Consejos para iniciar al potro en el trabajo

Consejos

Iniciar a un potro en la doma es una de las actividades más gratificantes que puede vivir un amante de los caballos y del mundo de la equitación. Hablamos de una tarea muy especial y que requiere de mucho cuidado para que el potro pueda sentir que forma parte de algo y se genere el necesario y especial vínculo con su dueño.

Cuando nos referimos a iniciar al potro en el trabajo, no hacemos referencia a montarlo, más bien enfatizamos en el inicio de su doma, un proceso que debe abordarse en distintas y secuenciales fases que sin duda comienzan siempre por la necesidad de crear un vínculo animal/cuidador, para que las enseñanzas que prosigan se interioricen de una forma más sencilla y natural, ya que el potro estará de esa forma dispuesto a aprender.

Resumimos los mejores consejos para que la iniciación del potro en el trabajo resulte lo más fácil, cómoda y menos traumática para todos.

ASPECTOS A TENER EN CUENTA

El primer punto a tener en cuenta es el “¿CUÁNDO?”; pues bien, nosotros recomendamos que los primeros contactos se produzcan trascurrido un tiempo prudencial después de su nacimiento, aproximadamente a la cuarta semana de vida del potro es cuando creemos que debe existir ese primer acercamiento para que el animal vaya cogiendo confianza con su dueño. Basaremos estos primeros acercamientos a ejercicios sencillos como cepillarle, acariciarle, colocarle una cabezada pequeña y retirarla, tocarle las orejas… entre otros “pequeños acercamientos”. En todo momento deberá hacerse de forma suave y tranquila, ya que el objetivo principal es que el potro se sienta a gusto con la nueva experiencia y vaya cogiendo confianza.

Conviene tener en cuenta que durante los primeros seis meses el potro deberá tener su propio espacio, comúnmente querrá dormir la mayor parte del tiempo y, cuando no esté durmiendo, querrá comer y/o jugar. Sin embargo, es recomendable crearle ciertas rutinas, pequeñas y sencillas, pero que le ayuden para que vaya adaptándose, siempre respetando el ritmo y carácter particular de cada uno.

Posteriormente cuando ocurra el destete, se deberá decidir si empieza la doma o bien si se envía al potro con otros para que crezca libre y posteriormente alrededor del segundo año, empezar la doma. De cualquier manera, el momento del destete es el óptimo para tomar una decisión de este tipo, ya que al producirse el destete el potro se independiza y elige estar solo o bien, ir con otros animales. Independientemente de la elección, el potro entra en una nueva etapa de aprendizaje.

LA IMPORTANCIA DE LA RUTINA

Cuando damos inicio a la doma, lo principal es generar la rutina, esto le ayudará a crear en su mente un ritmo de actividades diarias.

La primera y principal rutina tiene que ver con la colocación de la cabezada de cuadra: ponerla y retirarla; repitiendo esa actividad varias veces al día y así durante varios días, hasta que se acostumbren y lo tomen por algo normal.

También se les debe de enseñar a permanecer tranquilos cuando estén atados en cualquier emplazamiento o mientras se realiza la ducha.

La rutina es la repetición continua, algo que va a favorecer al potro en todos los sentidos. Ya que al principio estará asustado y es algo normal, repitiendo los mismos lugares le ayudará a familiarizarse con el entorno y la actividad que representa cada lugar.

PACIENCIA Y CUIDADO

Seguramente te habrás topado con algún caballo arisco. Lo primero que debemos tener en cuenta es que el carácter del caballo por naturaleza no es así, cuando presentan este tipo de actitud comúnmente tendrá algún motivo; por lo normal será porque han crecido sin el contacto humano o mejor dicho, sin amor y cuidado. La mayoría de los caballos ariscos lo son porque han tenido experiencias traumáticas.

Los caballos son animales sumamente nobles e inteligentes y la mejor manera de aprovechar al máximo estas dos cualidades es teniendo paciencia y cuidado con ellos. Llevarlos al límite nunca es recomendable, hay que saber ceder, un potro puede tener tendencia a la rebeldía y hay que saberlo llevar, aprovechar los momentos donde está dispuesto y crear el vínculo con él.

Procura acariciar y tocar siempre que puedas a tu potro, tanto en la cuadra como durante el paseo; conversa con él, háblale de forma calmada, mantén un trato cercano… Así el potro irá acostumbrando a tu presencia, pero no sólo eso, también desarrollará su nobleza, lealtad y estará más motivado a desarrollar su inteligencia. Si notas que tu potro se distrae mucho mientras realizas la doma, es recomendable que intentes liberar toda esa energía que tiene, para ello te recomendamos que lo pasees siempre que puedas y que pruebes a soltarlo en el prado o en un lugar donde pueda jugar un poco. Comprobarás como después estará más receptivo y aprenderá más rápido.

LA MADUREZ DEL POTRO

Si la doma ha iniciado y tu potro presenta ya cierto nivel aprendido, salir de concurso puede ser positivo para culminar con el proceso de madurez.

Debemos aprovechar la experiencia que supone el salir de su entorno para fortalecer aún más el vínculo con su dueño. Teniendo presente que la doma debe de mantenerse siempre natural, en equilibrio, sin regañinas y mucho menos con entrenamientos excesivos. Lo ideal es que viva su primera experiencia confiando en su dueño.

Por otro lado, queremos recordar la necesidad de que el potro mantenga siempre un contacto con otros animales y con otras personas. Esto es absolutamente necesario para evitar criar a un potro “consentido”.

Especial atención debemos tener también con respeto al jinete/instructor que se va a encargar del potro, teniendo en cuenta siempre que un jinete inexperto y un potro primerizo, no funciona. No dará resultados y no se debe improvisar. Por eso, si no tienes experiencia, es recomendable que te apoyes en un experto en el tema y realices la doma bajo su consejo.

Y aunque tengas experiencia, si notas que el potro (si este ya tiene buen tamaño) se ve impetuoso y alebrestado durante la doma o bien ha intentado agredirte o ha presentado actitudes agresivas, es bueno considerar que otra persona más experimentada realice un acercamiento más profundo con el caballo.

RECOMENDACIONES FINALES

A pesar que la doma se puede iniciar de forma temprana a través del acercamiento al potro y luego ir creando pequeñas rutinas como colocar y retirar la cabezada, se debe poner cuidado para no iniciar la doma de los trabajos a temprana edad. Teniendo presente que el sistema óseo del caballo se va fortaleciendo con los años, por lo tanto las actividades deben de ser graduales y acordes a su desarrollo físico y mental.

El trabajo se puede realizar en un corral cerrado para evitar la huida pero permitir cierta “libertad” de movimientos. Para su primera monta, el potro debe de tener a l menos tres años de edad y esto dependerá de la raza, como por ejemplo las barrocas tienen su desarrollo algo más tardío que la mayoría de las razas, en este caso se recomienda la primera monta al menos cuando tenga cuatro años.

La primera monta debe llevarse a cabo por un experto, teniendo en cuenta que esta experiencia será crucial para el potro e influirá definitivamente en toda su vivencia posterior, sobre todo si está destinado a ser un caballo de silla.

Es esencial crear un buen vínculo tanto mental como físico con el potro, realizar ejercicios de relajación, flexibilidad y obediencia. Las fases tienen tiempos distintos y varían de potro en potro, pudiendo tomar entre tres y seis meses, trabajando tres sesiones por semana de 45 minutos cada sesión.

EQUIPO PARA LA DOMA

Algunos equipos y arreos a tener en cuenta para la doma, dependiendo de la fase en que te encuentres:

  • Cabezada de 3 anillas.
  • Ramal de 8 metros de largo
  • Tralla o “látigo largo” de trabajo
  • Accesorios de desensibilización, como escobilla, pedazo de lona, sombrilla, etc.
  • Mantilla
  • Cinchuelo de trabajo
  • Cabezada de cuero con muserola desmontable
  • Filete articulado de palillos
  • Riendas de goma o de cuero
  • Silla inglesa todo propósito, si está en la fase de primera monta.
  • Protectores de tendón y menudillo
  • Limpiacascos
  • Casco de seguridad para el jinete/amazona
  • Guantes
  • Y por supuesto, recuerda premiar a tu potro con una chuche, manzana o zanahoria.

Así como también permitirle sus momentos de libertad y juego; no todo puede ser trabajar!!

Etiqueta: El potro
Publicado en: Hípica, Consejos

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