Cómo elegir la varilla correcta

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Si queremos obtener los mejores resultados en cada recorrido resultará totalmente imprescindible que nuestros palos tengan las varillas correctas.
Efectivamente, esta afirmación la tenemos todos bien clara y es sumamente sencilla en la teoría, pero desde luego nada fácil en la práctica. ¿Cómo podemos saber con total garantía que la varilla que estamos utilizando es la que se mejor le va a nuestra constitución física y a nuestro juego? Existen diferentes métodos que nos ayudarán a saberlo, sin olvidarnos de los consejos facilitados por los profesionales del mercado.

Nosotros trataremos de exponer en este artículo las características básicas que deberán ser tenidas en cuenta en la elección de las varillas. Lea con atención lo que a continuación le comentamos, estamos seguros de que esta información puede serle de gran ayuda para la elección de su equipo.

Longitud de las varillas

Sin lugar a dudas unas de las características más importantes a tener en cuenta en una varilla es su longitud.
Para que una varilla se adecue a un jugador, no le podrá quedar ni larga ni corta. Sabremos que unos determinados palos nos quedan demasiado largos, si observamos cómo las puntas de sus cabezas quedan levantadas. Por el contrario, si la varilla es corta, sucederá al revés. Lo importante es asegurarnos de que la cara del palo no queda mal asentada, lo que producirá golpes descontrolados.
Un palo demasiado largo o demasiado corto siempre supone un serio problema, ya que nos obligará a forzar el stance (la posición ante la bola), teniendo que agacharnos o bien estirarnos para conseguir que el lie sea el correcto.
Para determinar la longitud adecuada de las varillas, hay que tener en cuenta:

  • La altura del jugador: si usted mide por encima de 1,85 m. necesitará casi con total seguridad varillas entre 1 ó 1,5 pulgadas más largas del estándar. Por el contrario, si su estatura está entre 1,60 ó 1,65 m. lo más adecuado es que los palos sean más cortos.
  • La distancia desde la mano al suelo: si esta distancia está alrededor de los 71 cm la medida de las varillas será la estándar (esto es, entre 95/96,5 cm para unos hierros y 114 para un driver).

Como regla general, los palos más largos nos darán una mayor capacidad para conseguir más distancia, gracias al mayor arco de swing que crean. Pero, como es usual, también tienen sus desventajas: a mayor longitud, los palos resultarán más difíciles de controlar; además los palos más largos resultan más pesados, lo que puede resultar un handicap si no se dispone de la fuerza física necesaria.
El elemento clave para determinar el tamaño correcto de la varilla es escoger la longitud más larga de un palo que un jugador es capaz de manejar bajo control; lo que nos ayudará a conseguir tiros más largos y más consistentes.

Material de la varilla

Otro punto de suma importancia a la hora de seleccionar unas varillas adecuadas a nuestro juego, es el de los materiales en los que éstas están realizadas.
Sin duda alguna, una de las preguntas que primero se planteará a la hora de elegir sus varillas será: “¿acero o grafito?”. Convine conocer los pros y los contras de cada uno de estos materiales, puesto que en función de ellos deberá tomar una decisión.
Como principal característica a favor del grafito cabe señalar que le permitirá una mayor facilidad de movimiento gracias a su ligereza (tenga en cuenta que cuanto más ligera sea la varilla, más velocidad se podrá generar con la cabeza del palo), si bien elacero le proporciona una sensación más consistente, que en ocasiones (siempre y cuando hablemos de jugadores experimentados y con un golpe fuerte) se traducirá en golpes más precisos.
De cualquier manera y como regla general podemos decir que, a menor velocidad de swing, menor rigidez de la varilla y mayor rigidez en caso de que la velocidad también se incremente; todo esto sin dejar de lado el ritmo y la forma de mover el palo de cada uno.
Por supuesto, un punto importante que deberá tenerse en cuenta en la selección del material de nuestras varillas es nuestracorpulencia (peso). Así normalmente los jugadores corpulentos suelen decantarse por varillas de acero, mientras que las personas de poco peso lo hacen por el grafito. Aunque el peso no debe considerarse como una máxima a la hora de seleccionar nuestras varillas, puesto que hay que tener en cuenta que una persona delgada puede tener una gran fuerza y potencia de swing, por lo que en ese caso serán recomendables unos palos de acero.
Otro factor a considerar es la distribución del peso en la propia varilla. Según dónde se coloque la mayor cantidad de peso, afectaremos de una u otra forma la propia estabilidad del palo. Así, si un alto porcentaje del peso se ubica hacia el extremo inferior de la varilla, el palo resultante se sentirá más pesado. Si por el contrario el punto de balance está más alto, es decir más peso más arriba en la varilla, el palo parecerá entonces más liviano. Esto es sumamente importante para el jugador, quien deberá determinar cómo desea sentir la varilla. Varillas con el punto de inflexión más alto se sentirán más duras y tenderán a tener menos sensibilidad en la cara del palo.

Flexibilidad

Regular, Rígidas (Stiff), Extra Rígidas, Seniors… son algunas de las diferentes flexibilidades que podemos encontrar en el mercado.
A la hora de elegir las más correctas en su caso, deberá tener en cuenta que si las varillas son demasiado flexibles, le darán problemas a la hora de mantener la trayectoria deseada de la bola o simplemente conseguir que vuele recto. Por otro lado, si resulta excesivamente rígida, tendrá dificultades para elevar la bola, provocando que muchos de sus golpes salgan hacia la derecha del objetivo.
El elemento más importante a tener en cuenta para la correcta selección de la flexibilidad de sus varillas es la velocidad que alcance con el swing; la cual podrá medir con una pequeña máquina que estará a su disposición casi con seguridad en su cancha de golf. Al medirla debe tomar únicamente el dato en el momento del impacto, es decir, en el paso de la cabeza del palo por la bola. En función del dato obtenido debe saber que:

  • Entre 80 y 110 km/h (50/70 millas): swing lento.
  • Entre 110 y 145 km/h (70/90 millas): swing medio.
  • Más de 145 km/h (más de 90 millas): swing rápido.

Según esta velocidad, deberá seleccionar la flexibilidad correcta para su palo:

  • Swings lentos: flexibilidad senior o lady.
  • Swings medios: flexibilidad regular o firm.
  • Swings rápidos: flexibilidad stiff o extrastiff.

No debe menospreciar en ningún caso la importancia de este dato, puesto que el jugar con una flexibilidad que no le sea adecuada puede conllevar gran cantidad de problemas:

  • Si su swing es lento y selecciona una flexibilidad regular, la bola tendrá tendencia al slice, disminuyendo además la distancia.
  • Si su swing es lento y selecciona una varilla rígida: perderá control y la distancia se verá igualmente disminuida.
  • Si su swing es medio y juega con varilla senior o lady, la tendencia será al hook, con pérdida de control y de distancia.
  • Si su swing es medio y juega con varilla stiff tenderá al slice.
  • Si su swing es rápido y juega con varilla lady o senior, notará una importante pérdida de control en el golpe, así como tendencia al hook.
  • Si su swing es rápido y juega con varilla regular; la bola tenderá al hook con una trayectoria media y menor distancia.

Teniendo en cuenta todo esto, su objetivo deberá ser encontrar la varilla más flexible que pueda controlar y que le transmita buenas sensaciones cuando la golpee.

Adaptación de las varillas

La varilla que se adecua perfectamente a nuestro swing será aquella que nos permita conseguir que la cara del palo llegue perfectamente centrada al impacto con la bola.
Ni que decir tiene que para que unas varillas cumplan con todos los requisitos exigidos, deberán estar perfectamente adaptadas a cada jugador en concreto.
Hoy en día los diferentes fabricantes nos permiten la adaptación de sus palos en función de nuestras propias características.
El objetivo de esta adaptación será el de conseguir que el jugador realice un swing perfectamente controlado, alcanzando con él la mayor distancia posible.

Para saber cómo es la varilla ideal en cada caso, lo primero que deberemos conocer son las características del swing de la persona en particular. A pesar de que el swing ideal es aquel en el que la cara del palo y el plano del swing se igualan en el momento del impacto, lo cierto es que la gran mayoría de los jugadores amateurs realizan un swing “de afuera hacia adentro”, lo que viene a significar un swing cuadrado a la izquierda del objetivo en el momento del impacto.
Por supuesto, resultará totalmente absurdo recurrir a una adaptación de las varillas hasta que no tengamos un swing claramente definido y que no varíe. Si no existe un “patrón de swing” (como ocurre con los principiantes) la adaptación, además de costosa, resulta innecesaria.
Una adaptación comenzará siempre por la correcta y detallada observación del vuelo de la bola y la comparación de éste con el ángulo de la cara del palo y el camino del swing,
En esta observación deberá tenerse en cuenta la longitud del backswing del jugador. Cuanto más largo sea el swing del jugador, más necesitará flexibilidad en la varilla.
Tras el backswing, deberemos analizar el plano del swing: un jugador con un swing muy abrupto tenderá a ejecutar sus tiros con una trayectoria más alta que el promedio, debido al incremento del arco del swing que se lleva a cabo; si desea bajar esta trayectoria, deberá decantarse por una varilla más bien rígida. Sin embargo para un golfista con un swing plano serán más adecuadas las varillas flexibles.

Por último, señalar que la elección es siempre algo personal, es decir, lo más importante será sentirse a gusto con el palo y que éste nos transmita las sensaciones correctas. Sino de nada servirá contar con el equipo más sofisticado del mercado, los resultados no mejorarán.

Publicado en: Golf, Material

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