LA IMPORTANCIA DE ESQUILAR AL CABALLO

Cuidados del caballo

El pelaje del caballo es natural y necesario para el animal, ya que tiene la función de aislarlo de las temperaturas exteriores extremas. Este abrigo natural protege a los caballos que viven al aire libre del clima más frío.

Sin embargo, si el equino realiza un trabajo regular, el pelaje puede provocar que sude demasiado, lo que puede conllevar el enfriamiento debido a la humedad o incluso conducir a otros problemas como el resfriado o los hongos, al no poder secarlo convenientemente y regular su temperatura.

Por todo esto muchos cuidadores deciden esquilar sus caballos.

Esquilar al caballo supone multitud de beneficios que enumeraremos más adelante, pero siempre debe ir ligado a un cuidado y aseo óptimos.

Si quieres mantener a tu animal sano y feliz,  lo más recomendable puede ser esquilarlo… a continuación te damos las claves de cuándo y cómo hacerlo.

 

¿CUÁNDO ESQUILAR AL CABALLO?

El caballo es un animal salvaje que ha sido domesticado con el paso del tiempo. Desde que vive en cautividad su función vital ha cambiado. Tanto los trabajos que realiza como la alimentación que recibe influyen directamente en su pelaje.

Por lo normal, el esquilado se realizará entre el final de otoño y el principio del invierno. Así, la mejor época es hacerlo entre octubre y diciembre, momento en el que el frío no es tan intenso y el pelo empieza a crecer. Pero, ¿por qué se realiza el esquilado para los meses fríos y no en los meses de más calor? Durante el invierno, el animal genera sudor cuando trabaja, este sudor tarda en secarse en comparación con la primavera o el verano. Esto provoca humedad y la acumulación de frío, derivando en otras complicaciones como los hongos.

Sin embargo, aunque hacerlo como se ha descrito es la tónica general, hay que tener en cuenta otros factores que podrán influir en la decisión final.

– En primer lugar, el tipo de pelo del animal. Es aconsejable esquilar a los equinos con un pelo más grueso como mínimo dos veces al año.

En segundo lugar, el clima y el lugar. No es lo mismo el verano en Andalucía que en Galicia, ni las temperaturas se regulan igual cerca del mar que en la montaña.

En tercer lugar, el trabajo que realiza el animal, teniendo que valorar el esquilado de forma distinta para caballos de tiro o caballos usados para el deporte.


BENEFICIOS DE ESQUILAR AL CABALLO

¿Qué beneficios concretos tiene esquilar al caballo?  A continuación enumeramos los principales beneficios, todos ellos de gran importancia:

  • Evitar posibles enfermedades. Esquilando al caballo una vez al año es posible detectar posibles problemas generados en la piel, ya que debido al pelo puede que no se puedan detectar a simple vista. Algunas enfermedades que son más fáciles de detectar son la dermatitis,  eczemas, hongos o posibles bultos.
  • Reducir el riesgo de infecciones. Los caballos pueden hacerse heridas (que a veces tardamos en detectar) por distintos motivos. Estas, ya sean provocadas por objetos cortantes, punzantes o por desgarros, son propensas a infectarse. Esquilar la zona en la que está la herida evitará que se infecte y cause más problemas.
  • Evitar el frío. Los caballos de tiro y de deporte, si no son esquilados, retienen el sudor en el pelaje, el cual tarda en secarse en épocas frías y puede provocar el resfriado del animal.
  • Comodidad: El esquilado provocará que el animal trabaje mejor y esté más cómodo, eliminando el pesado pelaje que puede lastrarlo a la hora de moverse.
  • Mejorar el vínculo. Aunque al principio puede no gustarles, al peinar y esquilar al caballo se genera un ambiente de confianza y cuidados que mejorará la relación. Ellos también necesitan y disfrutan los mismos.
  • Beneficios en el pelaje. Al realizar el esquilado correctamente y mantener al caballo con los cuidados adecuados el pelaje crece más fuerte y brillante.

 

CONSEJOS PARA UN CORRECTO ESQUILADO

Si ya estás decidido, aquí van algunos consejos a la hora de esquilar a nuestro caballo:

  • El mismo día del esquilado es importante evitar que el caballo trabajos que le supongan un gran esfuerzo. Ten en cuenta que no resulta posible cortar una capa de pelo sudada.
  • Cepillar el pelo del caballo a fondo, tomándose el tiempo necesario para ello. Ten en cuenta que si la capa está limpia y desenredada será más fácil de esquilar y el caballo estará más cómodo.
  • Probar que la máquina funcione correctamente (puede hacerse una prueba debajo del cuello). Tiene que cortar con suavidad, sin engancharse, y sin necesidad de hacer fuerza.
  • Cortar siempre a “cortapelo” y a tiras de forma paralela.
  • Tapar la zona esquilada con una manta de yute y empezar por la parte delantera.
  • Mantener las cuchillas siempre planas, ya que si se inclinan hacia la piel del caballo puede provocar un corte.
  • En zonas de capa gruesa hay que profundizar poco a poco, pasando la máquina si es necesario dos o tres veces.
  • Si el caballo muestra signos de cansancio, se puede detener el esquilado y dejarlo descansar durante un tiempo.
  • Mantener sujeto al caballo durante el esquilado. Esto es especialmente importante cuando estamos esquilando la parte inferior de las piernas, la cabeza, y el bajo vientre; ya que se trata de zonas muy sensibles a lesiones.
  • Al finalizar, cepillar de nuevo al caballo, ponerle una manta encima y limpiar la máquina a fondo con las cuchillas sin montar.

 

Por último, recordar que es importante recurrir a las mantas para cubrir al caballo esquilado, supliendo con ellas la protección natural que el pelo ofrece al caballo. En general, lo correcto será contar con dos tipos de mantas: una para la noche de lana, que proteja bien de las bajas temperaturas y una más ligera para el día, cuyo grosor y material dependerán del clima reinante. Podrás encontrar distintos tipos de mantas y reseñas en nuestra web.

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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