Recorridos de caza

Tiro

Si existe una modalidad de tiro que se adecua a la práctica de la caza, esa es sin lugar a dudas el Recorrido de Caza. Cualquier cazador que se ponga por meta mejorar su promedio de aciertos, se decantará por el Recorrido, una afición que se practica en pleno campo, con blancos móviles y en la que se procura reproducir de la forma más fiable posible todos los tipos diferentes de tiro que en la caza pueden presentársenos.

Breve historia

Los orígenes de esta práctica son realmente difíciles de precisar, ya que se trata de una actividad que comenzó de forma popular y sin reglamentación alguna. Lo que se inició como una forma de entretenimiento en grupos de amigos fue extendiéndose con rapidez hasta el punto en que necesitó ser reglamentado. La aparición en su día del Reglamento Oficial de Recorridos de Caza fue el punto de partida para el desarrollo total de esta actividad.
De cualquier forma, el germen del Recorrido parece encontrarse en Inglaterra, más concretamente en las escuelas de tiro de este país, que fueron utilizadas por los cazadores como lugares en los que practicar los tiros que peor se dominaban. En estas escuelas es donde comenzarán a organizarse competiciones entre los asistentes; cuando éstas toman auge y en ellas comienza a participar más gente es cuando el Recorrido de Caza toma nombre y se reglamenta.
En nuestro país las tiradas oficiales no darían comienzo hasta el año 1975, cuando se celebra el primer Campeonato
Internacional de España. Desde entonces no se han dejado de celebrar campeonatos, tanto de carácter nacional como regional.
El caso de nuestro país es de por sí algo excepcional, la llegada de los Recorridos de Caza fue, como hemos señalado, bastante
tardía con respecto al resto de Europa; pero además por regiones se puede apreciar una notable diferencia. Enormes zonas de la geografía española desconocen por completo lo que es un campo de Recorridos, teniendo que desplazarse los aficionados hasta 700 kilómetros hasta el más cercano.

Las instalaciones

Una instalación para la práctica de recorridos de caza consta de un número variable de recorridos de carácter parcial, que son designados con nombres de animales cazables. De esta forma, dispondremos del recorrido de la perdiz, del pato, de la tórtola, del conejo… a pesar de lo que se pueda pensar, esta denominación no está para nada relacionada con la forma de tirar el plato; es decir, no se imita el vuelo de las diferentes especies.
Cada recorrido parcial se compone a su vez de puestos de tiro en los que se colocan los participantes y de máquinas que permanecen ocultas al tirador y desde donde se lanzan los platos.
El número de recorridos parciales es variable, pudiendo ir desde uno hasta ocho. Para las competiciones con carácter Nacional o Internacional es preciso un mínimo de cuatro.
Un campo de recorridos de caza no tiene porque ajustarse a unas medidas ni a una disposición fija. Es aconsejable que se encuentre en una llanura pero con pequeñas colinas, barrancos y desniveles. Además es imprescindible la presencia de vegetación, ya que con ella se oculta de forma parcial un tramo de la trayectoria del plato, al tiempo que amortigua el ruido de disparos en puestos próximos y además nos servirá para proveernos de lugares sombreados tan necesarios en la época estival.
Las dimensiones totales del campo, incluyendo las necesarias zonas de seguridad, se estiman en tres hectáreas para cada recorrido en terreno llano, mientras en terreno quebrado se puede reducir esta cifra, gracias a disponer de mayor cantidad de zonas protegidas.

Equipo necesario

Los recorridos toman del arte de la caza la convivencia con la naturaleza y de la práctica del tiro la necesidad de disponer de una posición cómoda a la hora de disponernos a realizar el disparo.
La longitud de un campo de recorrido nos obligará a cubrir largas distancias, por lo que conviene saber perfectamente qué será lo que necesitemos, para no cargar con más cosas de las estrictamente útiles. El agua o alguna bebida de tipo isotómico serán, a todas luces, un elemento más que necesario; junto con algo de comida.
No se nos deben olvidar las gafas de sol, una gorra y unos cascos o tapones para los oídos.
Como hemos dicho, cubriremos grandes distancias a pie, por lo que es interesante a todas luces contar con un calzado cómodo y unos buenos calcetines de lana que nos permitan estar cómodos toda la jornada.
La vestimenta también es algo que debe tenerse en consideración ya que el recorrido es una modalidad que requiere de múltiples y variadas posturas, precisando de mucho movimiento. La elasticidad de las prendas es por tanto prioritaria.

Elementos imprescindibles son también la funda de la escopeta (por un simple ejercicio de seguridad y prevención) y la silla: hay que tener en cuenta que tirar 25 platos a una escuadra de seis tiradores puede llegar a suponer una hora, permanecer de pie durante todo el tiempo puede llegar a cansar innecesariamente.
Por otra parte, en cuanto a los platos que se suelen utilizar pueden ser de diferentes tipos: el estándar de tiro al plato, el conejo, el mini, el supermini y el patena. Es preferible que estén pintados de color rojo por su parte exterior, ya que con eso se facilita la visibilidad enormemente. La utilización de diferentes platos conlleva una gran variedad de vuelos,
velocidades, rodaduras… que complican la actuación del tirador, dándole mayor emoción a esta práctica.

Munición

En cuanto a las municiones a emplear, el Reglamento de esta actividad señala:

La carga de los cartuchos no debe sobrepasar los 36 gramos de plomo. Los más habituales son los de 32 y 34 gr. Con el primero de ellos el tirador está primando la velocidad (ya que la carga debe empujar menor peso de plomo), y en el segundo caso se prima la cantidad de perdigones por cartucho.

Los plomos serán de forma esférica y hechos de plomo sólido. Los números de perdigón que se utilizan normalmente son el 7, el 7,5, el 8 y el 9.
Los cartuchos deben ser cargados normalmente.
El empleo de esparcidores, de todo artificio de dispersión y de cualquier carga anormal de los cartuchos, está prohibida.
El árbitro puede, en cualquier momento, quitar un cartucho no empleado de la escopeta, para su examen.
El empleo de la pólvora negra está prohibido, así como el empleo de cartuchos trazadores.

El reglamento deja por tanto una gran amplitud a la hora de seleccionar unos cartuchos, algo del todo normal teniendo en cuenta la variedad de platos que hemos citado y las diferentes trayectorias que éstos pueden realizar.

El arma

En cuanto al arma, podemos decir que cualquier escopeta de caza con una longitud del cañón superior a 70 cm es totalmente válida. Lo más habitual es encontrarnos con escopetas de cañones entre 70-71 cm; si bien últimamente están proliferando los cañones más largos, puesto que así se consigue una mayor velocidad de los perdigones al abandonar los cañones; esta tendencia lleva a muchos tiradores a seleccionar escopetas de 75 cm. e incluso más (aunque en raras ocasiones).
Para el Recorrido es fundamental además que el arma disponga de polichoques, éstos permitirán al tirador seleccionar el choque más adecuado en cada caso, en función del tipo de plato, de la orografía del lugar…

Normas básicas de comportamiento

Las características principales que definen esta práctica son las siguientes:

El tirador deberá pedir el plato con la guardia baja.
Es necesario que el tirador tenga la culata pegada al cuerpo, a una distancia superior a 25 centímetros de la cruz del hombro, por lo que es necesario disponer en el chaleco de una cinta o bordado que indique esta distancia.
Una vez pedido el plato, no se podrá hacer ningún movimiento con la escopeta hasta que se divise el blanco. Si el tirador iniciase el encare al escuchar el sonido de la máquina, el plato se considerará nulo y el participante será advertido de su falta. Si un tirador acumulase dos advertencias, el plato se considerará cero.
Se considera esta norma como las más útil para el cazador, ya que le facilita la posibilidad de identificar las piezas antes de encarar, aumentando sus posibilidades de abatirlas.
De los 25 platos que se tiran por serie, un mínimo de tres dobles pueden ser al tiro (esto es, cuando se pide el plato, sale el primero y al disparar sale el segundo), simultáneos (cuando salen a la vez) y ráfaga (cuando sale uno al solicitarlo y, tras cargar la máquina, sale otro que tendrá la misma trayectoria).
Los árbitros determinarán la existencia de trayectorias con límites, fuera de los cuales aunque el plato se rompa se considerará cero.

Técnica de tiro

La colocación o posición para el tiro es fundamental. Debemos colocarnos lo más cómodos que nos sea posible, no frente a la salida del plato sino frente a donde se le va a tirar al plato.
La técnica de tiro que utilizaremos variará en función de la trayectoria de vuelo del plato, estas trayectorias pueden ser muchas y muy variadas, por lo que corresponde al tirador elegir la técnica a utilizar en cada caso.
Se trata de un ejercicio que requiere conocimiento de las diferentes técnicas, capacidad de reacción y, como no, mucha práctica.
Nosotros hemos querido recoger aquí algunas de las técnicas más comúnmente utilizadas, describiéndolas a partir de la situación en la que se encuentra el tirador:

El plato se acerca a nosotros de forma ascendente y en sentido vertical: su dificultad está en que si le damos al tiro el avance que requiere, taparemos el blanco con los cañones. La forma más adecuada de actuar es disparar directamente al plato, viendo algo de solista, lo cual se consigue despegando ligeramente la mejilla de la culata.

El plato se acerca a nosotros de forma horizontal: Conviene realizar un tiro con un generoso avance que será mayor cuanto mayor sea la velocidad del plato y la distancia del tirador.
El plato se acerca a nosotros de forma descendente y en sentido vertical: Estos platos suelen terminar la trayectoria con mayor velocidad que con la que comienzan, lo que nos obliga a prever un avance mayor de lo normal.
El plato se aleja de nosotros de forma ascendente y vertical: La dificultad de este tiro se encuentra en la gran posibilidad de tapar el plato con los cañones en el momento justo del disparo.
El plato de aleja de nosotros de forma horizontal: En función del sentido que tome el plato deberemos decidir nuestro disparo. Así si el plato se dirige angulado en sentido horizontal, deberemos disparar con un avance considerable. Si la dirección del plato no es horizontal, deberemos poner especial cuidado en no verlos altos sobre la línea de mira.
El plato se aleja de nosotros de forma descendente: Si lo hace en sentido vertical tomará una gran velocidad, por lo que es conveniente tirarlos con bastante avance. Si no toma sentido vertical, para tirar deberemos ver previamente el plato por encima de la línea de mira.

El plato pasa a través de nosotros de forma ascendente: En caso de que el plato vuele en sentido vertical, deberemos prever dos cosas: por un lado el avance en el plano horizontal y por otro la corrección en altura en el plano vertical.
El plato pasa a través de nosotros de forma horizontal: El hecho de que el plato tome una trayectoria horizontal dificulta enormemente el tiro, ya que horizontalmente nuestro ojo no es capaz de percibir exactamente la distancia a la que se encuentra el plato. Por ello en estas ocasiones es recomendable lanzar con rapidez e incrementar el avance. El plato pasa desde detrás hacia delante de nosotros de forma descendente. Deberemos “esperar” la aparición del plato sobre nosotros, con la cabeza y tronco echados hacia detrás y las rodillas ligeramente flexionadas. Al ver el plato iremos encarándolo y enderezando nuestra postura.

Publicado en: Caza, Tiro

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