La mayoría de los caballos criados en cautiverio son de naturaleza tranquila y obediente, sin embargo, existen zonas y formas que se deben de evitar para no provocar una reacción agresiva. Antes de iniciar vamos a romper un falso mito, ya que existen muchas personas que tienen la creencia de que a los caballos les gustan las palmadas, esto no es así.
Según los estudios, los equinos son más obedientes cuando sus cuidadores les acarician con movimientos suaves y circulares.
Partiendo de este dato, te daremos una serie de tips para que puedas disfrutar de tocar correctamente a los caballos:
- El acercamiento debe de ser lento, dándole la oportunidad al equino de conocerte, sin movimientos bruscos. Toma el tiempo que sea necesario y si es posible, habla con el cuidador para que elija el caballo más tranquilo, así evitaras que salga corriendo, suelte una coz o lance un mordisco en defensa si te ve como una amenaza.
- Una vez que estés lo más cerca con una distancia prudente, procedemos a la presentación. Permite que el caballo te huela, enséñale las manos con las palmas hacia arriba en señal de amistad y poder ganarte su confianza.
- Cuando estemos seguros de que el caballo está tranquilo con nuestra presencia, el mismo te dará señales físicas de acercamiento. Puedes hablar en tono suave y calmado, eso ayudará. En este punto, acercamos la mano lentamente y lo acariciamos en el cuello, siendo la zona que más les gusta y con la cual están más cómodos para un recién conocido.
- El caballo tiene varias zonas de disfrute, dependiendo de su comportamiento podrás experimentar en otros lugares aparte del cuello. Como el centro de su cabeza, rascarla les encanta, evitando las orejas ya que son muy sensibles. El dorso, específicamente donde se coloca la montura, es una zona muy agradable para ellos, también les ayuda a disminuir las tensiones. El pecho, justo debajo del cuello y entre las patas delanteras, es uno de sus lugares favoritos ya que para él es difícil el acceso.
