Cómo minimizar el frío al esquiar

Consejos

Cuando vamos a esquiar una de las cosas más difíciles de conseguir es mantener nuestro cuerpo a la temperatura óptima. Y es que, enfriarnos puede provocar algo más que una simple incomodidad, llegando al punto de echar al traste un magnífico día de esquí.

Los esquiadores profesionales son expertos en la materia y saben cuidarse muy bien; pero muchos de los que disfrutamos de esquiar como un hobby, probablemente hemos tenido más de una vez momentos incómodos provocados por el frío.

En climas con temperaturas muy bajas es realmente difícil poder entrar en calor una vez que el frío “cala en los huesos”. Y es que un frío extremo puede llegar a comprometer negativamente tu actividad, ya que puede afectar a tus movimientos al empezar la actividad, o causar dolor en articulaciones y/o músculos.

A continuación detallaremos las partes del cuerpo más importantes a tener en cuenta para evitar la pérdida de calor y poder mantener nuestro cuerpo a la temperatura adecuada en todo momento.

PROTEGER LOS PIES

Sin duda la principal queja de los esquiadores es el frío en los pies, incluso alcanzar el entumecimiento ligero o la sensación de “no sentir los dedos de los pies”.

En ocasiones se piensa que es “normal”, ya que son muchos quienes lo padecen, pero esto está muy alejado de la realidad. Existen dos factores que promueven la falta de calor en los pies, el primero es utilizar una bota que no es de tu talla: y es que resulta muy habitual que se piense que una bota algo más grande hará que te hagas menos daño en el pie… pues bien, esto influye negativamente en la posibilidad de mantener los pies calientes.

El llevar una talla más en las botas provoca que éstas no cierren del todo bien, no se ajusten, con lo cual, aunque apretemos los cierres de la bota, resultará muy complicado conseguir que el frío desaparezca. Además, el hecho de apretar mucho los cierres puede provocar el efecto contrario al deseado: los vasos sanguíneos al verse presionados quedan con muy poca circulación, lo que sin duda provoca un enfriamiento mayor de la zona.

Por eso es fundamental elegir bien las botas, que éstas se adapten perfectamente a tus pies.

Además, en caso de que tengas problemas de riego sanguíneo conviene que sepas que existen botas especiales con forro interior que te ayudarán a mantener tus pies a la temperatura deseada.

El segundo factor que influye sobre la temperatura de tus pies son los calcetines. Parecerá una obviedad, pero la mayoría elige cualquier calcetín que parezca cálido. Es esencial contar con calcetines específicos para esquiar, preferiblemente fabricados en lana merino, que ofrece la calidez ideal y no produce ningún tipo de picor. Este tipo de calcetines quedan ajustados al pie y lo mantienen seco, de esta forma se evita retener humedad, que luego se convierte en el conductor estrella del frío.

 


Un consejo sencillo y muy útil es untar un poco de polvos de talco en ambos pies antes de ponerse los calcetines: evitarás que se produzca el sudor excesivo y en consecuencia los pies estarán secos por más tiempo.

Importante es también tener en cuenta que, después de disfrutar de tu jornada de esquí es importante que seques bien las botas y los calcetines. Para ello puedes utilizar equipos especiales para secar las botas, resultan ser muy útiles y, sin duda, agradecerás volver a colocarte las botas totalmente secas.

Por otro lado si eres muy friolero, te recomendamos adquirir plantillas con calefacción incorporada o térmicas, resultan ser realmente útiles.

PROTECCIÓN EN LAS MANOS

Las manos son otra parte del cuerpo que sin duda se ve afectada de forma rápida por las bajas temperaturas. Para protegerte tienes dos opciones, las manoplas si en definitiva no toleras bien el frío, ya que mantendrá tus dedos en contacto y generarán calor.

Y la segunda opción son los guantes.

En cualquiera de los casos, debes de utilizar tu talla adecuada, para garantizar un agarre más seguro, un ajuste correcto y, en definitiva, para estar más cómodo.

Si eliges una talla que te vaya grande te resultará difícil manipular los bastones y eso se puede convertir en un problema de seguridad: puedes tener un accidente de lo más absurdo.

Es recomendable elegir unos guantes que realmente sean de calidad, en esto no se debe de escatimar los gastos. Existen también guantes con calefacción, que podrás regular a tu gusto y utilizarlos siempre en actividades de montaña. En Álvarez encontrarás una alta diversidad de modelos y niveles.

 

 

PROTECCIÓN CORPORAL

Resulta habitual que en invierno nos vistamos “por capas” y eso es algo que se debe de acentuar aún más si vamos a esquiar. En la estación encontrarás terrazas y restaurantes con calefacción, donde podrás entrar en calor nuevamente. Pero lo ideal es poder mantener el calor corporal mientras estamos esquiando, sin que eso suponga una limitación en cuanto a la libertad de movimiento.

Para lograrlo, te recomendamos comprar ropa interior térmica, existen mallas enterizas que resultan ser efectivas y muy cómodas. Verifica el material con el cual han sido fabricadas, éste debe ser de secado rápido, transpirable, elástico y no retener la humedad.

La ropa interior térmica debe secarse al terminar la jornada y nunca colocarla con el cuerpo húmedo. Es recomendable tener varios conjuntos para evitar problemas en la piel como sarpullido o erupciones. También puedes optar por camisas y pantalones térmicos ajustados al cuerpo.

El resto de capas serían: pantalón térmico de tu preferencia para la parte inferior y camiseta, jersey y chaqueta para la parte superior. Elige también una bufanda, braga, gorro y resto de accesorios que te ayudarán a mantener la temperatura adecuada.

Pero ten siempre presente una cosa: es mejor retirar capas de ropa que necesitarlas.

 

 

CONSEJOS PRÁCTICOS

  • Así como debemos de estar atentos y colocarnos la ropa adecuada, también debemos de cuidar nuestro cuerpo. Mientras más sanos estemos, mayor calor corporal tendremos. Para esto, es recomendable descansar suficiente y recargar las baterías.
  • Ten precaución con el consumo de alcohol, ya que puede ofrecer la sensación de calidez que deseamos y será así por un corto tiempo. Luego el efecto es todo lo contrario si nos pasamos de la cuenta. El cuerpo empieza un proceso de deshidratación que trae como consecuencia el enfriamiento.
  • Evita las prendas de algodón, ya que no son transpirables y terminarán humedeciéndose, lo que te enfriará en poco tiempo.
  • Elige prendas cortaviento, fabricadas con lana merino o con membrana Gore-Tex.
  • Mantén la cabeza bien cubierta, con el casco puesto y bien cerrado. Esto evitará que el calor se disperse.
  • Nunca camines en la nieve y luego coloques las botas. Los calcetines se deben de poner justo antes de colocarse la bota para esquiar, así evitarás cualquier contacto con la humedad.
Publicado en: Esquí, Consejos

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