Media veda: Descaste de conejos

Tipos de caza

Con el calor llega el tiempo del descaste, esos días tan largamente esperados, en los que las poblaciones de conejo se multiplican… En unas pocas zonas. Efectivamente, el descaste nace de la necesidad de reducir el número de ejemplares, debido a la explosión demográfica que sucede durante la primavera en cada año. Una sobrepoblación que ataca los cultivos y que ha provocado que la administración conceda autorizaciones de caza en las zonas que son especialmente dañadas.

Una bendición para el cazador, que le permite conseguir piezas antes de que los efectos del verano provoquen la desaparición masiva de la población de conejos a causa del calor y la mixomatosis. Y es que, por desgracia, cada vez resulta más difícil encontrar conejos durante la temporada de caza, por lo que conviene aprovechar al máximo estos escasos días del descaste, siempre que podamos.

Dónde buscar conejos

Ya sea a la espera o caminando como si de un rececho se tratara, deberemos ser capaces de identificar los lugares en los que es más posible la aparición de la caza. Para ello deberá considerar los siguientes puntos:

A la espera: este tipo de caza se practica, como ya hemos dicho, durante la amanecida o bien en las últimas horas del día. Pues bien, lo más acertado será buscar las zonas de encerradero, aquellas a las que regresarán después de utilizar la noche para comer o bien al contrario (si se practica por la tarde), desde donde salen en busca de la comida.
No se recomienda el colocarse justo de frente a las bocas de la zona en la que habita el conejo, puesto que de esta forma podremos alterar su tranquilidad, con lo que dejará de sentirse seguro y huirá.

Caminando: sin lugar a dudas tendremos más opciones de conseguir resultados en aquellas zonas cercanas a los cultivos o zonas de labor, donde el conejo se encontrará haciendo de las suyas .

La caza

Durante el descaste debemos olvidarnos por completo de la forma tradicional de caza de conejo, en estos días practicaremos la caza de madrugón o la de anochecida.
Utilizaremos la espera, tratando de que el conejo se nos ponga a tiro. Apostados, procurando mimetizarnos en la medida de lo posible con el entorno, esperamos la aparición del conejo; momento culmen de la espera, cuando deberemos mantener el más absoluto de los silencios para proceder a la realización de un tiro perfecto.
Para esta espera no precisaremos de un puesto, pero sí es importante respetar el tema de la mimetización con el medio, así como el truco que con el tiempo se ha convertido en una máxima de cualquier cazador: colocarse con el aire de cara con respecto al lugar donde esperamos que aparezcan los conejos, ya que de otra forma el animal percibirá nuestro olor y huirá sin dudarlo lo más mínimo.
No debemos ni queremos pasar por alto la enorme importancia de mantener el más absoluto de los silencios, puesto que cualquier ruido extraño alertará al animal de nuestra presencia y, como ya hemos dicho, no es de los que dude a la hora de huir. Debemos tener en cuenta que el conejo suele habitar en un espacio relativamente pequeño en metros cuadrados, lo que conlleva que conozca su territorio a la perfección, por ello cualquier sombra extraña, cualquier ruido u olor que no le sea familiar, le hará sospechar y tras la sospecha, como si de un acto reflejo se tratara, el conejo echará a correr lejos de donde nos encontramos.
Por eso toda precaución resulta poca; colóquese junto a una mata, o un árbol y trate siempre de ocultar su silueta; por supuesto colocarse en un alto o a contraluz resulta totalmente ingenuo.
Pero ¿cómo llegar a saber cuál es el sitio adecuado para realizar la espera?, varios se nos muestran como adecuados: el borde de los montes, olivares, riberas de los campos de labor… Todos ellos pueden ser válidos, ahora bien, lo que nos hará decidirnos por alguno de ellos será que además cuente con alguna de las siguientes características:
Que se encuentre cerca de las madrigueras.
Que sea una zona de transición en los desplazamientos hacia los comederos.
Un consejo: no se coloque muy cerca de los encerraderos, puesto que con ello lo único que conseguiremos será alertar demasiado rápido al resto de conejos que se encuentren en la zona.
De cualquier manera, en el descaste la espera no es la única forma de caza, hay quien se decide a caminar el campo , buscando los gazapos en aquellas zonas donde se conoce la existencia de población. Se trata de un andar pausado, en el que sigilosamente nos acercaremos al conejo hasta tenerlo a una buena distancia de tiro; algo no siempre sencillo. streetplan.xyz Efectivamente, este tipo de caza, parecida a un rececho pero sin llegar a ser tal, puede depararnos tanto jornadas exitosas como otras de escasos resultados.
Las horas más productivas para este tipo de caza son las de la mañana, cuando los conejos se encuentran en plena actividad social y no será difícil verlos jugando en el campo. Por supuesto deberemos caminar con el viento de cara y procurando realizar el mínimo ruido posible, para no espantar lo que pudiera ser una buena pieza.
Una correcta habilidad visual resulta imprescindible, puesto que nuestros ojos deberán permanecer constantemente alerta ante la aparición de un conejo que, de otra forma podrá pasar fácilmente desapercibido.

Etiquetas : Conejo, Media veda
Publicado en: Caza, Tipos de caza

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