Las heces de nuestro caballo nos ofrecen gran cantidad de importante información sobre su estado físico, por ello resulta necesario que las vigilemos cada cierto tiempo.
Debes tener en cuenta las siguientes consideraciones para comprobar que el estado de tu caballo es el adecuado:
– Si los excrementos tienen consistencia, poco olor y color pardo-verdoso, son un síntoma de que el caballo ha digerido correctamente su ración y su estado es el correcto.
– Si puedes ver algunos granos de avena o cualquier otro alimento, significará que parte de la ración se ha desperdiciado, ya sea por mala masticación o por mala digestión. En este caso será conveniente modificar el tipo de alimentación o, en caso de considerarlo necesario, la cantidad.
– Si las heces son secas y duras: el caballo necesita menos alimentos secos y más “frescos”: hierba verde, mezclada con forraje seco, zanahorias, hinojos, etc.; es la mejor solución.
– Si las heces son blandas y verdes: nos habremos pasado con el alimento verde, por lo que habrá que incluir en su dieta forraje seco y una buena dosis de salvado.
Por último, en caso de que observemos diarrea y no sepamos de dónde viene (un exceso de azúcares, por ejemplo), acudiremos de inmediato al veterinario.
