CÓMO ACTUAR ANTE UNA INFLAMACIÓN

Cuidados del caballo

Cuando se produce una herida o irritación, los tejidos reaccionan de manera natural, provocando la inflamación.

Esta inflamación vendrá acompañada de calor, dolor e hinchazón causados por el aumento del riego sanguíneo, necesario para aportar los materiales que el caballo precisa para la reparación de las células dañadas.

Si este flujo sanguíneo se ve impedido, aparecerá la parálisis, por lo que será necesario aplicar un tratamiento que asegure una buena circulación sanguínea, lo que ayudará a rebajar la inflamación. Para ello existen diferentes métodos:

Calor: el calor es una de las formas más naturales y efectivas de conseguirlo: aplicaremos compresas calientes, que prepararemos de la siguiente forma: llenamos un cubo con dos tercios de agua hirviendo y sumergiendo las compresas o toallas en él. Las escurrimos bien y la colocamos sobre la zona afectada. Otra técnica en la que se usa en calor es la de sumergir la zona en agua caliente, para lo cual previamente untaremos la piel con vaselina.

– Frío: supone la aplicación de vendas frías, o bien otro método que ha demostrado ser sumamente efectivo: rociar la zona con agua bien fría. Para ello, antes del baño será aconsejable untar los talones con vaselina para evitar que se agrieten, después aplicaremos la manguera por encima de la rodilla, dejando que el agua baje por la pierna.

– Cataplasmas: las de salvado son las más utilizadas para los pies, mientras que las preparadas a base de caolín pueden utilizarse en prácticamente cualquier parte del cuerpo.

Publicado en: Hípica, Cuidados del caballo

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