Media veda: torcaces y tórtolas

Tipos de caza

En las próximas fechas podremos cazar torcaces y tórtolas desde puesto fijo, unas fechas en las que las estas especies migratorias todavía estarán por nuestro país en su camino hacia sus destinos de invernada. Estamos ante una modalidad apasionante y que sin duda pone a prueba nuestras habilidades como tiradores pues estos tiros son considerados por muchos como los más difíciles de la caza menor.

Por ello dos cualidades se antojan fundamentales para alcanzar el éxito en este tipo de lances, por un lado la pericia con la escopeta para conseguir frenar el ágil vuelo de estas aves, que además poseen una excelente capacidad visual. Y por otro lado necesitará tener la suficiente paciencia para permanecer oculto en el puesto hasta el momento oportuno en el que las tórtolas y torcaces estén a tiro. A continuación le ofrecemos algunas claves a tener en cuenta a la hora de afrontar estas jornadas veraniegas de caza en puesto fijo.

CONOCER EL TIRADERO

La caza de la tórtola requiere en primer lugar un gran conocimiento del territorio pues nos encontramos ante un animal de costumbres muy fijas, y que elige únicamente zonas con unas características concretas. Dentro de los factores que dependen exclusivamente del cazador el más importante es el conocimiento del cazadero. Por ello conviene hacer un examen previo del terreno de caza.

Los cotos para la media veda generalmente suelen ser puros de codorniz o palomas en exclusiva o mixtos. En función de esta especialidad hay que comprobar previamente las querencias de las especies a cazar.

En los cotos palomeros hay que observar los movimientos de torcaces y tórtolas al alba y a media tarde. Las palomas se mueven al alba desde el dormidero y, en la tarde, desde la zona de sesteo hacia los comederos: girasol, legumbres o trigos. Dependiendo de que la caza de palomas se haga desde puesto fijo o al salto el cazador preparará su estrategia atendiendo a lo observado en esas visitas previas, que debe realizar en horario coincidente con el que después será de caza.

Recorriendo los caminos rurales, el cazador deberá concentrar su atención en los tendidos eléctricos, sobre todo tras el crepúsculo y por la mañana, ya que las tórtolas se sirven mucho de este posadero artificial. Después de este primer examen, somero pero indicativo, se deberá proceder a una observación más detallada, cuya finalidad es determinar las principales zonas de paso de las aves.

En la caza de la tórtola lo ideal es concentrarse en los horarios fijos que estas aves siguen con total puntualidad. Son dos los momentos en los que el animal sale del bosque para ir a comer, casi siempre en los mismos campos cultivados: el alba y el crepúsculo. También es regular el horario de acceso al agua para abrevarse, y el regreso entre los árboles en las horas más cálidas.

Lógicamente, la práctica cinegética se debe adaptar a estos horarios, entre otras cosas porque las posibilidades de tirar a una tórtola encontrada casualmente son muy bajas. Por lo tanto, es preciso trasladarse a los puntos en los que se presume la llegada o el paso del animal.

¿CÓMO TIRAR A LAS TÓRTOLAS?

Las tórtolas cuentan con un vuelo muy ágil y veloz, con movimientos bastante rápidos de las alas con los que se sitúan fuera del tiro en un instante. Como indicamos al principio de este artículo el disparo es extremadamente complicado y requiere reflejos muy rápidos por parte del cazador.

El pequeño tamaño así como las innumerables cabriolas que este animal realiza en el aire con su vuelo hace que el cazador deba estar extremadamente atento y con conocimientos técnicos de cómo se debe disparar a estas bellas aves, si quiere obtener unos buenos resultados durante sus jornadas de caza.

El factor clave aquí es la anticipación. Es decir, es necesario disparar a un punto situado en el lugar en que se encontrará el ave cuando llegue el plomeo de los perdigones. Esto que seguramente ya habrá oído en más de una ocasión es fácil de decir, pero es bastante difícil de poner en práctica; la fama de la tórtola de “robacartuchos” se debe a que muy a menudo logra eludir los disparos.

En el momento en el que las tórtolas llegan a nuestro puesto es muy importante que no nos precipitemos pero tampoco debemos “dormirnos” ya que el mejor momento debe coincidir con el momento en que las aves ralentizan y frenan su vuelo. De cualquier modo, el porcentaje de tiros que dan en el blanco por lo general es muy bajo.

Hay que destacar que el swing de tiro para la tórtola es muy diferente al que emplearemos para otras modalidades de caza. Teniendo en cuenta que estas aves suelen describir un vuelo zigzagueante con continuos cambios de trayectoria el poder hacer un swing largo será casi una misión imposible.

Normalmente utilizaremos swings cortos con un seguimiento sobre la pieza de apenas un par de metros, intentando otorgar mucha precisión al disparo.

Respecto a la distancia de tiro ideal lo cierto es que no existe una respuesta correcta pues influyen varios factores para determinarla en cada caso como son el terreno, la distancia de paso de las aves, la distancia a otros puestos, el perdigón etc. En el caso de las tórtolas, la distancia puede ser muy grande ya que estas aves con tan sólo un perdigón es posible abatirlas, además su pequeño tamaño, en muchas ocasiones nos confunde haciéndonos creer que están más lejos de lo que parece por lo que es recomendable que a pesar de que pensemos que la tórtola pasa fuera de tiro probemos fortuna.

Los dos tiros más frecuentes que se le presentan al cazador de tórtolas en el puesto son el tiro de pico y el tiro cruzado. El tiro de pico a la tórtola es recomendable realizarlo con una cierta anticipación, ya que debido a la alta velocidad de vuelo de estas aves si dejamos que la tórtola se nos eche demasiado encima es posible que nos coma el terreno y tengamos serias dificultades para poder abatirla. Recordad que en los tiros de pico cuanto más delante del puesto los realicemos más habrá que tapar a la pieza. El tiro cruzado a la tórtola encierra como dificultad dos aspectos diferentes: primero, que debido a los continuos cambios de trayectoria y al corto swing que esto nos permite es muy fácil dejarnos los tiros ligeramente por debajo. Y segundo, que debido a la alta velocidad de vuelo el fallo más habitual será el de dejarnos los tiros traseros.

LOS SECRETOS DEL TIRO A LA TORCAZ

Cuando la densidad de palomas es muy grande, aunque nuestra técnica de tiro no sea del todo correcta es fácil hacer buenas perchas, pero cuando cazamos en lugares en los que estas aves escasean es necesario aumentar nuestra destreza como tiradores si queremos tener cierto éxito.

Su especial forma de volar le confiere una gran dificultad para el tiro, por lo que un acierto se convierte siempre en un logro a celebrar por cualquier cazador.

Efectivamente, a pesar de su tamaño y de que pueda parecernos, hasta cierto punto, un poco lenta, su tiro es muy complicado y es normal que incluso un magnífico tirador “gaste” entre tres y cuatro cartuchos por pieza. Algo que sin duda nos hará valorar mucho más cada torcaz que logremos abatir.

El error más habitual es el de la precipitación, efectivamente, muchos cazadores fallan al ser incapaces de encarar bien y adelantar la escopeta lo justo.

A esto se suma el hecho de que, debido principalmente a su desconfianza, la torcaz suele volar a mucha altura, por lo que el cazador deberá hacer un blanco rápido en el vuelo. Además debemos destacar la sorprendente resistencia al impacto de los perdigones que presenta este ave.

Por eso, para tirar bien a la torcaz, resulta prioritario que aprendamos a valorar las distancias. Para muchos cazadores el truco se encuentra en ver las tiras blancas de la pieza: es en ese momento justo cuando hay que realizar el disparo. Aunque por supuesto no tiene porqué valer en todos los casos y dependerá de los chokes y cartuchos utilizados en cada ocasión en concreto, lo cierto es que como referencia resulta totalmente válida.

En muchas ocasiones las torcaces obligan al cazador a efectuar tiros a larga distancia con cartuchos de alto gramaje, por lo que disponer de chokes extralargos nos ayudará a sacar todo el provecho de ese tipo de cartuchería.

Poder disfrutar de un tercer tiro contribuirá en gran medida a que los resultados sean más satisfactorios por el número de capturas obtenidas.

Los adelantos de nuestros tiros serán muy variados y sobre todo dependerá de la distancia a la que los realicemos. De no hacerlo así el tiro se quedará trasero, confundiendo al cazador. Cuando disparamos sobre palomas por detrás, es decir, una vez que han superado nuestro puesto, tendremos que hacerlo con la precaución de disparar ligeramente por debajo de éstas, ya que ese será el punto de adelanto correcto para poder abatirlas.

Cuando realicemos nuestros disparos es muy importante no retirar la culata de la cara entre tiro y tiro: con ello contribuiremos a que el número de aciertos con el segundo o tercer disparo aumenten notablemente.

Debemos tener en cuenta que no es lo mismo tirar a una paloma suelta que a una que forma parte de un grupo. A la paloma solitaria podremos tirarle cuando se encuentre en nuestro radio de tiro, puesto que si no acertamos lo único que perderemos será eso: una pieza. Sin embargo si entra un grupo es muy importante que pongamos atención en no disparar por delante y a las primeras, ya que provocaremos un revuelo tal que será del todo imposible alcanzar a cualquier otra. Tiraremos por tanto a las últimas para que las primeras sigan su camino, sin darse cuenta, dirigiéndose hacia otros puestos donde, tal vez, otros cazadores también puedan probar suerte.

ARMAS Y MUNICIÓN

Dejando de lado nuestras posibles preferencias personales, lo cierto es que para esta modalidad de caza, la escopeta que ofrece mejores resultados sin duda es la semiautomática bien equilibrada, que no sea muy ligera porque hay que bascularla para poder alimentar su cargador tubular o recámara por lo que se recarga más rápida y cómodamente y sin prácticamente hacer movimientos con el cuerpo que puedan delatar nuestra presencia a otra pieza que venga hacia el puesto.

Es interesante también contar con cantoneras o sistemas antiretroceso ya que de esta forma el hombro ni se enterará y el arma se desencarará menos.

Además de esto, carga un tipo más, algo que resulta muy útil en muchas circunstancias sobre todo cuando por el puesto pasa un bando o varias piezas “chorreadas”.

Por poner un inconveniente (algo que desde puesto fijo no lo es tanto) podemos decir que lo peor es recoger las vainas.

El hecho de que sólo tenga un cañón y por tanto un sólo choke no es un un conveniente cazando estas especies desde puesto fijo pues con tres estrellas y munición de 34 gramos o dos estrellas y cartuchería de 32 gramos conseguiremos plomeos suficientemente densos como para derribar una tórtola o una paloma a distancias normales de tiro.

A continuación resumimos algunas configuraciones adecuadas para determinados escenarios:

Para el calibre 12-70: Con el 12 no es necesario utilizar cartuchos cargados con más de 34 gramos ni perdigones más gruesos del número 6.

Torcaces desde puesto fijo: 32 gramos de perdigones del nº 7 ó 34 gramos del 7-6. Salvo excepciones no es necesario utilizar chokes más cerrados de dos estrellas ni aconsejable utilizarlos más abiertos de tres.

Tórtolas desde puesto fijo: 32 gramos de perdigones del 8 ó 7,5. Choke de tres estrellas, dos estrellas como máximo.

Tórtolas y palomas desde puesto fijo: 32 ó 34 gramos de perdigones del número 7. Chokes de tres y dos estrellas.

Para el calibre 20-70:

Como esta cartuchería normalmente carga menos perdigones se debe utilizar perdigones un número más fino que los usados en el 12. 7 en vez de 6; 8 y 7,5 en vez de 7 etc.

Igualmente, se debe incrementar en una estrella el grado de choke, si es posible porque el arma posea cañones con chokes intercambiables. Si no es así, en el cañón más cerrado se deben disparar los cartuchos que contengan las cargas más pesadas.

Etiqueta: Media veda
Publicado en: Caza, Tipos de caza

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