperatura correcta, evitando el calentamiento. Por otro lado, un circuito eléctrico correctamente instalado y no derrochar energía eléctrica, también ayuda a ahorrar combustible.
– Nivel de aceite: También hay que ser constante en la revisión y cambios de aceite, ya que si el nivel de aceite es bajo puede llegar a quemarse el motor, y si usamos más aceite del necesario, se requiere más energía, y por tanto mayor combustible.
– Peso de la embarcación: Cuanto mayor sea el peso, mayor potencia necesita tener el motor para navegar. Sin embargo, si el barco no lleva mucha carga, el consumo es menor. Por ello, es aconsejable revisar lo que hay guardado en el barco porque si no es necesario, puede retirarse del barco para no llevar carga de más.
– Tamaño del motor: Nada más importante que una correcta proporción entre el tamaño de la embarcación y el tamaño del motor:
– Si el motor resulta muy pequeño quemará mucho aceite, al revolucionarse demasiado, y consumirá en exceso.
– Si por el contrario, el motor es demasiado grande, estaremos gastando de más sin necesidad de forma constante.
– Medidor de flujo: Para conocer si el funcionamiento del motor es correcto, se puede instalar un medidor de flujo, que informa del consumo del motor en un momento dado. Este tipo de instrumentos es básico para saber que todo funciona como es debido.
– Hélices: Revisar de forma periódica las hélices es algo que todo patrón debería hacer. Y es que muchas veces están dañadas por golpes, lo que hace que su funcionamiento no sea correcto y que sea necesaria una mayor cantidad de combustible. El estado en el que se encuentran no se puede ver cuando el barco está en el agua, por lo que se recomienda un mantenimiento anual, en el que el barco se quita del agua, y también se hace esta revisión.
– Cambiar el motor: Si el rendimiento del motor no es óptimo, una solución es cambiarlo por otro con un funcionamiento adecuado y un rendimiento mejor. En este sentido, los motores modernos suelen ser más eficientes que los motores antiguos, porque se fabrican teniendo en cuenta las exigencias y las homologaciones de la actualidad.
– Auditoría energética: Las auditorías energéticas estudian cuál es el consumo real de combustible, en este caso de una embarcación. Para ello, las empresas especializadas en ahorro energético instalan una serie de medidores en la embarcación, y miden los consumos, de los que se puede extraer si hay alguna incidencia.
En la mayoría de las ocasiones, un consumo excesivo de combustible se debe a varias razones, por lo que haciendo un mantenimiento adecuado se podrá detectar con antelación el fallo y evitar el gasto de combustible. Estos hábitos son beneficiosos de forma personal, y al mismo tiempo ayudan a cuidar el medio ambiente.
