Mantenimiento del equipo de caza

Equipo de caza

Siempre es buen momento hacer una revisión en profundidad de nuestro equipo en casa. Podemos aprovechar para limpiar y guardar el equipo en perfecto estado de revista para que cuando retomemos la actividad cinegética tengamos todo como perfectamente preparado para usar. Un poco de trabajo ahora evitará sorpresas desagradables en el futuro.

A continuación le daremos toda una serie de consejos sobre la forma de guardar, limpiar y tratar su equipo de caza, que sin duda le serán de gran ayuda. No se trata de nada laborioso ni complicado, pero sí altamente recomendable, ya que con unas simples rutinas alargaremos la vida útil de nuestro material de caza y, lo que es más importante, ganaremos en seguridad a la hora de usarlo.

Por supuesto conocer las características del producto, tratarlo con el debido cuidado siguiendo las instrucciones del fabricante y conocer las condiciones de garantía, es imprescindible para conservar armas o un elemento de óptica en perfecto estado y garantizar durabilidad lo máximo posible.

LA LIMPIEZA DEL ARMA

El primer punto de la conservación pasa siempre por la limpieza. Como decía un experto en balística: “La pereza es el enemigo de la precisión”. Por ello la principal recomendación que se puede dar cuando se habla de la limpieza del arma es la necesidad de llevar siempre una estricta rutina de limpieza, evitando posponerla para otro momento, ya que es más fácil limpiar un arma en caliente que en frío. Principalmente tras una jornada de caza con lluvia, debemos ser capaces de desmontar el arma para proceder a un secado separado de la madera y a una limpieza de las partes metálicas.

Pero no sólo eso, aunque en ocasiones nos resulte agotador, el arma debe guardarse siempre perfectamente limpia. A lo largo del tiempo comprobaremos como nos lo agradecerá con estupendas
jornadas de caza y tiro sin problemas.

Podemos hablar de diferentes procedimientos de limpieza. Antes de comentarlos conviene hacer hincapié sobre el hecho de que, antes de proceder a la limpieza del arma, ésta deberá estar descargada, abierta y sin munición en el depósito.

Según su tipo, se efectuará el desarme necesario: retirada del cerrojo, desensamblado de báscula, separación del cañón, etc.

Dicho esto, conviene saber los pasos necesarios para efectuar la limpieza, según el uso dado al arma:

RIFLE NUEVO (RODAJE):

Se realizará, a ser posible, en una sesión o máximo en dos.

Utilizaremos 100 balas para un rodaje corriente. Se entiende que deben respetarse tiempos para que el cañón no alcance temperaturas muy altas.

  • En primer lugar, se debe efectuar una limpieza a fondo, para eliminar todo resto de grasa de fábrica, y posteriormente lubricar sin exceso las partes móviles y metálicas, sobre todo las ocultas, preferentemente con antifricción.
    El cañón se limpiará con parches empapados en disolvente hasta quedar el ánima brillante. En caso de ser necesario, se efectuará varias pasadas de cepillo para ayudar a desincrustar.
  • Con un parche empapado de antifricción, se dan 20 pasadas.
  • Repetimos el anterior punto dos veces, limpiando con un parche el exceso de liquido.
  • Se disparan 5 balas y se limpia el cañón con un parche con disolvente y se pasan 2-3 parches de secado. Se repite el proceso 3 veces.
  • Se disparan 10 balas y se limpia. Se repite el proceso 3 veces.
  • A los 50-60 disparos, se dan 20 pasadas con un parche y antifricción, limpiando el exceso a continuación.
  • Se disparan 20 disparos y se limpia. Se repite el proceso hasta completar 100 balas.
  • Si no se va a utilizar de inmediato se pasa un parche con lubricante por el ánima, ya que el disolvente la deja sin protección.
  • Antes de utilizar el arma, debe pasarse un parche para eliminar el exceso de lubricante.

 

LIMPIEZA ELEMENTAL (DESPUÉS DE CUALQUIER USO):

  • Con cepillo de cobre empapado de disolvente o producto mixto, realizar unas 10-20 pasadas al ánima, cuidando que el cepillo salga siempre por la boca.
  • Limpiar el cepillo con Metanol.
  • Limpiar con varios parches (4-5 suele ser suficiente).
  • Al último parche le pondremos un poco de producto mixto o lubricante si se va a guardar.
  • Limpiar con un parche antes de usar.

 

LIMPIEZA CADA 20-30 DISPAROS:

  • Pasar un cepillo de bronce con disolvente, por ánima, 20 veces, cuidando que el cepillo salga siempre por la boca.
  • Limpiar el cepillo con Metanol.
  • Limpiar el ánima con varios parches.
  • Si hay señal de latonado (Parches de color verde): repetir el proceso.
  • Si no hay latonado, pasar un parche con producto mixto o lubricante si se va a guardar, o bien usar directamente.

 

CÓMO LIMPIAR EL CAÑÓN Y LAS PIEZAS METÁLICAS

Lo primero que debemos hacer es desmontar las diferentes piezas del arma sacando el guardamano y el cañón. Estos elementos se pueden limpiar con paños suaves de algodón y eliminar de esta forma el exceso de aceite.

Hay que tener especial cuidado con el cañón ya que cuando se ejecuta un disparo, los restos de pólvora y los gases que emanan, dejan rastros de suciedad que lo pueden dañar seriamente.

Para limpiar correctamente el cañón usaremos baquetas con diferentes gratas, escogiéndolas según el calibre del arma. Estas son de cerda, aluminio o de lana, puede adquirirlas por separado aunque lo más cómodo es adquirir un estuche con una baqueta y los tres tipos de gratas. Pasaremos primero las helicoidales para arrastrar la suciedad para luego pasar la de cerda y quitar todos los residuos de pólvora.

Por último con un poco de aceite en un paño de algodón protegeremos contra el óxido la parte exterior del cañón.

MANTENIMIENTO DE LA MADERA

Una madera mal cuidada y seca puede agrietarse de tal forma que la escopeta o rifle deje de ser cómoda en su manejo. Esto incluso puede provocarnos pérdida de puntería o pequeñas heridas en nuestras manos que llegado el caso imposibiliten seguir con nuestra jornada de caza. Para evitar estos problemas utilizaremos un paño húmedo para impedir que la suciedad se incruste. Con un trapo de algodón, aplicaremos una capa de restaurador de maderas que mantendrá la humedad necesaria para evitar que en un futuro se agriete.

 

GUARDAR EL ARMA

Si vamos a guardar las armas durante un largo periodo de tiempo hay que ser conscientes de que aquí es donde se producen la gran mayoría de los problemas que posteriormente podremos encontrar en nuestras escopetas, rifles, carabinas… problemas que sólo con tener en cuenta una serie de consejos básicos, podremos paliar gran cantidad de errores.

Tras haber limpiado convenientemente el arma y volver a comprobar que está totalmente descargada, deberemos proceder a guardarla siguiendo toda una serie de normas.

Con seguridad, la primera pregunta que se le planteará es ¿dónde guardar el arma? Pues bien, en sentido le damos una serie de recomendaciones:

  • Busque un lugar seco, apartado de cualquier exceso de humedad, donde colocar su armero.
  • En caso de que le resulte posible, guárdela en una caja, con algunas bolsitas de gel silica, el cual tiene la virtud de absorber la temida humedad.

Si las condiciones climáticas no son las más apropiadas se pueden comprar también pequeños deshumificadores que mantienen el ambiente interior del armero en perfectas condiciones.

Por otro lado, conviene hablar sobre las fundas, necesarias en el caso de que no disponga de un armero o una caja especial para su arma.

Efectivamente, muchos cazadores ponen todo el cuidado del mundo en limpiar y cuidar sus armas, sin embargo a la hora de guardarlas menosprecian el tema de la funda, como si careciera de importancia.
Pues bien, conviene tener en cuenta que la mayor parte del tiempo de vida de un arma, lo pasará dentro de una funda ¿no es por tanto necesario buscar una que se le adecue como un guante, protegiéndola en todo momento?

Tenga en cuenta que la funda que normalmente lleva en sus jornadas de caza suele acabar mojada, por el sudor, la lluvia, el rocío… Si procede a guardar el arma por largo tiempo en esta funda, correrá el riesgo de que esta humedad termine por oxidar su escopeta. Nunca, absolutamente nunca, guarde el arma en una funda que no esté totalmente seca.

El mejor consejo es que disponga usted de dos fundas: una para sus jornadas cinegéticas y otra que utilizará exclusivamente cuando se disponga a guardar el arma por un periodo de tiempo más o menos largo.
En la elección de esta segunda funda, le aconsejamos que se decante por una acolchada, puesto que le ofrecerá una mayor protección contra roces y golpes.

ÓPTICA

La óptica es sencilla de mantener si seguimos unos sencillos consejos.

El primero y fundamental es utilizar el material de limpieza adecuado. Lo cierto es que el usuario tiende a limpiar su óptica con un pañuelo de papel, la camisa, etc y sólo en casos muy específicos con gamuzas ópticas o toallitas especiales. Y justo esto es lo que no debe hacerse.

Si el ocular u objetivo está sucio de huellas digitales o grasa, las gamuzas ópticas o los pañuelos especiales harán perfectamente su función. No así unos pañuelos de papel o la camisa, que quitará la suciedad aparentemente, pero dejará secuelas, pequeñas, pero secuelas en la óptica que está perfectamente tratada para su máximo rendimiento.

En el caso de que la óptica tenga suciedad, polvo, barro o arena el problema es más grave y hay que actuar con cuidado para no rayar nuestro equipo ya que puede producirse un efecto lija con el frotamiento que puede dañar nuestros cristales.

Por ello si el visor o el prismático están sucios de polvo o de barro, tenemos dos soluciones. Quitar esta suciedad con sopladores de aire que hay en las ópticas o pasar el visor o el prismático por un grifo para que el agua arrastre la suciedad.

La óptica actual aguanta perfectamente que se pase por debajo del grifo el producto óptico sin que exista riesgo de humedad interna. Una vez que se haya eliminado esta suciedad del producto, podremos limpiar el objetivo o el ocultar con la gamuza óptica o el pañuelo especial que hemos apuntado antes.

Publicado en: Caza, Equipo de caza

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