Está claro: todos sabemos que esquí y snowboard son actividades totalmente distintas.
Principalmente diferenciamos estas dos modalidades por la equipación necesaria para realizar la actividad: en el caso del snow se utiliza una tabla y para esquiar se emplean un par de esquís.
Sin embargo, existen otras diferencias que no suelen ser tan obvias, como por ejemplo, el origen de cada deporte. En el caso del snow es relativamente reciente, iniciando su práctica alrededor de los años 60. A diferencia del esquí que se remonta siglos atrás y fue creado como un instrumento para el hombre, el snow fue creado únicamente para la diversión y recreación.
Otra diferencia destacable está en la facilidad de aprendizaje: en el caso de los esquís es mucho más sencillo, sin embargo, aprender el snow suele requerir algo más de práctica, ya que requiere que el cuerpo se acostumbre a una posición diferente, donde ambos pies se encuentran en una tabla. Exige mayor equilibrio, más control sobre el movimiento del cuerpo y aprender determinadas técnicas como la de ser capaces de detenernos dónde y cuándo queramos.
En cuanto a los movimientos, al esquiar se mantienen movimientos continuos en las rodillas y en el snow el movimiento nace más desde la cadera.
También las lesiones varían, en el caso del esquí las lesiones más habituales son las de rodilla o lumbares, en cambio para el snow la más normal es la lesión de muñecas, habitualmente producida por el impacto en las caídas (aunque en general y a diferencia de lo que muchos creen, el snow suele conllevar menos lesiones que el esquí).
Otro aspecto relevante es el hecho de que algunos consideran que si han aprendido a esquiar seguramente en poco tiempo podrán controlar el snow y viceversa. Esto no siempre ocurre así, ciertamente tendrás mayor control sobre tu cuerpo que otro esquiador que apenas esté aprendiendo, pero aun así debemos tener presente que hablamos de modalidades diferentes, que utilizan equipos distintos, las botas tienen otra rigidez y la sensación que produce la tabla o los esquís son diferentes. Por eso, antes de cambiar de una actividad a otra, siempre será recomendable tomar unas clases básicas que nos ayuden a “actualizar” nuestros conocimientos.
En cuanto a qué elegir, sin duda la decisión dependerá de cada persona, algunos se sienten más cómodos al patinar y otros con el patinete, lo mismo sucede con el esquí y el snow. Dependerá del nivel de adrenalina que quieras vivir para decidirte por una de estas dos modalidades, con ambas se logran alcanzar velocidades de trayectoria, sin embargo, con el snow suele ser más rápido y una vez que controles la tabla, la diversión nunca acabará. Pero por su parte, el esquí te ofrece otras modalidades que te permitirá disfrutar de diferentes formas como el de travesía o de montaña, además de un amplio abanico de esquís como el de saltos por ejemplo. En general, para aquellas personas que han practicado el surf o el skate, suelen decantarse por el snow. Pero, para los demás, la primera opción es el esquí.
