Existen diversos factores que pueden afectar la distancia alcanzada con cada golpe. Factores como las condiciones climatológicas, la altura del campo de golf, los diferentes niveles de la hierba, entre otros.
Sin embargo, vamos a enfocarnos en aquellas condiciones que dependen netamente de nosotros y en las que, por tanto, podemos trabajar para que jueguen a nuestro favor.
A continuación los detallamos para que lo pongas en práctica y seas cada vez mejor:
- El tee: a pesar de que muchos no le otorgan la importancia que realmente tiene, no está de más que recordemos que uno de los elementos que más pueden influir en la distancia alcanzada es la forma y modo de colocar el tee en la salida. Por eso, cuando coloque su tee, intente siempre cumplir dos normas, primero colóquelo más alto de lo que habitualmente lo pone. Y segundo, más adelantado entre 3 y 5 centímetros más. De esta forma tendrás un golpe más largo, esto sucede porque al colocar así el tee, nos obligamos a coger la bola en la subida del palo y con ello conseguimos que vuele más y que, al caer, ruede más terreno.
- No topes la bola: existe cierta tendencia, sobretodo el golfistas principiantes, de golpear la bola en la parte superior. Esto evidentemente corta la distancia del golpe. Te recomendamos en este caso realizar el siguiente ejercicio, con un hierro corto se coloca en una pendiente ligeramente cuesta abajo, ubicamos la bola un poco atrás y practicamos el swing. La dirección que debe de tomar el palo es hacia la pendiente, de esta manera entraremos en un contacto sólido con la bola. Practica las veces que sean necesarias.
- Control del movimiento: aunque a algunos les parezca, no es necesario emplear el 100% de tu fuerza en el swing. Aportando entre el 85 y 90% y utilizar el resto de la fuerza para girar tu cuerpo un poco más, ese giro es lo que logrará mejorar la distancia. Mientras más lo practiques, mejor saldrá el swing y te permitirá tener distancias más constantes.
- Fortalecer el grip: un factor determinante que limita la distancia del golpe, es que la bola se desplace hacia la derecha. En este sentido, debemos de analizar nuestro swing, bien poniéndonos delante de un espejo de cuerpo entero o bien con la ayuda de un compañero. El momento clave es en lo alto del swing, la cara del palo deberá quedar mirando un poco más hacia el cielo. Para lograr fortalecer el giro, le proponemos que pruebe modificando la forma en la que agarra el palo, coloque la mano superior algo más arriba de lo habitual y la mano inferior más por debajo. Compruebe que puede ver la marca de su guante. El pulgar de la mano inferior deberá asentar sobre la parte central del grip, no sobre el lateral.
