INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA EN EQUINOS

Cuidados del caballo

La insuficiencia renal crónica es una dolencia que comúnmente pasa desapercibida durante el inicio de la enfermedad.

El hecho de que resulte complicado determinar que el caballo está enfermo, sin duda supone un hándicap a la hora de curar al animal y de evitar que la enfermedad genere secuelas de distinta consideración.

La insuficiencia renal supone una pérdida en la función renal del caballo que es definitiva cuando se vuelve crónica.

El presente artículo se enfoca en conocer un poco más esta enfermedad con el objetivo de que seamos capaces de detectarla a tiempo para poder minimizar sus consecuencias. Es muy importante conocer los distintos tipos de niveles de insuficiencia renal, ya que los síntomas varían, y tener en cuenta que si nuestro caballo ya está mayor los cuidados deben intensificarse un poco más y tomar mayores precauciones.

 

¿CÓMO DIFERENCIAR ENTRE INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA E INSUFICIENCIA RENAL AGUDA?

La principal diferencia entre la insuficiencia renal crónica y la aguda es que la crónica no es reversible, mientras que la aguda, si la cogemos a tiempo y actuamos correctamente, sí tiene solución.

Para entrar un poco en el tema, la insuficiencia renal aguda es la pérdida de la función renal que se caracteriza por ser temporal, si tratamos la enfermedad los daños son reversibles. A diferencia de la insuficiencia renal crónica, en este caso nos referimos a una pérdida definitiva de la función de las células del riñón.

Para determinar el nivel de daño, se realiza un estudio de dichas células denominadas nefronas: a mayor número de nefronas dañadas, mayor será el nivel de daño.

Remarcamos una vez más la importancia de detectar la enfermedad lo antes posible: si estamos ante una insuficiencia aguda podremos actuar y tendremos más oportunidades de corregir la situación; y si estamos ante una insuficiencia aguda el actuar cuanto antes nos ayudará a ralentizar el avance de la enfermedad  y minimizar sus consecuencias en la vida diaria de nuestro caballo.

Conviene tener presente que a medida que el equino va cumpliendo años, el porcentaje de riesgo de padecer esta enfermedad va aumentando.

Por lo tanto, es muy importante que estemos atentos con los caballos mayores, ya que identificar esta enfermedad a tiempo puede prolongar la vida del caballo y garantizarle unos últimos años mucho más saludables y felices.

 

SÍNTOMAS EN EQUINOS

Saber detectar la enfermedad es crucial.

El problema que tiene esta dolencia es que sus síntomas iniciales son realmente difíciles de observar ya que la mayoría de los síntomas se asemejan a los de otras muchas enfermedades que suelen padecer los equinos. De ahí que tantas veces el diagnóstico llegue tarde, tras haber descartado otras opciones.

A continuación veremos los síntomas asociados a esta enfermedad:

  • Pérdida de peso: suele ser el síntoma que llama más la atención y que enciende todas las alarmas, esto se debe a que la pérdida de peso parece que no tiene una causa aparente. El caballo poco a poco va perdiendo el apetito, deja de comer y con ello empeora su condición corporal completa. Y es que si el equino no siente hambre, no se alimentará de forma correcta y eso conllevará otros problemas como desánimo, falta de fuerzas, mal carácter…
  • Edemas: los edemas se producen por la retención de líquidos en determinadas zonas del cuerpo, esto ocurre por la pérdida de proteínas en la orina del equino. Los edemas suelen aparecer en la zona del abdomen o en la parte baja de las extremidades.

Conviene vigilar bien esa zona y llamar al veterinario siempre que veamos cualquier cosa extraña.

  • Úlceras gástricas o intestinales: estas dolencias se producen a raíz de la urea que no se elimina en la orina y que se acumula en la mucosa digestiva, produciendo así las úlceras. También pueden aparecer en el hocico.
  • Poliuria: se trata de la excesiva producción de orina, que promueve la pérdida de proteína.
  • Polidipsia: exceso de ingesta de agua, para compensar el exceso de orina y evitar la deshidratación. Identificar estos dos últimos síntomas suele ser algo complicado y es necesario que intervenga un veterinario para realizar los estudios necesarios.
  • Anemia: la concentración de urea produce además de úlceras, la destrucción de los glóbulos rojos. Esto trae como consecuencia la aparición de anemia, la cual se refuerza con la mala alimentación del caballo.

Si aprecias cualquiera de estos síntomas en tu caballo o tan siquiera si sospechas de alguno de ellos, te recomendamos que llames al veterinario para que realice una completa exploración del animal.

Sin duda resulta mucho mejor pecar de precavidos que tener que arrepentirnos por no haber reaccionado con suficiente antelación.

 

TRATAMIENTO PARA LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

Como hemos comentado, el daño renal en una insuficiencia crónica es irreversible. Sin embargo un tratamiento y unos cuidados adecuados permitirán prolongar la vida del equino y, lo que es más importante, mejorar su calidad de vida.

En estos casos el tratamiento está enfocado básicamente en mantener el apetito en el caballo, para así evitar la pérdida de peso y la deshidratación.

El tratamiento concreto siempre debe ser indicado por el veterinario o especialista que atienda al caballo; sin embargo, podemos destacar una serie de cuidados que debe recibir cualquier equino que sufra este tipo de dolencia:

  • Para evitar la deshidratación y la aparición de los edemas, es importante suministrar de forma continua agua fresca y piedra de sal. De esta manera mantenemos los niveles de sodio, cloro y electrolitos.
  • Es recomendable evitar todos los alimentos que sean ricos en proteínas, tales como el forraje de leguminosa del tipo alfalfa. También debemos de tener especial cuidado con el calcio, evitando alimentos que lo contengan.
  • Basar la alimentación en hidratos de carbono y grasas, esto lo debe de indicar expresamente un veterinario especialista. También te indicará cómo aumentar estos alimentos en su dieta de forma premeditada, de esta manera nos aseguramos que se adapte su sistema digestivo.
  • Aumentar la vitamina E es beneficioso para el caballo, lo podemos hacer de forma natural. Forrajes como la alfalfa, el pasto verde y el heno de buena calidad son excelentes fuentes de vitamina E (siempre que se encuentren en el punto de madurez y almacenamiento adecuados).

 

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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