ELECTROLITOS PARA CABALLOS

Cuidados del caballo

Los electrolitos son sustancias importantes para mantener el equilibrio hidroelectrolítico en el organismo de los caballos, especialmente durante el ejercicio intenso o en situaciones de estrés, como competencias o durante el transporte. Estas sustancias ayudan a reponer los minerales y las sales que el animal pierde a través del sudor; al tiempo que promueven una hidratación adecuada.

Al igual que los humanos, durante la sudoración los caballos también pueden perder electrolitos esenciales como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio.

La reposición de estos electrolitos es crucial para prevenir la deshidratación y mantener una salud y un rendimiento óptimos.

 

QUÉ SON LOS ELECTROLITOS

Los electrolitos son minerales disueltos en la sangre y en otros tejidos del cuerpo, que transportan cargas eléctricas que pueden ser positivas o negativas.

Los principales son el sodio, el potasio y el calcio. Vienen seguidos por el fósforo, el magnesio y el cobre. Estos elementos suelen estar presentes de manera suficiente en la alimentación de todos los caballos, sin embargo esas cantidades consideras “normales” pueden resultar escasas para determinados animales o en determinados momentos de su vida.

El caballo de competición, por ejemplo, requerirá de un mayor aporte de electrolitos, pero también las yeguas en gestación, o en las temporadas de mucho calor…

Los electrolitos están implicados en prácticamente todas las funciones del cuerpo, aunque tienen principalmente dos funciones:

  • Preservar el equilibrio de los fluidos, tanto dentro como fuera de las células.
  • Transmitir impulsos nerviosos que provoquen contracciones en los músculos, latidos del corazón, etc.

 

TIPOS DE ELECTROLITOS

Los acabamos de nombrar, pero conozcámoslos ahora mejor, uno a uno:

– SODIO: la sal común (NaCl) es el mejor electrolito. Tiene un problema: algunos caballos se niegan a tomarla a causa de su sabor. Pensando en esto se comercializa una sal insípida que cualquier caballo toma sin problema.

Por supuesto no todos los caballos tienen la misma necesidad de sal ni la absorben de igual forma. El nivel de salinidad en sangre dependerá de cómo es ésta filtrada a través de los riñones, encargados de controlar la cantidad de agua que debe salir por la orina para mantener la concentración de sal correcta.

– POTASIO: electrolito (K+) que cumple la función de ayudar a la acción enzimática y al funcionamiento de la membrana celular, del riñón, al ritmo cardíaco, conducción de impulsos nerviosos, conservación de la función muscular… De esta forma, si se produce un cambio en la cantidad de potasio, el rendimiento atlético del animal se verá seriamente afectado.

– CALCIO: el calcio en forma iónica (Ca++) es un electrolito fundamental para el correcto funcionamiento del tejido muscular y nervioso.

– MAGNESIO: aunque está presente en pequeñas cantidades, su trabajo es muy importante ya que su presencia resulta imprescindible para que se realicen hasta un total de 300 reacciones corporales, principalmente aquellas que implican la combustión de glucosa en presencia de oxígeno. Pero no sólo eso, los músculos necesitan el magnesio para poder trabajar correctamente.

– FÓSFORO: también presente en la formación del hueso, donde se localiza aproximadamente el 85% del fósforo presente en el cuerpo. Es además esencial para el metabolismo normal de los carbohidratos, grasas y proteínas, así como para la generación de energía desde estas fuentes.

– MANGANESO: de escasa presencia, es esencial para la formación de tejidos conectores y de cartílago articular; también es importante en el metabolismo de la grasa, en la creación de DNA en las células y dentro de la síntesis del colesterol.

– COBRE: tampoco es abundante, pero sí importante para la formación de las capas protectoras externas de los nervios, la producción de melanina y la formación de colágeno sano. Una deficiencia de este electrolito puede debilitar la producción de hemoglobina.

LA PÉRDIDA DE ELECTROLITOS

El caballo pierde electrolitos de manera constante por medio de los riñones y el intestino.

La pérdida diaria se produce por medio de la orina, las heces, el sudor y otras secreciones.

Especial atención debemos prestar al sudor, en el que también hay una parte muy importante de agua, por eso muchos piensan que tras el ejercicio o en los días de mucho calor, el caballo se repone con sólo darle agua… gran error, resulta de vital importancia que reemplacemos también los electrolitos perdidos.

El sudor del caballo es hipertónico, lo que supone que en su composición hay gran cantidad de electrolitos.

Bajo calor intenso y en un ambiente húmedo, un caballo puede llegar a perder hasta 8 litros de sudor por hora, algo que deberemos compensar rápidamente. Por supuesto tenemos que ser conscientes de que el animal no sólo suda en verano y que durante el invierno también necesitará de aporte de electrolitos.

Pero un caballo también podrá experimentar pérdidas importantes de electrolitos durante determinadas enfermedades, si van acompañadas de cuadros de diarrea.

A diferencia de lo que suele pensarse, el ejercicio de por sí no produce la pérdida de electrolitos (sí la sudoración que viene asociada a un ejercicio intenso).

Deberemos vigilar al caballo cuando le sometamos a un viaje, sobre todo si es largo, hace calor o hay humedad, porque en esta situación (que para la mayoría de los caballos supone estrés), es muy normal que el nivel de sudoración aumente notablemente.

 

ADMINISTRAR ELECTROLITOS

Existen diferentes formulaciones comerciales de electrolitos diseñadas específicamente para caballos. Estos productos suelen venir en forma de polvo, granulado o pasta, y se pueden mezclar con el agua de bebida o administrarse directamente en la boca del caballo.

Es importante seguir las recomendaciones del fabricante para la dosificación adecuada, ya que la cantidad de electrolitos necesarios puede variar según el peso corporal, la actividad del caballo y las condiciones ambientales. Además, es fundamental asegurarse de que el caballo tenga acceso a agua fresca y limpia en todo momento para garantizar una hidratación adecuada.

En el tema de la administración de electrolitos, lo primero que debemos tener en cuenta es que la sal común es una fuente de electrolitos básica y por lo tanto deberá serle suministrada correctamente al équido. Por eso todo caballo deberá disponer de un bloque de sal a su alcance para que pueda acudir a él siempre que lo necesite.

Te preguntarás ¿cuál es la cantidad de sal recomendada en la dieta del caballo?, pues bien, no existe una respuesta universal: para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta las características de cada animal en particular. Así las yeguas en gestación o los caballos expuestos a temperaturas elevadas deberán tener un aporte de 0,1% de sal común en su dieta diaria. Para que te hagas una idea, este tipo de caballos o aquellos que se ven sometidos a un trabajo muy intenso consumirán una media de un bloque de sal de 1,3 kg. cada dos semanas, mientras que un caballo que realice un trabajo moderado y en una zona donde las temperaturas no sean altas consumirá ese mismo bloque de sal en aproximadamente seis semanas.

Así, para un caballo que realice un trabajo moderado, la toma de esa media indicada de sal será más que suficiente como aporte de electrolito y no precisará de más complementos.

Por supuesto existen otros complementos de electrolitos, que sólo se suministrarán en los casos en los que resulte totalmente necesario.

En este sentido conviene saber que existen tres métodos habituales de proporcionar electrolitos:

  • En el agua: muchos caballos consumen electrolitos con más facilidad si se mezclan con el agua. Es normal: la necesidad de electrolitos suele ir acompañada de una necesidad de beber (sed). El problema es que a muchos caballos no les gusta el sabor del agua con electrolitos, por eso se recomienda que además del cubo con agua cargada de electrolitos, se le ofrezca al caballo otro cubo de agua sin ellos, permitiéndole elegir.
  • En la comida: tiene la ventaja de que el sabor de la comida enmascara con más facilidad el sabor de los electrolitos, por lo que un caballo que no los toma en el agua puede que los tome mejor con el pienso diario.

En este sentido debemos tener en cuenta que el caballo consume mejor los electrolitos si se mezclan con algo húmedo (salvado, pulpa…)

  • En una jeringuilla: se suministran de la misma forma que cualquier medicina antiparasitaria. Este método conviene que sea supervisado siempre por un veterinario. Al tratarse de electrolitos concentrados, deberemos vigilar muy de cerca la cantidad de agua que bebe el caballo después (deberá beber por lo menos 4 litros).

Pero no sólo se trata de administrar electrolitos, deberemos vigilar que el animal los absorbe de manera correcta. Debemos tener muy en cuenta que un caballo que recibe suplementos de electrolitos deberá tener un aumento en la cantidad de agua diaria que recibe. Si no damos este “agua de más”, puede que se produzca una sobrecarga de electrolitos que produciría el efecto contrario al deseado: el animal secreta más agua y se deshidrata.

 

CUÁNDO SUMINISTRAR ELECTROLITOS

Deberemos valorar el suministro de electrolitos siempre que se dé alguna de las siguientes circunstancias:

  • El caballo no consume la sal necesaria por sí mismo (6 semanas para un caballo que no realiza esfuerzos y 2 semanas para el caballo “trabajador”).
  • Antes de que el caballo realice un trabajo intenso.
  • Cuando el animal se muestra reacio a comer.
  • En épocas de calor extremo.
  • Antes de un viaje largo o que pueda resultar estresante.
  • Caballos con problemas musculares (vigilar los calambres musculares).
  • Caballo con diarrea.
  • Deshidratación leve.
  • Pérdida de apetito.
  • Debilidad.
  • Disminución de la cantidad de orina.

De cualquier forma, siempre resulta recomendable acudir al veterinario para que sea él quien determine la causa que provoca un nivel desequilibrado de electrolitos.

Siempre es aconsejable consultar a un veterinario o a un experto en nutrición equina para obtener recomendaciones específicas sobre el uso de electrolitos y la alimentación equilibrada de los caballos, ya que cada animal puede tener necesidades individuales diferentes.

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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