Al principio, todos empezamos alquilando el material, por lo tanto, tendremos poca posibilidad de elección.
Luego, al empezar a comprar nuestro propio material de esquí, lo más normal es que nos surjan ciertas dudas: la variedad de productos es mucha, con distintas características y tecnologías… ¿cómo saber cuáles son las más adecuadas para nosotros?
Uno de los elementos del equipo que más dudas plantea son las botas. Y es que, si eliges mal, las botas te causarán dolor e incomodidad, haciendo que la práctica del esquí resulte casi imposible. Incluso, en los casos más extremos, si nos equivocamos eligiendo las botas, podremos llegar incluso a causarnos alguna lesión.
Para asegurarte de que eliges bien y de que vas a poder disfrutar esquiando, el primer punto que conviene tener en cuenta es el de la dureza de las botas.
RANGOS DE DUREZA
Al hablar de dureza nos estamos refiriendo a la dureza de la caña especialmente.
Esta característica definirá cuánto es capaz de doblarse la bota cuando nos flexionamos hacia adelante mientras esquiamos.
Existen varios baremos o rangos de dureza:
- Las más suaves van de 30 a 60, siendo las ideales para los niños. Mientras más pequeños, deberás de optar por el rango menor y viceversa, si es mayor, o tiene buen tamaño y peso, elige las más cercanas al 60.
- Para aquellos adultos que buscan el mayor confort están los rangos del 60 al 70, ideales también para adultos pequeños o con poco peso.
- Luego tenemos de 80 a 90, ideales para mujeres con un nivel alto en cuanto a práctica del deporte se refiere y para hombres con nivel medio.
- De 100 a 110 son ideales para esquiadores de alto nivel, veteranos, atléticos y experto, incluye también a mujeres.
- Para adultos con una alta masa muscular o con una técnica de esquí agresiva, está el rango entre el 120 y 130. Las mujeres corredoras profesionales son las que suelen utilizar.
- Y las más rígidas, es muy difícil de encontrarlas en las tiendas, son ideales para la competición de hombres con un baremo de 130 a 150.
En general, la rigidez debe de ser tu punto de partida como criterio principal a tener en cuenta, dependiendo de tu altura, peso, género y nivel deportivo. Por supuesto también debe ser valorado el gusto personal de cada uno: ¿prefieres unas botas más flexibles o te gusta que tengan cierta dureza?
DUREZA POR DISCIPLINA
Dentro del esquí distinguimos tres tipos de disciplinas principalmente. Dentro de cada disciplina te recomendamos un tipo de bota a considerar, según el nivel técnico que hayas alcanzado:
- Alpino: es la disciplina tradicional nativa de los Alpes, siendo la más común de todas. Para los principiantes se recomienda una dureza entre 70 y 80 para mujeres y entre 80 y 90 para los hombres. Si ya tienes un nivel avanzado, es mejor optar por una más dura, en el caso de las mujeres entre 90 y 110, para los hombres entre 100 y 130, este último rango es únicamente para competidores profesionales.
- Freeride: consiste en esquiar fuera de la pista, siendo propio de esquiadores profesionales ya que se centra en el descenso por las rocas, pendientes y terrenos muy irregulares y sin duda muy peligrosos. En consecuencia, para esta disciplina se recomienda una bota con excelente agarre y una caña dura que oscile entre los 110 y 130.
- Freestyle: se trata de una disciplina de esquí acrobático. Para poder realizar las acrobacias, necesitarás unas botas flexibles y que amortigüen los impactos producto de los saltos. Una dureza entre 80 y 100 sería la ideal.
OTROS ASPECTOS IMPORTANTES
A pesar de que la rigidez es un factor primordial para la toma de decisión a la hora de comprar unas botas, no cabe duda que también debemos valorar de igual manera el tamaño de la bota.
En relación con esto, te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos:
- Asegúrate de probarlas bien, debes notar que la bota te recoge todo el pie y la espinilla.
- Debe de quedarte justa porque de lo contrario cuando estés esquiando el pie va a resbalar, lo que puede provocar una descompensación en tu coordinación, una pérdida de control o bien provocará que tengas una mala postura, lo que a la larga sin duda será un problema.
- Tampoco debes elegir una que te quede muy justa, porque correrás el riesgo de que te dañe el pie, llegando a producirte incluso hematomas.
Ahora bien, si eres competidor, lo ideal es una bota más justa.
En general, las botas deben quedarte, tal y como suele decirse: “como un guante”. Si elijes bien la dureza pero no tienes cuidado al escoger la bota tendrás consecuencias e incomodidades. Tómate el tiempo necesario para medirlas.
Otro dato importante a considerar es que las botas deben adaptarse de forma ergonómica al pie, y en este punto el género juega un papel esencial. En el caso de la mujer, suelen tener una altura menor que la de los hombres. También las botas de mujer presentan una forma específica en la parte de atrás y son algo más cálidas que la de los hombres.
